Obra original
La Reina Yasira Barreto muere a manos de su esposo Alexander Barreto sin importarle que en su vientre llevaba a su hijo nonato.
Una joven del mundo moderno reencarna en su cuerpo y mucho antes de estos eventos, por lo que decide cambiar su destino.
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Plan
Las cosas se estaban volviendo muy complicadas, ellos dos no eran suficiente, al menos así lo sentía Yasira, hasta que recordó su magia..
Movió su mano de manera circular y un gran círculo de fuego apareció frente a ella, haciendo retroceder a los que le rodeaban.
Yasira impulso su brazo hacia delante y el círculo de fuego rodeo a los hombres para comenzar a quemarlos .
Los gritos se escuchaban por todo el desierto lugar, cosa que extraño a Alexander pues ese punto, estaba cercano a su territorio y no había gente por ningún lado, lo que quería decir que esto fue premeditado meticulosamente.
Ambos continuaron peleando con los mercenarios que quedaban, Alexander trataba a toda costa de proteger a Yasira, y está a su vez ,con su magia le protegía a él.
Minutos después, el último hombre quedó frente a ellos, arrodillado en el suelo y con sangre saliendo de su boca y de su pecho , el hombre suplicó piedad.
- Quien te envío -Preguntó Yasira jadeando por aire, estaba exhausta pues una cosa era el entrenamiento y una muy diferente un enfrentamiento que involucraba un gran uso de su magia.
El hombre continúo suplicando y Alexander blandió su espada y colocó la filosa punta en el cuello del hombre .
- La princesa te ha hecho una pregunta -Dijo con los dientes apretados mientras empujaba un poco la punta de la espada, el hombre sintió una punzada y comenzó a hablar, diciendo que la Concubina Ruth había pagado mucho oro por qué asesinaran a la princesa.
Tras responder, Yasira invocó nuevamente su magia y creo una pequeña flama, misma que lanzó al hombre y este comenzó a quemarse vivo.
- Yasira, el Rey debe saberlo -Dijo Alexander al acercarse a la pelirroja, quien tenía manchas de sangre sobre su vestido beige .
- No, lo mejor será hacerle creer que ha ganado está partida -Replicó la princesa, Alexander revisó si tenía alguna herida y al notar que no le había ocurrido nada soltó un suspiro de alivio.
Yasira subió al frente del carruaje y tomó las riendas al verla Alexander subió a su lado y le quitó las riendas, no dejaría que ella manejara el carruaje.
Yasira le dijo que se dirigiera al interior del bosque , Alexander así lo hizo y ambos iban haciendo el plan con el que harían caer a la concubina Ruth, aunque Yasira permanecía con la guardia arriba en caso de que Alexander intentara hacerle algo antes de que se casaran y acabara con su vida.
La noche los había alcanzado, con la luna en lo alto, el bosque lucía como un lugar tétrico, al cual ninguna jovencita desearía entrar.
Pero para Yasira, era diferente, ella sabía quién habitaba aquel bosque y que tan útil le sería está persona, a ritmo lento el carruaje llegó hasta una vieja y oscura cabaña, dónde Yasira bajó del carruaje y caminó hacia la puerta.
- Princesa, espere, ¿ Que está haciendo ? -Preguntó Alexander más ya era tarde, Yasira había entrado a la cabaña, e iluminaba el lugar con un par de flamas , una sostenida en cada mano .
Alexander le siguió y al entrar a la cabaña, notó que era un lugar que había estado siendo habitado recientemente.
Mientras los jóvenes se encontraban allí, en el condado Villa las cosas no iban bien, pues los jóvenes que eran las estrellas de la noche, aún no habían llegado.
- Arnold, ¿ Dónde podrían estar ? -Preguntó la madre de Alexander, estaba nerviosa, se suponía que ambos llegarían media hora atrás y no había señales de ellos por ningún lado.
Antes de que el padre de Alexander respondiera, uno de sus guardias se acercó a ellos para hablar con el primer ministro.
- Señor, tenemos noticias -Dijo el joven guardia, por lo que tanto el primer ministro cómo su esposa, caminaron hacia uno de los pasillos para hablar.
- Un grupo de nuestros guardias fueron enviados para escoltar a la princesa heredera y al coronel Villa a partir de la mitad del camino, pero al llegar al lugar, solo encontraron a un grupo de mercenarios y de guardias muertos en el lugar, unos de ellos, han sido quemados vivos, no hay rastros del carruaje, o de la princesa heredera.-
Soltó el guardia de golpe haciendo que las piernas de la madre de Alexander fallaran, su hijo y la princesa habían sido secuestrados por mercenarios, eso sería un escándalo sin lugar a dudas.
- ¿ Cómo es posible ? , -Preguntó el ministro, su hijo era el mejor en batalla, no podía haber sido secuestrado solo así como así, además de que venía con la princesa heredera.
- Busquenlos hasta por debajo de las piedras, no pueden estar muy lejos -Ordenó el hombre, se dió la vuelta y se dirigió a su despacho siendo seguido por su esposa.
El primer ministro tomó un papiro, una pluma y el tintero y comenzó a escribir una carta al Rey el tenía que saber lo ocurrido con la princesa.
La mujer se quedó en el asiento de enfrente esperando a que su esposo terminara, sus lágrimas se deslizaban por sus mejillas, su hijo y la princesa estaba desaparecidos justo en la noche que ella ofrecía un banquete.
El primer ministro llamó a uno de los guardias y le envío a dejar de manera urgente la carta, el guardia salió a cumplir su deber mientras que el primer ministro se preparaba para cancelar la fiesta celebrada.
Dió un breve discurso y la gente se comenzó a irse poco a poco, todos los presentes se confundieron y asombraron al escuchar las palabras del hombre, más no era el momento de hacer comentarios.
Mientras en la cabaña, Yasira había encontrado un candil para iluminarles, se sentó en una silla de madera luego de encender el candil y miró a Alexander.
- Es hora de que te vayas y cumplas con tu parte del plan, yo esperaré aquí.-Dijo la joven seriamente, sin ningún tipo de expresión que se reflejará en su bello rostro.
Alexander le miró y se acercó a ella, no quería dejarla sola en aquel lugar, tomó su rostro entre sus manos y miró a los ojos a la joven pelirroja.
- No te dejaré sola Yasira, no puedo hacerlo -Dijo Alexander, a lo que Yasira,solo respondió alejándose de su agarre, la joven princesa se levantó de la silla y caminó a la pequeña ventana ella no podía permitirse acercarse al joven , por los que decidió poner distancia entre ambos.
- Ya lo he explicado, es necesario -Dijo la joven cubriendo sus hombros con sus manos, abrazándose a si misma.
Alexander se acercó a ella, retiró su saco y lo colocó sobre los hombros de la princesa, la noche estaba enfriándose y ella podría enfermar, sintiendose frustrado por su rechazo dió media vuelta y salió de allí sin decir nada más, Yasira tenía razón primero tenían que hacer caer a la concubina Ruth.
Nina que rápido caíste, pudiste seguir teniendo una buena vida 🥺😬
Quién será ahora el enemigo 🤔