Briza necesita un nuevo empleo con urgencia. Daniel necesita una secretaria que además de hacer su trabajo prepare un buen café.
NovelToon tiene autorización de Paola Alejandra Paolini para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
capitulo 14
La semana paso. Estoy empacando para volver a casa y Dan esta reunido con unos socios. El evento fue todo un éxito. Lo que sí, no tuvimos tiempo ni para darnos un besito. De tanto ir de acá para alla. El lanzamiento del nuevo parche recibió la ovación de los fanáticos y también la ansiedad para que salga rápido.
También se hablaron de los cambios que proponen los mismos jugadores y se dejó asentado en la página oficial del juego una opción donde todos lo que lo deseen pueden hacer su sugerencia.
Lo feo de esta semana es que comenzábamos el día bien temprano y terminábamos tan tarde que ni bien llegábamos al hotel entrabamos a la habitación y caímos rendido, ni siquiera energías como para un rapidito. Lo más gracioso de esta situación que ayer cuando Daniel se estaba por reunir con unas personas importantes, antes me arrastro a un aparte, tomo mi cara y me beso tan apasionadamente que por un momento olvido donde estábamos.
—Esta noche, cuando lleguemos al hotel te voy a dan tan duro que no recordaras tu nombre —dijo separándose de mí y dejándome ahí parada con una excitación tremenda se fue a su reunión.
Que paso después, cuando llegamos al hotel lo único duro que recibí fuero sus ronquidos en mis oídos. Si, señores. Así fue. Pero no lo culpo estamos igual de cansados. Mis pies me arden de tanto tener que caminar de acá para allá, con una sonrisa de vendedora y frunciendo el quete jedí porque las sandalias en mis pies me hacen ver las estrellas.
Pero hoy solo quiero llegar a mi departamento y descansar un mes entero. Pero eso de descansar va a quedar para cuando llegue el fin de semana estamos comenzando la semana y mañana apenas ponga pie en mi oficina debo redactar un informe de todo lo sucedido para dejar constancia del evento y también para presentar a los directivos.
Miro con adió mi maleta ¿De dónde salió tanto cachivache que no puedo serrarla ahora? Coloco una pierna encima y trato de serrarla, pero nomas el cierre avanza unos centímetros.
Pruebo haciendo presión, reboto un poco para ver si así se cumple el milagro y mágicamente se achica esta cosa y deja que el cierre cumpla con su función.
—La forma en la que haces esos me dan ganas de que me lo hagas a mi —escucho la voz ronca de Dan y pego un grito del susto.
—¡Dios, Dan! —digo con una mano en el pecho del susto que siento mi corazón parece que saldra revotando de mi pecho.
—¿Todavía no entro en ti y ya gimes mi nombre? —se acerca a mi para tomarme por mi cintura y besarme con la misma intensidad que ayer.
Soy tan débil, que me dejo manejar a su antojo. Me levanta y enredo mis piensa en su cuerpo. Camina conmigo a cuestas hasta un sillón amplio que hay en la sala. Mis manos se dedican a sacar las telas que cubren su formido pecho. Con un movimiento brusca son alojada al sofá. El me mira con esos ojos depredadores y saca su pantalón dejando ver el lineamiento de su rígida virilidad.
Sin tiempo a mucho, arranca mi ropa interior, como solo llego una solera veraniega no le cuesta mucho deshacerse de ella y apoderarse de mis pechos que tanto extrañan su tacto.
Mientras él venera mis montañas, yo apresurada quito su prenda que impide que su tallo quede libre. Mis dedos en sus careras hacen presión para que cumpla con mí deseo y cuando siento como con firmeza invade mi centro gimo tan fuerte que creo que todo el hotel me ha escuchado.
—Dios, como extrañaba sentirte amor —murmura soltando mis pechos, se queda quieto un rato sintiendo como nos acoplamos tan bien y luego tomando mi cara entre sus manos comienza a moverse sin dejar de mirarme, cada tanto deja un beso en mis labios. Mi garganta se seca de tan excitada que estoy, sus movimientos se pronuncian y cuando siento ese calor previo al desfallecimiento, la puerta de nuestra habitación es aporreada—. Vamos nena, es ahora o nunca.
Tira de mi cabello y llena mi boca con la suya y aumenta la presión de su cadera junto con los movimientos, el orgasmo llega en el mismo momento que le acomete a él. Gemimos en nuestras bocas y escuchamos como la puerta de nuevo es aporreada. Nos reímos y luego de un momento se levanta saliendo de mi interior aun excitado.
—Lo siento amor, pero esta noche te vienes conmigo —dice colocando su bóxer, yendo hacia la puerta de la habitación.
Me levanto y voy al baño para asearme un poco, mi cuerpo tiembla todavía. Termino y salgo a la habitación, escucho murmullos y risas en la sala. Reconozco la voz de mis amigos. Había olvidado que vendrían a despedirse y Daniel salió a residirlos prácticamente sin nada de ropa. Qué vergüenza. Tomo lo primero que veo y me lo hecho encima, camino hacia la sala y ahí están todos hablando como si nada, Daniel con una sonrisa de oreja a oreja se acerca a mí me toma por la cintura y me da un beso tan cargado de pasión que inmediatamente siento mis mejillas ardes. Me suelta y sigue su desfile hasta la habitación.
Miro a mis amigos con pena, ellos ríen, Barbi se abanica la cara con sus ojos abiertos.
—¿Dios amiga, eso te comes todos los días? —pregunta haciendo que se limpia las babas invisibles.
—Eu... estoy aquí —dice Destru dándole un suave codazo.
—Si, lo se amor —dice ella muy tranquila—. Pero dios me dio ojos para ver.
Reímos y decido pedir servicio a la habitación para que desayunemos todos juntos ya que este es el último momento que compartiremos juntos, hasta el año que viene, seguro.
Luego de un copioso desayuno, nos despedimos de mis amigos y terminamos de armar las maletas para salir hasta el aeropuerto.
Llegamos y abordamos el yet privado de mi jefe y mientras él hablaba por teléfono, cosa que ya me parece raro no verlo hacerlo, yo decido prender mi portátil y adelantar algo del informe que debemos presentar.
Estoy tan concentrada redactando el informe que cuando mi portátil se cierra abruptamente miro a mi frente y me encuentro con la mirada pervertida de mi jefe, bajo mis lentes pera verlo mejor.
—¿Se le ofrece algo, señor? —pregunto sintiendo como mi piel se calienta ante esa mirada que habla por sí sola.
—Si, necesito que hagamos una inspección bien a fondo de la habitación que se encuentra por ahí —dice señalando hacia atrás de mí.
—Yo creo que usted conoce muy bien esa habitación —digo y vuelvo abrir mi PC.
—A, pero me gustaría conocer su opinión sobre algunos detalles —vuelve a cerrar mi portátil.
—¿Qué tipo de detalles? —pregunto siguiéndole el juego.
—Vamos y se lo muestro —dice levantándose de su lugar y tendiendo su mano hacia mí.
Tomo su mano, ya sintiendo el calor recorrer mi piel. Llegamos a la habitación y entramos en ella. Me toma por mi talle y me atrae a él.
—Tengo tantas ganas de ti que no deseo perder tiempo —dice rosando uno de mis brazos con su mano libre. Cierro los ojos disfrutando del cálido roce.
—¿Acaso usted quiere saber que siento al tacto de esas sabanas? —pregunto, me separo de el y voy hacia la cama, la inspecciono con mucho cuidado. Al volver la vista hacia mi jefe me sorprendo al verlo ya sin ropa, lo miro a los ojos y muerdo mis labios deseosa.
Me acerco a él y recorro su cuerpo minuciosamente, rosando, apreciando cada centímetro de su piel, lo rodeo y sigo mi trabajo de inspección. Mi boca esta hecho un mar de lo excitada que estoy mirando ese cuerpo tallado en el infierno, un ser digno del pecado. Vuelvo a su frente y sigo mi inspección por su pecho, cintura. Recorro sus piernas y me arrodillo frente a él, quedando a la altura de su impresionante masculinidad.
—¿Encontró todo bien en su recorrido? —pregunta, asiento y mirándolo a los ojos tomo su pronunciado miembro y lentamente lo voy engullendo.
—Amor despierta, estamos por llegar —siento el susurro de mi jefe, que me mueve levemente para despertarme.
La inspección termino en una ronda desenfrenada de satisfacción mutua que me dejo rendida. Pero estoy por demás de cansada. Necesito dormir un poco más.
—Quiero dormir —murmuro adormilada.
—Lo se amor, pero debemos acomodarnos para el aterrizaje, luego dormirás todo lo que necesites.
Perezosamente le hago caso y me levanto de esa impresionante cama, con sabanas suaves que te invitan a seguir reposando. Con la ayuda de mi jefe me visto y arrastrando los pies me siento en las butacas, mi jefe coloca mi cinturón de seguridad y apoyo mi mentón en mi mano para esperar a que este lujoso aparato descienda.
Debo haberme quedado dormida de nuevo porque ahora me despierto al sentir la respiración de mi jefe al oído, lo miro a la cara y él me sonríe. Me está llevando en brazos como si fuera una niña.
Me sube a su coche y luego él se acomoda para pilotear su auto y llevarnos a donde sea, solo deseo una cómoda cama y dormir una semana entera. Este tipo de evento me deja así, agotada.
Vuelvo a despertar cuando el coche deja de moverse y veo atreves de la ventanilla que estamos en el sótano de su casa y una vez más me impresiono de la cantidad de autos y motos, de distintos tipos y gamas, que posee. Nuevamente en brazos de mi jefe soy trasportada al calor de su maravillosa cama.
y mis respetos para ti, por poder expresar e hilar bien las ideas de lo que quieres pasmar. felicidades y continúa así y sobretodo con miras hacia adelante.