James Jones, J.J es un hombre guapo, orgulloso y sexy, hijo único de la famila más rica y poderosa de la ciudad. Acostumbrado a tenerlo todo al precio que sea.
Casandra Howell una joven sencilla, tímida, y solitaria, enamorada desde niña en secreto del joven Jones quien era diez años mayor que ella. Pero Casandra creció con problemas de autoestima debido a que de niña fue obesa, y su hermana mayor Monique en cambio si era una auténtica belleza.
El destino de Casandra pondrá su voluntad a prueba cuando, un día se despierta en la habitación de un hospital y le informan que fue drogada y abusada sexualmente.
Alguien le había robado su virginidad y su inocencia. Y ella no recordaba nada.
Cómo pudo ese encuentro de una noche cambiarlo todo?.
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Capitulo XV.
La iglesia estaba en un pequeño y pintoresco pueblo al norte de Birmingham, era quince de diciembre, nevaba y hacia frío. James le había comprado un hermoso y sencillo vestido rojo. El sacerdote y su tía Katherine esperaban a un lado del altar.
Aquella mañana James había mandado su limusina a buscarla a ella y su tía Katherine, a su casa, para conducirlas hasta la pequeña localidad donde se iba a realizar la boda. Casandra había accedido a casarse gracias a la intervención de su tía quien le dijo que afrontará las cosas y dejará de huir. Pero su única condición era de que la ceremonia se realizará en Inglaterra, solo ellos sin nadie más. Casandra no quería pasar por la parafernalia de fiestas, ni reuniones, ni nada de lo que conllevará la realización de una boda, porqué sabía que no era un vínculo real, James solo quería limpiar su ilustre apellido, y Casandra solo quería que la dejara en paz.
"Hoy voy a casarme". Este es el día de mi boda. Se repetía incrédula. No podía apartar a aquel hombre de sus pensamientos en ningún momento, en cuanto se quedaba dormida su imagen venía a turbar sus sueños.
Como en el fondo sabía que aquella boda no era más que una farsa, aceptó a la petición de James para que usará el vestido roja.
_ Estás preciosa_ le murmuró James con voz ronca.
Cuando comenzó la ceremonia Casandra miró sus manos vacías, no tenía un ramo de flores que sostener. Antes de que pudiera evitarlo, se le llenaron los ojos de lágrimas, que luchó con todas sus fuerzas para que no le corrieran por la mejillas. James le puso un anillo en el dedo y todo terminó.
Mientras James agradecía y se despedía del sacerdote, Casandra aprovecho para despedirse de su tía Katherine, quien la felicitó y le dio un abrazo.
_ A donde irían ahora?_ preguntó su tía_ Van a regresar a Snowfiel a pasar las fiestas allá?
_ No sé que planes tenga mi querido esposo tía Katherine_ dijo Casandra sarcástica.
_ Querida niña, no sé si los años me han vuelto blanda, pero casi puedo asegurar que ese hombre está tan enamorado de tí como tú lo estás de él_ le dijo Katherine en voz baja.
_ Por favor tía, una ostra muestra más sentimientos que ese hombre_ le dijo Casandra irónicamente.
_ No te dejes llevar por la cabeza Casandra, a veces también es bueno escuchar el corazón_ le indico la mujer.
_ Gracias tía Katherine pero por precisamente escuchar el corazón estoy metida en este embrollo_ respondió la chica entristecida.
_ Perdón por interrumpir_ dijo James llegando a su lado_ Pero nos esperan en el aeropuerto.
_ Si claro, no pierdan tiempo_ dijo su tía Katherine_ James confío en que cuidaras bien de mi sobrina.
_ Puede estar segura de eso_ dijo él sin emoción en la voz.
_ Dime si hay alguna posibilidad, por pequeña que sea, de que muestres alegría nupcial_ se burló James.
_ Vete al diablo_ le dijo Casandra enojada.
El la ayudo a sentarse en la limosina. El silencio entre ellos iba espesandose por segundos.
_ Estás bien?_ le preguntó James preocupado por su palidez cuando llegaron al aeropuerto.
_ Como si eso te importará_ dijo ella sarcástica.
_ Eres mi adorable esposa, desde luego que me importa_ respondió él en broma.
_ Ja. Ja. Ja. Que gracioso_ bufó Casandra _ A donde vamos?
_ Pues a donde más querida, a nuestra luna de miel_ dijo James en tono inocente.
_ Pero si falta poco para navidad, creí que la pasarías en Snowfiel, con tu familia_ dijo Casandra con esperanza de que cambiaría de opinión. De solo pensar estar con él a solas en un destino desconocido le hacía que se le pusiera la piel de gallina.
_ Son ideas mías, o eso que escucho en tu voz es pánico_ se burló él.
_ Espero que tengas claro que no pienso acostarme contigo James_ enfatizó la joven.
_ Segura?_ levantó las cejas_ Puedo hacerte tragar tus palabras Casandra_ dijo él arrogante_ Pero tranquila mis padres estarán muy ocupados organizando reuniones. Aún así estaremos antes de año nuevo en Snowfiel.
Subieron a su avión privado, el cual los conduciría directamente hasta Fiji un archipiélago situado en el océano pacífico, donde James era propietario de una isla privada. Nada más despegar les sirvieron un exquisito almuerzo.
Casandra no quería pensar en James como su marido, pues era plenamente consciente de que él no la consideraba en absoluto su esposa. Y con aquel convencimiento la joven se quedó dormida.
James la despertó poco después de que el avión aterrizará en la ciudad de Nadi.
_ Me encantó tu compañía Casandra y la amena conversación durante nuestro viaje_ se burló James.
_ Lo siento, estaba agotada_ dijo ella bostezando.
_ Si. Ya me he dado cuenta_ dijo él sarcástico.
Se trasladaron a un helicóptero que los llevaría hasta la isla. Casandra disfrutó de la hermosa vista, el océano tenía un azul brillante, y la arena eran tan blanca que parecía una nube, y el clima cálido era una delicia, casi pudo oírse suspirar extaciada, la isla era un encanto, un paraíso privado.
_ Como se llama la isla_ le preguntó a James emocionada.
_ Casie_ respondió él.
_ Eres un imbécil_ le dijo la joven. porque sabia que se estaba burlando de ella. Casie era la forma en que su madre solía llamarla.
Él solo sonrió, mientras el fuerte viento azotaba su cabello y lo despeinada, haciéndolo verse mucho más atractivo. Casandra tuvo que apartar la vista de él, pues corría el riesgo de quedar hechizada nuevamente.
Llegaron a una hermosa villa construida en una especie de colina, con un jardín estilo selvático y tropical, escaleras amplias, el vestíbulo daba paso a un confortable salón, con paredes blancas, y estanterías con libros, habían varios sofás y lindas alfombras cubrían el suelo.
_ Es preciosa_ exclamó Casandra_ pero al ver la cara de James se arrepintió de su efusividad_ Quien más está en la villa?
_ Estaban las personas que la mantienen, pero les dije que se tomarán unos días libres. Quería estar a solas con mi adorada esposa, sin interrupciones_ dijo él acercándose peligrosamente hacia ella.
Casandra retrocedió intuitivamente.
_ Entonces quien cocinará?_ dijo ella confundida.
_ Desde luego que tú, cariño mío_ dijo él burlón_ Espero sepas hacerlo.
_ Claro que se cocinar, pero no creo que a ti te guste como cocinó, no creo que un paladar tan exquisito como el de un Jones pueda ajustarse a comidas sencillas_ dijo ella para provocarlo.
_ Te sorprendería cielito. Soy un marido fácil de complacer. Me conformó con un plato de comida en la mesa, y mi cama tibia en la noche_ dijo James en tono seductor.
_ Entonces encendere carbón en tu cama_ dijo la joven enfadada.
_ Voy por el equipaje_ dijo James perdiendo la paciencia.
_ Seguro? Creí que también querrías que yo las buscarás_ gruñó Casandra.
_ No me tientes Casandra_ dijo James saliendo del salón.
_ Idiota_ murmuró Casandra.
_ Te escuché_ dijo James.
_ Esa era la idea_ gritó Casandra.