Para recaudar dinero para las cuotas escolares, Melissa consiguió un trabajo como limpiadora. Mientras limpiaba la sala de conferencias, tomó en brazos a un bebé que lloraba y, aún más inesperadamente, cuando Melissa lo levantó, el bebé dejó de llorar y sonrió. Tras la muerte de su esposa, el CEO, Adams Mancini, se volvió muy distante. Su empresa era muy exitosa, pero no tenía ni idea de cómo cuidar de su hija de un año. Su mayor problema era cómo manejar las situaciones cuando su hija lloraba, hasta que un día conoció a Melissa.
NovelToon tiene autorización de Natalia França para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
capítulo 15
Cuando escuchamos el eco de las voces más cerca, miramos hacia atrás y aparece Bárbara.
Bárbara: Mi amor, ¿por qué no me respondiste y más le pediste a los guardias de seguridad que no me dejaran entrar?
La expresión en el rostro de Adams pronto cambia y estoy confundido porque ella solo vio la compañía y llamándolo mi amor pensé que le gustaba.
adams: ¿qué haces aquí?
(habla frio)
Bárbara: Vine a verte mi amor y pasar el día contigo. Eres muy distante, hasta en la empresa te ausentas y te vas temprano no te entiendo.
Habla acercándose a él casi metiéndose en la piscina de Lavinia y sentándose en su regazo
Pero él la toma.
Adams: Bárbara, levántate, yo no te invité y no necesito que nadie me diga cómo trabajar.
Veo que esta conversación va muy lejos así que decido salir de ahí.
Yo: princesa vamos a almorzar
Lavinia: Vamos, familia.
Yo: Entonces ven aqui
Agarro una toalla y la pongo sobre mi pecho, la saco y la enrollo.
Bárbara: ¿Quién es este Adams?
Espera... ¿no es esa la señora de la limpieza? ¿Qué hace ella aquí y aún más así?
(habla analizando mi cuerpo y con odio en los ojos)
Adams: No Barbara, esa no es la señora de la limpieza, es Melissa cuidando a mi hija, ¿no ves que nos estamos bañando en la piscina?
Bárbara: ¿Cómo puedes dejar que un empleado use tu piscina, y más aún cuidar a tu hija al dejarla entrar a tu casa, ella puede robarte Adams?
Cada palabra de ella duele profundamente, no puedo soportarlo más y me voy sin esperar a que Adams hable.
Entro y llevo a Lavinia a la habitación, sin querer, las lágrimas caen y las limpio para que Lavinia no se dé cuenta. La baño y me pongo ropa ligera por el calor.
la dejo ordenada y la llevo a la mesa
María: estaba a punto de llamar
Yo: María, ¿puedes darle el almuerzo mientras me ducho?
María: Claro Mel, puedes irte.
Yo: Vuelvo pronto princesa, come todo bien.
lavinia: esta bien
La dejo con María y voy a mi habitación, me quito el bikini y me meto en la ducha, me permito llorar ahí con el agua cayendo sobre mi cuerpo las lágrimas mezclándose con el agua trato de calmarme y espero mi cuerpo para aliviar y salir. Me pongo lencería y me seco el pelo.
Con Adams:
Adams: Cállate Bárbara, no permitiré que Melissa se ofenda.
Bárbara: ¿Vas a defenderla ahora es eso?
Adams: voy a defender si, sal de mi casa no eres bienvenido
Bárbara: No puedo creer que me estés echando por culpa de esa señora de la limpieza, ¿de qué Adams se la comió y se enamoró?
Adams: Mira, maldita perra, nunca más te atrevas a ofender a Melissa, no te quiero aquí, ¿entendido? Sal ahora o te tiro del pelo.
Bárbara: Voy a Adams pero vuelvo, a este lo voy a dejar ir porque debe estar estresado.
Ahh..y ten cuidado con esta gente, te pueden hechizar y después de que estés con un pie en el culo tomando todo lo que es tuyo.
Adams: SAI BÁRBARA
Ella se va y yo me enfado mucho, rompo todo y le doy un puñetazo a la mesa.
Adams: Maldita sea, tal como me estaba declarando.
¿Dónde está mi princesa?
Salgo de ahí y busco a Melissa por toda la casa y no la encuentro, me desespero y voy a su cuarto. Escucho un secador de cabello y mi cuerpo se alivia al saber que ella está ahí.
Entro sin llamar menos y me la cruzo….solo en lencería.
Toronjil
Más que maldito Adams, ¿por qué no le pegaste?
Agarro la toalla y me cubro.
Adams: Lo siento, vine a hablar contigo y entré sin pensar.
Yo: Habla
Adams: Quería disculparme contigo por lo que pasó, me sentí muy mal al ver a Barbara ofenderte.
Yo: Pensé que me iba a poner del lado de tu novia.
Adams: Ella no es mi novia, nunca lo fue.
Solo quiero una novia y eres tú.
Yo: Tu me dices eso y cuantos mas?
Por un lado tiene razón Adams, solo soy tu empleada, señora de la limpieza, niñera lo que sea. No puede haber nada entre nosotros.
Adams: Cállate Melissa, no vas a estar de acuerdo con esta mujercita. Estoy enamorado de esta Melissa aquí, esta Melissa que cambió mi vida y me hizo amar de nuevo. Yo te quiero y tu me quieres?
(dice tomando mis manos)
Yo: No puedo Adams..
(Digo quitándome las manos y me doy la vuelta pero rápidamente me abraza por detrás)
Adams: Oye princesa, dame una oportunidad, te prometo que puedo hacerte feliz, créeme. Te quiero a ti, solo a ti, déjame probar que podemos trabajar. No importa si somos de diferentes clases, si eres mi empleado, lo que importa es que eres el amor de mi vida y aunque se ha vuelto tan rápido no tengo miedo de decirlo.
¿Dame una oportunidad?
(Habla tocando su frente con la mía y veo que está desesperado, no tengo reacción a su declaración y también estoy muy asustada porque todo va muy rápido)
I:....