ERROR: Rojo Carmesí

—El GPS dice que es aquí ¿En qué alcantarilla está metida Rouse?

—Hey, hey.—John trata de calmarlo aunque Damián trata de controlar su desesperación usando un tono neutral.—¿Estás conciente que Rouse está escuchando?

—¿Por qué le tienen tanto miedo?—Pregunto Damián de golpe.

—Yo no le temo.—Le responde Denisa.—Solo que es mejor no discutir con ella, sigue siendo como una niña pequeña.

—Resumiendo tus palabras es una niña malcriada.—Apunto Damián y Denisa asintió.

—Bueno yo si le temo, y la quiero muchísimo.

John se bajó del auto y cerró la puerta. Denisa soltó un bufido.

—Se siente más comodo estando con Rouse, es un niño adorable.

Dijo esto y se bajó del auto. Damián los igualó, antes de cerrar la puerta del auto les preguntó.

—¿Dejaremos el auto aquí?

—Vendra alguien de servicio a guardarlo, tu tranquilo.—Le dijo John y se acercó a una casa con una reja alta de metal.

Las rejas eran rojas y en el centro del portón tenía una letra R en color rojo. Miro más detalladamente y callo en cuanta de que eran una gran mansión con algunos decorados rojos y un jardín de rosas rojas que se extendían por todo el lugar.

—De ninguna manera.—Damian negó con la cabeza.

—¿Que?—preguntaron los otros dos al mismo tiempo.

Damián comenzó a dar vueltas en su lugar y miraba a todos lados.

¿Cómo había robado esa chica esa mansión? Tenía que haber estado robando desde hace mucho más tiempo de el que el creía.

—Rouse tiene contactos.—Dijo John y salió corri mdo hacia la casa.—¡Rouse perdóname!

Denisa rio al escuchar al adolecente suplicando y entrando. Luego se detuvo al ver que Damián no se movió ni un sentimiento.

—Ya se hace tarde Damián, aquí hace frío.—Le comento y siguió caminando.

Damián murmuró "locos, son unos locos psicópatas" y siguió a Denisa. Sintió el olor de las rosas y vio varias mariposas, una fuente, tenía una estatua de una princesa con una espada y se la punta de la espada descendia el agua hacia la fuente. Hasta parecía todo demasiado fantasioso.

Las puertas gigantes se abrieron y dentro de la mansión solo se comenzaron a escuchar el eco de sus pasos. El piso era de color negro las paredes blancas pero estaban decoradas con cortinas rojas y perlas colgantes un enorme candelabro blanco. Todo era una mezcla de blanco negro y rojo que lo hizo estremecerse.

Denisa y John se sentaron en un gran mueble peludo negro con manchas rojas. El ni siquiera pudo dar un paso más cunado escucho el sonido de su voz.

—¿Are we gonna have a problem?

seguido de eso se escuchó un sonido como un chillido metálico y distorsionado.

Las luces se apagaron y una luz roja iluminó la cima de la escalera iluminando a ella si no supiera de su locura y a quien esperaba nunca se habría imaginado que era ella.

Traía el cabello rubio, ojos azules, un chaleco rojo como si fuera una capitana de un desfile.

Bajo un escalón y tomo el barandal con una estilo innegable

—¿You got a bone to pick?

El sonido metálico distorsionado como un glitch volvió a sonar y bajo otro escalón.

—¿You've come so far

Why now are you pulling on my dick?

De nuevo el sonido, y bajo un nuevo escalón mientras pronunciaba las palabras con molestia actuada mientras la luz la iluminaba cada moviemiento que hacía, bajaba cada escalera con elegancia haciendo resaltar las medias largas y rojas que le llegaban casi a las rodillas

—I'd normally slap your face off.—Bajo un nuevo escalón ahora con una sonrisa.—And everyone here could watch.— señaló a Denisa a y John que se encontraban sonriendo en el mueble.

Oh, este acto se lo estaban dedicando a el. Volvió a mirar a Rouse con su chaleco rojo y falda hipnótica.

—But I'm feeling nice

Here's some advice

Listen up, biatch!

Seguido de eso y el último sonido metálico distorsionado como un glitch y comenzó a bajar cada escalón con las manos en la cintura meneando sus caderas haciendo mover la falda a cuadros, el mentol en alto poniendo sus pies en cada escalón de manera rápida al ritmo de la música.

Se deslizó por el gran salón y se acercó hacia a Damián meneando sus caderas.

Detrás de el Denisa y John gritaron.

—¡I like!

Damián volteo para míralos y ellos solo lo vieron con una sonrisa.

—Lookin' hot Buying stuff they cannot.—Volvio su mirada a Rouse que cantaba con una mirada atrevida.

—¡I like!—Volvieron a gritar y los vio con la misma sonrisa y John comenzó a reír por lo bajo, estaban disfrutando burlándose de el.

Volvió su mirada al frente y justo.

—Drinkin' hard

Maxin' Dad's credit card— la sonrisa evadió su campo de visión y dijo esa frase con su billetera en la mano. De inmediato Damián reaccionó y se la arrebató de las manos.

—¡I like!

—Skippin' gym

Scaring her

Screwing him.—Canto señalando a los lados y separados e un poco más de mi.

—¡I like!—Doy una vuelta más y se acercó a mi corriendo con elegancia.

—Killer clothes.—Me sonrió y los otros se unieron en la siguiente frase para hacer coro.— Kickin' nerds in the nose!—Y cuando dijo está última frase me dió un golpecito en la nariz.

Le tomo de la muñeca del brazo izquierdo siendo más rápido que ella antes de que se alejara para seguir bailando. Era ya suficiente espectáculo.

—¡Suficiente!—Grito Damián, Rouse lo miro perpleja y miro al pecho de Damián que subia y bajaba por la rabia que sentía que lo hizo agitarse.

La pista de la música seguia pero Rouse dejo de cantar. Escucho un lamento de parte del chico, John apagó la pista de la música.

—Se acabo la diversión.—Damian escucho la voz del chico detrás de el.

No aparto los ojos de la chica, ambos se miraban con los ojos entrecerrados y la tensión comenzaba a sentirse en el aire. Hasta que Rouse esbozo una sonrisa que le heló la sangre a Damián. Con su mano derecha aún libre tomó la muñeca de la mano de Damián que sostenía su mano izquierda ahora mismo parecían una cadena.

—Pero si apenas comienza la diversión.—Solto una carcajada.

Damián soltó su brazo y dió un paso alejándose de la chica que aún se sumía en su risa. Miro a John y Denisa tratando de pedir ayuda pero ellos no parecían ni siquiera enmutados por la actitud cambiante de su jefa.

La chica dejo su carcajada de lado pero mantenía su sonrisa. Paso las manos por su cabello y se quitó el cabello, era una peluca rubia y dejo caer su cabello castaño debajo de sus hombros. Damián dió un paso atrás. Ella dió un paso adelante. Dejo su sonrisa pero su mirada era intensa, empujó a Damián al sillón. Este se sentó y trago saliva.

Dominado.

Esa era la palabra, estába siendo dominado por una loca con afinidad al color rojo y a las perlas y a los perfumes caros de coco. La chica se sentó a un lado de el y se recostó en el mueble, levanto sus piernas y las poso con suavidad arriba de las piernas de Damián.

El acercó su mano para apartarlas pero antes de que pudiera hacerlo escucho la fina y fría voz de la chica.

—No, no, Damián.—Levanto su dedo negando. Damián dejo su manos paralizada por un momento en el aire y luego se rindió y dejó las piernas de la ladrona en su lugar.

—¿Que es lo que quieres?—Pregunto el tratando de sonar más frío que ella, aunque el creía que no lo había conseguido.

—Denisa.—Rouse señaló a la peliroja, ella se levantó y en una mesa cercana acercó una laptop a Damián.

Tenía una imagen de una señora, su aspecto era mayor, cabello marrón oscuro, patas de gallo en sus ojos, maquillaje oscuro y una sonrisa que no llegaba a sus ojos.

Nombre/Apellido: Valeria Nuñez.

Edad: 54

Empresa: Muebles de ensueño.

Estado: Viuda/casada.

—Averigua cualquier secreto sucio de la señora para nosotros, Damián.—Le dijo Denisa con una sonrisa.—Sabemos que hay algo.

Miro a John, ahora estaba centrado en una revista. Rouse, Rouse ahora le sonreia, como estuviera viendo a un amigo al cual le estaba pidiendo un favor.

No. Era. Su amigo.