NovelToon NovelToon
Sr. Dominante

Sr. Dominante

Status: En proceso
Genre:Juego de roles
Popularitas:4.5k
Nilai: 5
nombre de autor: KeliindA RojanO C.

Liliana es una joven a la cual se le ha presentado la oportunidad de trabajar en una de las mejores empresas de la ciudad. El trabajo lo necesitaba tanto que hará lo que sea necesario para mantenerlo... Pero con lo que ella no contaba, era que se volvería el blanco del jefe, volviéndose una presa fácil para el despiadado. Sr Dominante.

NovelToon tiene autorización de KeliindA RojanO C. para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Invitación posesiva

—Esa debe ser Sandra, prepárate—

Rodando los ojos, me levanté para ver quién estaba tocando la puerta.

Pero antes de girándome le pregunté. —¿Me perdonas?—

—Claro que te perdonó tonta. Pero si vuelves a hacer algo así, te mataré yo misma—

El alivio se hizo presente en mi cuerpo, la habría abrazado, pero los golpes en la puerta Se volvieron más agresivos.

—En serio que me va a matar ella también—

Me dirigí directamente a la puerta principal, la abrí y me congelé. No había manera de que esa persona fuera Sandra.

—Hola, Liliana— Alejandro estaba frente a mí, luciendo extremadamente apuesto en su característico traje negro.

Pero en este momento, nada era tan importante como el hecho de que mi jefe estaba en la puerta de mi apartamento.

Él, mi jefe con quien me acosté anoche.

—¿Quién es Liliana?— Lucía se acercó por detrás de mí y se tensó al ver quién era.

—Hola, Alejandro— la voz de Lucía era de piedra. Al tiempo que me tomaba por el hombre pasando su brazo.

Sentí que Alejandro se estremeció un poco, fue tan sutil que solo yo pude notarlo.

Y es que tantas horas de trabajo con él sirvieron para algo, y fue para aprender a examinar cada uno de sus movimientos.

—Buenos días, lucia. Que gusto verte—

—¿Qué haces aquí?— dije finalmente encontrando mi voz, me interesé y apreté la mano en la puerta, lista para cerrarla y correr si era necesario.

La mirada de Alejandro se dirigió hacia mí y mi corazón se detuvo por un segundo, Sus hermosos ojos serían mi perdición.

—Necesito preguntarte algo, y tiene que ser a solas— su voz aún tenía esa autoridad que escuché anoche y me hizo mojarme instantáneamente.

Su presencia a mi lado era algo parecido a la puerta de la lujuria, esto siempre se abre con solo el hablarme.

Miré a Lucía por encima de mi hombro.

—¿Podrías darnos un momento por favor?— su mirada por fin se apartó de Alejandro y eso me hizo sonreír. La tonta estaba en postura protectora en este momento, cuando cinco minutos antes estaba haciendo pucheros, esto es algo gracioso.

—Solo tienes que gritar si me necesitas, estaré aquí mismo— se dio la vuelta para irse, pero no sé antes darle a Alejandro una mirada que podría matar a cualquiera y a cualquier cosa.

Ocultando mi sonrisa, me volví hacia el punto Enderezando mi postura, dije. —Ahora si señor Valero, soy toda suya—

»¿Por qué carajos dije eso sin pensar?«

Sus labios se curvaron de un lado y dio un paso hacia adelante. Me quedé ahí de pie, no sé qué estaba esperando.

Él siguió dando otros pasos hacia mí y solo se detuvo cuando su pecho pegó contra el mío. Me tomó por la cintura, mientras que con su otra mano la llevó detrás de mi cabeza sujetándola para que no pudiera moverme o voltear a otro lado.

No hice nada para detenerlo, me dejé manejar por él y todo lo que pude hacer fue quedarme allí, quieta.

Olía tan delicioso, lo que sea que fuera me hizo mojarme de nuevo.

»Realmente, estoy perdida con él«

Estoy totalmente congelada, y por más que estuviera mal estar así con él, se sentía tan bien.

Se sentía seguro y placentero.

—¿Qué estás haciendo?—susurré, con sus labios a centímetros de los míos.

—Pasaré por ti hoy a las siete de la noche— dice jugando con nuestras narices, haciendolas rozar.

—¿A dónde vamos?— pregunté aún en mi trance.

Me dio esa sonrisa hermosa que lo hacía parecer años más joven. —Ya lo descubrirás—

Tragué saliva mientras lo detallaba, sus ojos, su mandíbula, sus labios suaves y deseosos. Todo él era perfecto.

Pero así como llegaron las ganas de él, se esfumaron al pasar por mi cabeza el pensamiento de que él era mi jefe y que esto no estaba bien.

Me desenredé de él, y di un paso atrás.

—Señor Valero, esto no puede ser— me expresé con mi mejor cara de póker. No quería que viera cuánto me afectaba el tenerlo cerca. —No puedo salir contigo, porque lo que pasó anoche no puede volver a suceder— era sorprendente lo fuerte que sonaba mi voz, hasta yo estaba orgullosa de mí misma.

—¿Puedo saber por qué no puede volver a suceder?— su voz sonó dura y vi que su puño sabría y se cerraba como si le resultara físicamente difícil no tocarme. Al menos eso es lo que pensé que significaba.

—Eres mi jefe señor Valero, esto está mal—

—No, no está mal y te voy a dejar una cosa en claro, Liliana— me señaló con el dedo. —Esto apenas comienza, y no dejaré que lo deshagas—

Era como si el aire se hubiera escapado de la habitación, como si no fuera lo suficientemente miserable. Lo deseaba. Si lo hago, pero también quería mi carrera, había luchado tanto por ese trabajo y no me puedo permitir que esto entre nosotros lo arruine.

—Quiero y necesito este trabajo señor Valero, por eso no puede ser, no me puedo permitir que se arruine esto para mí—

Pude sentir su mirada extraña y curiosa.

—Soy tú jefe Liliana, ¿Lo recuerdas? No puedes arruinar nada— lo veo realizar la acción de lavarse los labios y mis ojos se posan en ellos inmediatamente. —A las siete, y está noche— con eso, se dio la vuelta y se fue, mientras yo me quedaba allí, atónita, preguntándome cómo había llegado mi vida a esto.

—¿Qué vas a hacer Liliana?—Salté cuando escuché una voz detrás de mí me volví para ver a Lucía parada allí, apoyada en el marco de la puerta mirándome de una manera que no comprendía. —Vaya fichita, tu jefe eh—

Respiré y cerré la puerta, caminé hacia la cocina sin saber qué hacer, en realidad sí sabía, él no aceptaría uno por respuesta. Ya no estoy conociendo.

No sé qué debería hacer.

Podría ser la persona más indecisa del mundo. Pero no es como si me hubieran dado una opción. Básicamente, me obligó a que saliera con él.

Con las manos enredadas en mis cabellos y mi paso cada vez más agresivo, no sabía cómo lidiar con esto.

Lucía, sentada en el sofá, tenía el mejor asiento para presenciar mi miseria. —

—Tu misma eres consciente de que lo quieres, Liliana ¿Cual es el problema?— continúa mirándome con una expresión aburrida.

Me giré hacia ella con la boca abierta por lo que acababa de decir y lo que mis oídos acababan de escuchar.

—¿Por qué estás tan tranquila ahora? ¿Dónde está ese acto de hermana mayor protectora que hacías antes?. "Hola Alejandro"—y metí sus palabras duras y frías que incluso hicieron que un tipo poderoso como Alejandro Valero se estremeciera.

—En primer lugar, yo no hablo así. Segundo, tenía que mostrarle que no estás sola. Que si se mete contigo, se mete conmigo también—

Me suavicé al escucharla, sabía que siempre podía depender de ella.

Y luego volvió a variar su boca.

—Y está bastante claro que ambos se quieren, y él está haciendo algo por eso. Mientras que tú solo estás haciendo una niña cobarde—

»¿Que?«

1
Rosa Rodelo
Foto de los protagonistas
bela
Mas por fa 🙏🙏🙏🙏
Isabel...
me encanta 😍
Isabel...
Muy buena
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play