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El Traidor

El Traidor

Status: En proceso
Genre:Amor tras matrimonio
Popularitas:25.4k
Nilai: 5
nombre de autor: @maryurisve

Rómulo Carmona Jr. es hijo del hombre más poderoso y temido del país y ante el mundo, es el heredero devoto, y la sombra perfecta de su padre. Pero en su interior, lo odia con cada fibra de su ser, porque Carmelo Carmona, es un tirano que lo controla todo, y ha decidido su destino sin dejarle opción: un matrimonio por conveniencia con Katherine León.
Para Rómulo, casarse con ella es la única manera de proteger a la mujer que realmente ama, sin embargo, lo que comienza como una obligación, pronto se convierte en un viaje inesperado y en el camino, descubre que los sentimientos pueden surgir cuando menos te lo esperas.
¿Podrán Rómulo y Katherine encontrar la felicidad en un matrimonio marcado por el deber?, o, por el contrario, estarán condenados a vivir en las sombras de un destino que ellos nunca eligieron (Historia paralela de la saga Romance y Crisis)

NovelToon tiene autorización de @maryurisve para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo XIV: Dudas y desesperación parte 2

Su tono tenía un toque de impaciencia, como si no quisiera perder más tiempo en un juego donde ya conocía el desenlace y por primera vez, Mireya no supo si fue una buena idea venir hasta allí. Antes de irse, la observó con desdén, afilando su veneno.

—No te creas que eres importante para mi hermano.

Sus ojos brillaron con satisfacción mientras añadía, cada palabra goteando burla:

—Solo eres una tapadera.

El golpe estaba diseñado para quebrarla, pero antes de que pudiera disfrutarlo, la voz de Karin la interrumpió, afilada como una navaja.

—Creo que deberías preocuparte más por ti misma.

Mireya giró la cabeza con desconcierto, pero la respuesta ya estaba en camino.

—Si mal no recuerdo, en la secundaria eres la burla de todos por estar de lamebotas detrás de Luis Arturo Alcalá.

Mireya parpadeó, su postura se endureció, pero Karin no había terminado.

—Creo que ni siquiera se atreve a mirarte e incluso dice que eres muy molesta.

El veneno se había devuelto y esta vez, fue Mireya quien sintió el golpe. Su rostro se tensó, y sin decir una palabra más, se marchó, dejando tras de sí un silencio pesado.

Katherine observó a su hermana, pero no dijo nada, porque sabía que Karin jugaba su propio juego, en este momento, y se aseguraba de que nadie humillara a su familia, y solo eso le bastó para que esbozara una sonrisa leve antes de tomar un sorbo de su café.

—¿Crees que sea verdad? —susurró Katherine, sintiendo cómo un nudo le apretaba el pecho.

—Es probable —respondió Karin sin siquiera alzar la mirada de su taza.

Katherine siguió bebiendo su café lentamente, mientras un par de lágrimas silenciosas descendían por su rostro porque en el fondo, ya lo sabía, Rómulo estaba enamorado de otra mujer. solo que ahora, por fin, la sombra en la oscuridad tenía nombre: Natalia Carmona, su prima.

—¿Hermana… qué pasaría si decido no casarme con Rómulo? —preguntó Katherine con desazón, sin poder contener la grieta en su voz.

El golpe de la verdad le dolía más de lo que habría admitido siquiera ante sí misma, porque ya no era solo la certeza de que jamás tendría un lugar en su corazón, ahora sabía que tendría que compartir su vida con la sombra constante de quien sí lo tenía.

Karin la observó por encima del borde de su taza, con su elegancia intacta y su juicio, afilado.

—Seca tus lágrimas —dijo con calma glacial—. Y deja de decir tonterías, Katherine.

Karin bebió un sorbo más, como si acabara de corregir una falta de etiqueta.

—Después de todo, no lo amas, solo lo necesitas.

Fue un golpe sutil, pero certero, y Katherine no pudo negarlo.

Apretó los labios, tratando de juntar los pedazos de su compostura.

—¿Cómo puedo casarme con él ahora que sé esta verdad?

Karin dejó la taza sobre la mesa con la precisión de una jugadora de ajedrez que anticipa su próxima victoria.

—Exactamente igual que como lo ibas a hacer antes de saberlo —respondió con imperturbable paciencia.

Katherine soltó un suspiro frustrado y comenzó a enumerar sus inquietudes: los rumores, la tensión en el ambiente, la constante presencia de Natalia, la posibilidad de una humillación pública o un futuro sin afecto y una por una, Karin las desmontó con respuestas frías, racionales, e irrebatibles.

Cuando ya no quedaban más argumentos que expresar, y el silencio volvió a colarse en la habitación como una sombra que lo cubría todo, Karin dijo una cruel verdad y es que ya no podía evitarse esa boda.

—Hermana, entiende algo: no hay manera de evitar esta boda.

Katherine cerró los ojos un momento, como si buscara aire dentro de sí.

—Y si te sirve de consuelo —añadió Karin—, para Rómulo tampoco debe ser una buena situación.

Karin bebió otro sorbo, calmada, y luego clavó la mirada en ella con la serenidad de quien ha visto todo antes.

—Con tal que te respete y no traspase tus límites, tres años pasarán volando.

Katherine no respondió, solo sostuvo la taza con ambas manos, como si en su calor pudiera encontrar la fuerza para aceptar lo que estaba por venir, porque al final del día, el acuerdo ya estaba hecho y ella tendría que aprender a vivir dentro de él. Pero el café hacía rato que se había enfriado.

Después de su conversación con Karin, continuó con los preparativos como si nada hubiese ocurrido, porque ¿qué importaba haber admitido en voz baja que el corazón de Rómulo pertenecía a otra?, ¿Qué importaba saber que nunca lo tendría?

 La ceremonia seguía adelante, el vestido ya estaba listo y el peón debía moverse. Pero cuando finalmente se retiró a su habitación, buscando descanso, la soledad volvió a colarse sin pedir permiso, aunque esta no era la primera vez que la sentía, años atrás, ya había tenido que renunciar a un amor.

Un joven inteligente, cálido, ambicioso, que por primera vez le hizo sentir que podía elegir su propio camino, pero su único defecto era el mismo que el de Ibrahim:

No tenía el apellido correcto, ni el linaje adecuado, y Katherine, obediente como siempre, se rindió ante la presión familiar y le pidió que se alejara, pero no sin antes darle su primera vez como despedida.

Y él, dolido, cumplió su deseo, más nunca supo de él, hasta esa noche. Impulsiva, rota, débil, marcó su número, como si en algún rincón absurdo de su mente, aún esperara escuchar su voz al otro lado. Que le dijera “todo va a estar bien”, como solía hacerlo en el pasado. Pero no fue él quien respondió.

—¿Hola?

Una mujer.

Risas detrás, conversaciones animadas, música y entonces, escuchó su voz en el fondo, alegre y tranquila, porque la vida siguió para él, sin ella.

Katherine colgó sin decir una sola palabra y su pecho se contrajo de manera insoportable, pero no lloró, porque ahora, ya sabía cuál era su lugar.

Una herramienta para su familia, un simple peón en el tablero del poder, un apellido que debía enlazarse a una estrategia, no a la felicidad. Inspiró hondo, se secó el rostro con el dorso de la mano, y sin mirar a nadie, bebió un sorbo de agua, porque ya nada le dolía. Solo pesaba.

La víspera de la boda, dos habitaciones distintas contenían la misma desazón.

En una, Rómulo miraba su reflejo en el espejo, buscando una respuesta que no aparecía en su expresión tensa. En la otra, Katherine sostenía un vaso de agua, sin saber si el peso en su pecho venía de la renuncia o de la resignación.

Los dos se sentían atrapados.

Rómulo no reconocía al hombre que veía frente a él, uno que iba a casarse con una mujer a la que no amaba, uno que había renunciado a la única persona que realmente le importaba, uno que había elegido el camino más seguro, pero también el más doloroso.

Y ahora, se preguntaba si realmente había tomado la mejor decisión.

El problema es que ya no había vuelta atrás porque al día siguiente, su vida cambiaría para siempre y Natalia ya no estaría en ella.

En otro rincón, Katherine recordaba otra noche de renuncia, el momento en que también había dejado atrás a alguien que significó todo para ella, la voz que ya no respondería con ternura, porque pertenecía a otra vida que sí siguió adelante.

La certeza de que ella nunca había tenido el privilegio de elegir por sí misma, solo de ser elegida.                     Inspiró hondo, se secó el rostro con el dorso de la mano porque el matrimonio iba a suceder y mañana, sus caminos quedarían atados bajo un pacto que ninguno de los dos quería.

A las cuatro de la mañana, Katherine fue despertada bruscamente, la puerta se abrió sin previo aviso, y Karin entró como un dínamo, acompañada de dos empleadas que se apresuraban a seguir su ritmo.

Cuando vio el rostro de su hermana, frunció el ceño con desagrado.

—¿Estuviste llorando?

No había acusación en su tono, solo impaciencia y Katherine no se atrevió a negarlo, y sin perder un segundo, Karin dirigió una mirada severa a una de las empleadas.

—Trae hielo porque debemos hacer que esta inconsciente luzca presentable.

Sin esperar respuesta, se giró hacia la otra.

—Y tú busca un ungüento para la inflamación, por lo menos hoy, mi hermana tiene que verse bien.

Las órdenes se dieron con la precisión de alguien acostumbrado a que cada movimiento encaje perfectamente en el tablero. En la casa, nadie se sorprendió por el trato que Karin le daba a su hermana, el desdén no era nuevo sino parte del proceso.

El personal se dispersó sin cuestionar nada, siguiendo las instrucciones con la eficacia que Karin exigía, y cuando quedaron solas, Karin se acercó sin decir una palabra.

Katherine mantuvo la mirada baja, esperando otro reproche, otra corrección, otra estrategia, pero en lugar de eso, Karin la abrazó, y sin despegarse, le susurró al oído.

—Todo va a estar bien.

La frase fue breve, suave, casi imperceptible, pero lo suficiente para que Katherine sintiera el eco de algo genuino.

Entonces se escucharon pasos acercándose, y como si aquel momento nunca hubiera existido, Karin se separó con calma.

Cuando la puerta volvió a abrirse, y las empleadas regresaron con lo solicitado, todo retomó su curso y Karin ya había vuelto a ser la mujer fría y dura que todos conocían, porque así era como se sobrevivía en esta familia.

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Kim Nava
jajajaj tomándose con pared desgraciado 😡los hermanos Alcalá no te darán el gusto
Kim Nava
hay no ojalá no descubran a Romulo que sepa que ese mal nacido va a empezar a investigar quien es el infiltrado
LectoraPR
Me recuerda a Fidel Castro y su hija.
Kim Nava
hay no ya que se muera ese Carmelo pues que no está ya muy viejo 🤔
@maryurisve: Excelente reflexión, muchas personas me han preguntado de que país se habla en esta saga y siempre me refiero a que no se trata de un país en especifico sino a un fenómeno que ha ocurrido a lo largo de la historia
LectoraPR: Esta saga de Novela trae a mi memoria las versiones Latinoamérica. A cuantos acallaron, inculparon, destruyeron y robaron. Pinochet en Chile; Jorge Videla en Argentina, Stroessner en Paraguay; Batista y Fidel Castro en Cuba; La familia Somoza por más de 30 años en Nicaragua; Chávez en Venezuela; Duvalier en Haití donde murieron más de 30 mil y dejó el país en miseria; Trujillo en RD, donde se cree que murieron más de 50 mil, un gran represor. Noriega que su fumó la riqueza de Panamá. La lista es interminable. Ferdinand e Imelda Marcos que oprimieron a Filipinas por 20 años y se robaron más $10,000+ millones. Cada país a tenido a su apresor(es), Hitler en Alemania. Porque el poder, la fama y el dinero siempre corrompen el pensamiento de un hombre o una mujer débil de pensamiento y ególatra. .
total 5 replies
Kim Nava
Dios mío tanto tiempo este nene no necesita crecer en se detestable ambiente
espero esto que va hacer Romulo salga bien sería pésimo que después de todo lo que a hecho esto falle
Kim Nava
hay por Dios otro bebé en medio de esa tormenta
que al parecer no tiene fin
Kim Nava
años y no han pedido desenmascarar a ese desgraciado 😡
LectoraPR
❤️❤️❤️
Kim Nava
Dios mío que problemas trae eso
Kim Nava
romulo se que te preocupas por Natalia pero eso ya no está en tus manos ahora sólo debes sobrevivir por tu familia que es su espada en hijo
LectoraPR
Rómulo deja de mover la paja a ver si encuentras la aguja. Ese amor ya se perdió, permite que ella lo transforme en respeto y consideración hacia tu persona y no en decepción y recelo. La pones en situación peligrosa. Lo que fue ya pasó..., no pongas en riesgo tu relación con Kat.
LectoraPR
Margarita, para tu información ya Rómulo no está pegado a ti a través de un cordón umbilical emocional. Ya no puede ser tu marioneta.
Kim Nava
dio mío desde que empezó esta historia todas las jugadas que hace ese despreciable hombre le salen bien 😡 joder y los vigilantes y Romulo nada 😩y el arriesgando a que lo descubran que decepción y estrés
Kim Nava: exacto todo esto en esta historia pasa en la vida real
LectoraPR: Carmelo Carmona es la viva imagen de todos los hombres/mujeres que han vivido y llegado al poder convenciendo a su pueblo de que son la solución a sus problemas. Empiezan “bien” y cuando el pueblo le pone en bandeja de plata su confianza sacan sus garras. El poder no corrompió a Carmelo, él ya estaba así, ahora anda por la libre acallando, aplastando, sembrando el terror a través de la tortura en sus detractores. Uys que veo en el espejo a EU, Cuba, Alemania, Chile, Argentina, Venezuela y muchísimos países más a los que un tirano les prometió la paz... ☹️🤔
total 2 replies
LectoraPR
De difícil es ahogar los sentimientos... Rómulo ya dile a Kat que mueres por ella.
LectoraPR
❤️
LectoraPR
La guerra no se gana con balas ni discursos ..., 💎👑
Kim Nava
se que está historia va para largo pero ya que se desagan del malnacido de Carmelo😡
Kim Nava
Dios que estrés para Romulo 😩😩😩
Kim Nava
dios mío este chico tiene que salir bien librado para que sea feliz 🙏
Kim Nava
ese era mi temor que se enteraran a donde se iba kat 🤦🏻‍♀️ espero esas viejas no lleguen hacer nada 😩
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