REENCARNE EN UNA SALVAJE

Jeinnys: Lo es (respondí con seriedad, pasando un dedo sobre el filo, una gota de sangre apareció, resbalando lenta, la cuchilla era tan real como cualquier daga de metal, durante las semanas siguientes, el mar y la selva se convirtieron en mi campo de pruebas.

Primero, intente darles forma a pequeñas dagas, falle decenas de veces: algunas se quebraban al instante, otras se derretían antes de terminar, pero poco a poco, aprendí a concentrar la energía en estructuras más estables.

Después, probé con escudos delgados como vidrio, capaces de resistir el golpe de una piedra lanzada por Náhu)

Náhu: ¡Otra vez! (gritaba, lanzando rocas con todas mis fuerzas)

Jeinnys: ¿Disfrutas demasiado esto, ¿verdad? (resople, mientras el escudo se agrietaba, pero resistía, eso es una novedad)

Náhu: un poquito, así ambas entrenamos (el entrenamiento se convirtió en un juego extraño: yo la atacaba con palos, piedras o incluso lanzándome encima de ella, mientras Jei debía responder usando el hielo con precisión, sin descontrolarse, o yo terminaría lastimada, eso ayudó muchísimo a que su precisión mejorara, cada sesión terminaba con risas, pero también con Jei tirada en la arena, agotada y empapada en sudor frío.

El mayor descubrimiento llegó por accidente.

Una mañana, mientras entrenábamos, ella tropezó y se abrió una herida en la pierna, la sangre corría con rapidez, yo si entré en pánico y corrí a prestarle mi ayuda, pero en lugar de entrar en pánico ella, instintivamente canalizó el hielo hacia la herida, el flujo se ralentizó, y un leve cosquilleo recorrió mi cuerpo, eso sí que me dejo más impactada

Cuando me miró, vio que había logrado congelar los bordes de la herida, cerrándola lo suficiente para detener la hemorragia) Jei…. El hielo no solo mata, también te está salvando

Jeinnys: (respire hondo, recordando las palabras de la figura de hielo en mi sueño: “El hielo protege, conserva, mantiene la vida.”

Ese día entendí que mi poder no era solo un arma de destrucción, podía ser mi escudo, mi refugio, incluso mi salvación, al anochecer, de pie sobre la playa, extendí ambas manos, concentre mi energía y forme una daga de hielo perfecta: afilada, translúcida, estable, el viento soplaba fuerte, pero la hoja no se quebraba, la sostuve un largo rato, y por primera vez, sentí que el hielo no luchaba contra mí, que ambos respiramos al mismo ritmo) Ahora sí… soy peligrosa de verdad

Náhu: Eres peligrosa… pero también eres mi amiga y eso significa que ahora yo también soy peligrosa

Jeinnys: (los entrenamientos me ayudaron a encontrar el equilibrio perfecto, controlo mi magia como si fuera parte de mí, nunca imagine vivir algo parecido, tengo magia y eso ya es mucho, creí que ella me consumiría, pero no, somos una sola, eso si Náhu ha avanzado también, ya le enseñé varias técnicas de combate cuerpo a cuerpo, lo único que nos falta es aprender a defendernos con espadas, eso lo haremos luego) salga de ahí, o hare que salga y será muy doloroso para usted

Chaman: debes entregar a el sacrificio

Jeinnys: ayy por favor, tan bruto no creo que sea, ¿quiere irse a reunir con sus diositos o qué?

Náhu: (me asome a la puerta para observar con quien peleaba Jei, vi como ese chaman retrocedía, le tienen miedo y para mí en estos momentos eso es algo satisfactorio, lo que si odie fue que trajeran a las personas que se dicen ser mis padres, ellos nunca me protegieron de la tribu *susurro*) Jei no los quiero aquí, ellos no son mi familia

Jeinnys: eres astuto, pero como puedes ver, no existe un vínculo afectivo entre Náhu y esas personas, y si, sé que no logras comprender muy bien lo que te digo, pero lo que sí quiero que entiendas es que ella no se ira de aquí y eso debería quedar más que claro

Chaman: eres un ser maligno, no poder llevarte al sacrificio

Jeinnys: si puedo y tu ni nadie podrá evitarlo (alce una pequeña cerca de muchas púas de hielo, el terror reflejado en sus rostros fue satisfactorio)

Náhu: deben irse, ella no es tan misericordiosa como parece, si no los mato antes no quiere decir que no lo haga ahora, puede hacerlo con un pequeño chasquido de dedos

Jeinnys: (se retiraron a regañadientes, creo que ellos se convertirán en parte de un pequeño juego para mantenerme en forma en mis entrenamientos, aun no sé cuándo podamos salir de aquí, debe haber un mundo esperándome más allá de esta agua salada)

Náhu: (el tiempo ha trascurrido con prisa, ya estamos en nuestros veinte años, he adoptado parte de la cultura de Jei, celebramos nuestro nacimiento de una manera extraña, pero me gustó mucho, ambas hemos aprendido muchas cosas, ella aprendió a controlar su magia a la perfección, no la encontraba cerca de nuestro refugio y salí a buscarla, estaba cerca de una laguna que hicimos, ella dijo que la ayudaría y siempre que quiere distraerse va allí) ¿no estas cansada?