Zoe es una joven brillante y apasionada por los videojuegos. Después de años estudiando y perfeccionando sus habilidades en el extranjero, regresa con un sueño claro: Trabajar en Titan Games, la empresa líder en el desarrollo de videojuegos.
Pero hay un problema...
El CEO de la empresa, Leonardo Montenegro, tiene una regla estricta: NO MUJERES en el equipo de desarrollo. Su amarga experiencia con su exnovia, quien lo dejo plantado en el altar, lo convenció de que las mujeres solo traen drama y complicaciones innecesarias.
Zoe, indignada Pero determinada no está dispuesta a dejar que el machismo arruine su carrera. Con la ayuda de su mejor amiga Liliana, una maquilladora profesional, se transforma en Zack: Un chico reservado y serio con un talento excepcional para él código y el diseño de videojuegos.
Logra entrar en la empresa, pero pronto se da cuenta de que mantener su identidad oculta no sera nada fácil.
NovelToon tiene autorización de Alvarez para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
CAPÍTULO 14: DESCUBRIENDO LA VERDAD
Zoe tragó saliva con fuerza mientras caminaba detrás de Leonardo hasta su oficina.
Su mente trabajaba a toda velocidad.
"¿Me descubrió? ¿Dije algo sospechoso? ¡Piensa rápido, Zoe!"
Leonardo cerró la puerta con un movimiento seco y se cruzó de brazos, mirándola fijamente.
—¿Me puedes explicar qué demonios te pasa?
—¿Q-qué? ¿A qué te refieres? —respondió Zoe, fingiendo inocencia.
—No te hagas el tonto, Zack. Me has estado evitando toda la semana. ¿Dije o hice algo que te molestara?
—¡No, para nada! —dijo rápidamente, nerviosa.
Leonardo la observó en silencio. Algo no encajaba.
Zack… no actuaba como un hombre.
Había algo en sus gestos, en su manera de reaccionar… Demasiado sutil, pero ahora que lo pensaba, había estado ahí desde el principio.
"No puede ser…"
Un pensamiento irracional cruzó su mente, pero lo desechó enseguida. No, imposible.
Sin embargo, había una forma de comprobarlo.
De repente, Leonardo se acercó con pasos lentos, acortando la distancia entre ellos.
Zoe retrocedió instintivamente hasta que su espalda chocó contra la pared.
—¿Qué estás haciendo? —preguntó con voz temblorosa.
Leonardo no respondió. Solo se inclinó un poco más, invadiendo su espacio personal, observándola con intensidad.
Luego… levantó una mano y le retiró el gorro que Zoe usaba todo el tiempo. Y con el gorro también le quitó la peluca.
Y entonces lo vio.
Cabello largo que antes estaba recogido cayó como una hermosa cascada de rizos rojos.
Su corazón dio un vuelco.
Los ojos de Zoe se abrieron de par en par.
—¡N-no es lo que parece!
Pero Leonardo ya estaba en shock.
Su mente repitió una sola palabra, como un eco ensordecedor.
“Mujer.”
Zack… no era Zack.
Era una mujer.
Y él había estado sintiéndose atraído por ella todo este tiempo.
El silencio en la oficina se volvió insoportable.
Los ojos de Leonardo se oscurecieron mientras miraba a Zoe fijamente. Su mandíbula se tensó, sus puños se cerraron con tanta fuerza que los nudillos se pusieron blancos.
—¿Así que todo este tiempo… me has estado viendo la cara? —Su voz sonó fría, contenida.
Zoe sintió un escalofrío recorrer su espalda.
—Leonardo, yo… puedo explicarlo.
—¿Explicarlo? —se rió sin humor—. ¡¿Qué demonios puedes explicarme?!
Dio un paso atrás, pasándose una mano por el cabello con frustración.
—No puedo creerlo… No acepto mujeres en esta empresa por una razón, ¡y tú entraste aquí a base de una mentira!
Zoe sintió una punzada en el pecho.
—¡Pero he trabajado duro! ¡Soy buena en lo que hago!
—¡No importa! —Leonardo golpeó el escritorio con fuerza—. No puedes quedarte.
Esas palabras le dolieron más de lo que esperaba.
Zoe sintió los ojos arder, pero se negó a llorar. No frente a él.
—Ya veo… —murmuró con la voz temblorosa—. Está bien.
Se dio la vuelta con la cabeza en alto y caminó hacia la puerta, pero antes de salir, se detuvo y miró a Leonardo con una mezcla de tristeza y rabia.
—Creí que lo que importaba era el talento, no el género. Supongo que estaba equivocada sobre ti.
Leonardo no dijo nada. Solo la vio salir de su oficina y desaparecer por el pasillo.
Pero en cuanto la puerta se cerró, sintió un vacío inexplicable en el pecho.
Algo le decía que acababa de cometer un gran error.
Gabriel entró sin siquiera tocar la puerta.
—¿Qué demonios hiciste?
Leonardo estaba de pie junto a la ventana, con la mirada perdida en el horizonte.
—Lo que debía hacer —respondió con voz tensa.
Gabriel chasqueó la lengua y cruzó los brazos.
—No me vengas con excusas. Estás molesto, lo entiendo. Pero, ¿de verdad crees que despedirla fue la mejor decisión?
Leonardo giró bruscamente.
—¡Nos mintió, Gabriel! Se infiltró en la empresa haciéndose pasar por un hombre. ¡¿Cómo esperas que reaccione?!
Gabriel suspiró, pero su expresión seguía seria.
—No estoy diciendo que no tengas derecho a estar enojado. Pero piénsalo, Leo… ¿cuántos problemas ha resuelto Zack… quiero decir, Zoe?
Leonardo apretó los puños.
—Eso no cambia nada.
—¿No? —Gabriel alzó una ceja—. Dime, ¿qué te molesta más? ¿La mentira o lo que estás empezando a sentir por ella?
Leonardo abrió la boca para responder, pero se quedó en silencio.
Gabriel sonrió con ironía.
—Exactamente lo que pensé.
Sin esperar respuesta, salió de la oficina, dejando a Leonardo sumido en sus pensamientos.
...🎮🎮🎮🎮🎮🎮...
Zoe llegó a casa y se desplomó en el sofá. Liliana apareció con una bolsa de papas fritas.
—Amiga, llegaste temprano hoy. ¿Paso algo?
— ¿Algo? No, paso de todo.
Zoe se sentó y empezó a contarle a Lili todo lo que había ocurrido, está cada vez se sentía más indignada.
—¡Dime que no es cierto! ¡¿Ese idiota de Leonardo te despidió?!
Zoe suspiró y se cubrió el rostro con las manos.
—Sí… pero me lo merecía.
Liliana resopló.
—¡Claro que no! Te disfrazaste porque era la única forma de entrar. ¡Y resultaste ser la mejor en tu trabajo!
Zoe la miró con cansancio.
—No importa, Lili. Necesito seguir adelante.
Se levantó, tomó su laptop y empezó a buscar ofertas de empleo en otras empresas de videojuegos.
Liliana la observó con atención.
—¿Y si… no quieres seguir adelante?
Zoe dejó de teclear y la miró fijamente.
—¿Qué quieres decir?
Liliana sonrió con picardía.
—Digo que si sigues enamorada de ese CEO testarudo… tal vez todavía haya algo por hacer.
Zoe sintió su corazón acelerarse, pero negó con la cabeza.
—No. Se acabó.
Pero mientras volvía la vista a la pantalla de su computadora, no pudo evitar preguntarse si en verdad lo estaba.
💖✍🌟✍💖
Una novela que te atrapa y no logras parar de leer hasta el punto final. Es la primer novela que leo de su autoría y me ha dejado enganchada.
🌟✍💖✍🌟
Una trama buena y dinámica, con una narrativa hermosa y coherente y unos personajes muy bien diseñados.
🌟✍💖✍🌟
Ortografía y redacción... ¡De lujo! (Algo que siempre agradecemos los lectores más exigentes.)
💖✍🌟✍💖
¡Felicitaciones inmensas a la estimada escritora!
😆😆😆