El Mafioso Se Robó A La Novia

Mireya caminó con pasos inseguros detrás de Lucas mientras él la llevaba hacia un lujoso automóvil estacionado frente a la mansión, Las luces de la noche reflejaban su brillo en la carrocería negra del vehículo, como si se burlaran de su encierro disfrazado de lujo, Lucas, con una sonrisa de satisfacción, abrió la puerta para ella, y aunque todo en su cuerpo le pedía resistirse, Mireya sabía que no tenía elección,

*el automóvil de lujo*

—Vamos, cariño, no tengo toda la noche—dijo Lucas con voz suave, pero cargada de una amenaza implícita,

Mireya subió al auto en silencio, manteniendo la mirada baja, Aunque su exterior parecía frío y controlado, por dentro luchaba contra el miedo y la desesperación, Su única esperanza residía en Caesar, pero ni siquiera estaba segura de si él sabía dónde buscarla,

El trayecto fue silencioso, interrumpido solo por las instrucciones de Lucas al conductor, Mireya observaba el paisaje pasar rápidamente por la ventana, tratando de memorizar cada detalle en caso de que tuviera la oportunidad de escapar,

Mientras tanto, en un gimnasio privado, Caesar entrenaba con intensidad, Cada golpe que lanzaba al saco de boxeo era un recordatorio de lo que había perdido y de lo que estaba dispuesto a recuperar, Su mente estaba enfocada únicamente en Mireya, la imagen de su rostro seguía apareciendo cada vez que cerraba los ojos,

*Caesar entrenando*

—Esta vez no fallaré—se dijo a sí mismo, su voz firme pero cargada de emoción,

Había pasado días recopilando información, utilizando todos sus recursos para localizar a Lucas, Ahora que sabía dónde estaba la mansión, había comenzado a trazar un plan meticuloso para entrar y sacar a Mireya de allí, No importaba lo que costara, estaba dispuesto a arriesgarlo todo,

*el restaurante de lujo donde Lucas llevo a Mireya*

De repente unos hombres se acercaron a y se sentaron en la mesa, Mireya los mira muy confundida no sabía que estaba tramando Mireya,

—¿no va a saludar querida?—pregunto Lucas con una sonrisa llena de ego,

—hola respondió— Mireya con sus manos temblando,

Mireya bajó la mirada, sintiendo el peso de las miradas inquisitivas de los hombres que acababan de llegar, Eran varios, todos con trajes oscuros y una presencia intimidante que le erizaba la piel, Uno de ellos, el de mayor edad, tenía una cicatriz que atravesaba su ceja izquierda hasta la mejilla, y parecía estudiar a Mireya como si fuera una mercancía,

—Lucas, pensé que no compartías tus… tesoros—dijo el hombre de la cicatriz con una sonrisa sarcástica mientras encendía un cigarro,

Lucas soltó una carcajada y se recostó en su silla con aire triunfal,

—Bueno, hay excepciones para los socios, ¿no?—respondió, haciendo un gesto hacia Mireya como si fuera un trofeo,

El corazón de Mireya comenzó a latir con fuerza, y sus manos, ya temblorosas, se apretaron en su regazo, ¿Qué estaba planeando Lucas? ¿Por qué la había llevado allí? El hombre de la cicatriz le dirigió una mirada penetrante, como si pudiera ver más allá de su miedo,

*los hombres en cuestión*

—Entonces, esta es la famosa Mireya de la que tanto hablas—continuó el hombre— Es hermosa, lo admito, Pero… parece un poco frágil. ¿Está a la altura de nuestras expectativas?,

Lucas inclinó la cabeza hacia Mireya, con una sonrisa que ocultaba algo mucho más oscuro,

—Oh, no se dejen engañar por las apariencias, Mireya tiene una fuerza que pocos poseen, Es… única—dijo, su voz cargada de doble intención,

Mireya sintió un nudo en la garganta, Las palabras de Lucas la hicieron sentirse aún más atrapad, Había algo siniestro en esa reunión, algo que no podía comprender del todo, pero que sabía que no sería bueno para ella,

—¿Por qué estoy aquí?—se atrevió a preguntar, su voz apenas un susurro,

Lucas la miró con una mezcla de burla y desdén,

—Estás aquí porque quiero que lo estés, cariño, ¿No es suficiente razón?—respondió, antes de tomar un sorbo de su copa de vino,

Los hombres rieron, pero la risa era seca, casi mecánica, Mireya sintió que el aire se volvía más pesado con cada segundo que pasaba,

El hombre de la cicatriz dejó su cigarro en el borde del cenicero y se inclinó hacia Lucas,

—¿Y entonces? ¿Qué papel jugará en nuestro trato?—preguntó, ignorando por completo la presencia de Mireya como si fuera invisible,

Lucas se encogió de hombros, pero sus ojos brillaban con malicia,

—Aún estoy decidiendo,Pero seguro que será algo que nos beneficie a todos,

El corazón de Mireya se hundió, Ya no había duda: Lucas estaba usando su vida como moneda de cambio, Sabía que no podía esperar más, Tenía que encontrar una forma de escapar, antes de que su destino quedara sellado,

Mientras los hombres seguían hablando, ella miró a su alrededor, buscando cualquier posible salida, cualquier oportunidad para liberarse de ese infierno. Pero el lugar estaba lleno de guardias de seguridad, y todos parecían responder a Lucas,

—bien, ¿tenemos un trato?—pregunto lucas, a lo que el hombre asintió,

Ellos había hecho un trato, Mireya seguía sintiendo el peligro, luego de que ellos comieran y bebieran se levanta para irse a una habitación de un hotel cerca, Mireya pensó que todo termino pero se equivocó, recién había empezado su infierno,

—¿y ahora a dónde vamos?—dijo Mireya, nerviosa ella miraba a todos lados buscando un lugar hacia dónde correr,

Pero no había posibilidades de escapar de esa pesadilla,

—vamos a festejar querida—dijo mirando a los hombres, y ellos a Lucas,

Llegaron la habitación y uno de los hombres sujeta a Mireya de la cintura y ella intenta apartarla,

—vamos no seas tímida querida, estamos de festejo—dijo Lucas con una mirada sombría,