Princesa Asesina

Sus pestañas como perlas suaves temblaron al encontrarse con ese joven rostro hermoso.

No podía creer que había sido atrapada por este chico guapo.

¿El es realmente el familiar que su maestro le había dicho?

Levantando su brazo, tocó la mejilla del joven niño con su pequeña manita.

Su rostro infantil expresó seriedad miro al joven niño preguntándole una vez más – ¿eres mi pariente?

El joven niño quien estaba nervioso por conocer a su hermana menor pérdida se sorprendió por lo valiente que podía ser.

“una niña pequeña hermosa con mejillas hinchadas le preguntó eres mi pariente”

Nunca nadie le había hablado con un tono tan serio como el de esta pequeña niña.

Esbozando una sonrisa dulce, el joven niño tocó los mechones que cubrían la frente de la tierna niña.

– ¡si, soy tu hermano mayor! “Me llamo Nicolás, pequeña Alia he esperando tu regreso todo este tiempo ahora que  nos encontramos nunca nos separaremos, yo Nicolás prometo protegerte para toda la vida” – resonó firmemente su voz por todos los árboles de durazno.

El viento fresco despertó a la pequeña Alia, ese sentimiento familiar era verdaderamente hermoso.

Aunque nunca ha tenido familiares, siempre ha estado orgullosa de tener a su amado maestro quien la ha acompañado siempre.

Sonriendo como la dulce primavera Alia saltó a los brazos del joven niño rodeando su cuello.

– ¡hermano mayor! Estaremos juntos de ahora en adelante – susurró acurrucándose sobre su hombro.

El joven niño nunca esperó que Alia lo aceptara, esto lo hizo tan feliz que abrazó fuerte a la niña.

Soltándose del abrazo, la pequeña Alia se acercó a su maestro mirándolo más de cerca.

– ¡Maestro tengo un hermano! – confesó de manera orgullosa.

El maestro hermoso de rasgos tridimensionales como la mejor obra de dios que parecía quitarte el aliento poseía unos labios dulces seductores los cuales esbozaron una sonrisa llena de ternura.

A pesar de ser tan hermoso e insuperable sus ojos estaban cubiertos por una fina seda había perdido sus ojos para siempre.

Sus largos dedos finos tocaron la cabecita de la niña consintiéndola como una niña mimada.

– ¡Nuestra Alia merece lo mejor! – Su voz es como una melodía suave e hipnótica.

Cada vez que hablaba los pájaros cantaban en unísono, alabando su suave voz.

Hipnotizada por la apariencia tan celestial de su maestro, la pequeña sintió que todo estaría bien.

Suspirando Alia dejó de pensar más en esos recuerdos del pasado pues ya no tenían sentido cuando ya la habían abandonado.

Recostandose sobre el suelo no soltó ninguna lágrima pues su llanto ya había terminado cuando su hermoso maestro y su tío la habían abandonado.

¡Aunque el dolor no era mínimo ya no sentía que podría volver a llorar! Cerrando sus ojos Alia durmió esperando que fuera solo un mal sueño.

Pasaron unas horas.

Alia quien dormía profundamente escuchó una voz que le llamaba.

Haciendo leves quejidos abrió sus ojos mirando con su mente casi nublada a la persona que le llamaba.

– ¡princesa Alia, es hora irse! – la voz que le ordenó es de un guardia imperial.

El hombre robusto de armadura expresó indiferencia al mirar a la joven que dormía profundamente en el suelo, que en sus adentros la culpa por lo que había sucedido después de todo si el compromiso se hubiera llevado a cabo el imperio Kalisto hubiera tenido una aliado fuerte para resistir al ejército del tercer príncipe del imperio sagrado.

Lo que nunca esperó que todo se vino abajo por qué la princesa decidió escapar de su responsabilidad sin embargo sentía una profunda tristeza una joven sin un talento sería torturada por ese imperio.

Negando con la cabeza el guardia sacó la cadenas.

Mirando a la Alia habló – ¡princesa es hora irse!

La mente antes nublada de Alia se aclaró mirando las cadenas que habían traído para atar sus manos y pies la dejaron atónita.

Nunca pensó que su hermano sería tan cruel para darle tal humillación.

¡Alia podía sentir que le clavaban una daga en el pecho!

– ¡hazlo! – respondió Alia mientras levantaba las manos.

El guardia imperial colocó las cadenas en las muñecas de Alia tanto como en sus tobillos, moviendo la cadena la guió para salir del destartalado altar.

Salieron de la cámara secreta imperial hasta llegar fuera del palacio.

Todos los ciudadanos observaron a Alia siendo llevada por cadenas como una prisionera.

Los ciudadanos no evitaron susurrar.

– ¡Lo tiene merecido!

– ¡debió de haberse casado, mi hijo murió por su culpa!

– “esa princesa inútil está llena de desgracia será torturada por el imperio sagrado, pobre chica”

– ¡muchos murieron por su inmadurez!

Las voces que susurran llegaron hasta los oídos de Alia.

No parecía molesta o avergonzada ni tampoco triste estaba realmente acostumbrada al trato de la gente por ser una inútil sin despertar después todo era raro que un descendiente de cualquiera familia de realeza o noble naciera sin un despertar.

Saliendo de la muralla, los ojos dorados de Alia brillaron con una luz tenue.

– ¡no le importaba ser un rehén! “Tiene una meta y es encontrar a su maestro incluso si tiene que cruz miles de infiernos sobrevivirá, buscará la forma de huir del imperio sagrado para encontrar a su maestro solo necesita hacer un plan en cuanto a su hermano” – pensando en esto Alia miró hacia atrás.

Observando la cima de la muralla.

Pudo ver la figura del hombre que prometió protegerla, su hermano mayor o más bien el emperador Nicolás.

¿Qué importa? Puede renunciar a esa familia pero nunca a su maestro.

Apartando la mirada, Alia comenzó hacerse la idea de las pesadillas que le esperan en el imperio sagrado.

La figura hermosa que vestida de blanco sacrificio se volvió tan solitaria cubierta por la cálida luz del sol ardiente

Mientras tanto el emperador Nicolás quien observó esa figura solitaria no pudo evitar apretar los puños.

Su corazón se rompió, había fallado a la promesa esta era la única opción para protegerla.

– ¡Ali, no pido que me perdones! “Quedarte aquí te condenará la vida, tal vez nunca lo sepas eso es mejor para nosotros el imperio sagrado no tenemos una oportunidad de vivir, el hermano mayor te despide” – susurró sonriendo amargamente.

Tal vez te estarás preguntando qué fue lo que sucedió para que todo esto pasara eso sería una historia más adelante

Solo concentrémonos en Alia quien ha llegado al imperio sagrado.

– ¡llegamos! Es fascinante la tecnología de teletransportación quien dirá que las personas con este poder de despertar les facilita la vida ¡si tan solo tuviera un despertar! – lo pensó tarareando una canción.

Los dos guardias que habían llevado todo este tiempo a Alia se detuvieron.

Al percatarse de la acción de los guardias Alia miró hacia el frente olvidándose de la tecnología de teletransportación.

Imperio sagrado.

Puertas de la gran muralla.

Las altas puertas color tinta de la muralla parecían estar impregnadas en un poder aterrador quien se acercara podría sentir que sería derribado por una fuerza invisible abrumadora.

Haciendo una reverencia los guardias gritaron respetuosamente – ¡hemos traído el rehén prometido a la familia imperial!

Las puertas que se encuentran cerradas se abrieron repentinamente.

Jugando con sus manos Alia mantuvo su corazón firme no sabía qué desafíos le esperan en este nuevo imperio