Ciel Levallois es solo una extra en una historia de romance de fantasía, en la cual ella y su familia pierden la vida cuando su hermana tontamente cae en las mentiras del villano.
Pero ahora, una nueva alma ha renacido en Ciel y ella no esta dispuesta a morir por culpa de su hermana, así que para cambiar ese destino, ella decide tomar el lugar de su hermana y casarse con el gran general del reino, el duque Aleksander Ronchembert, conocido como "la bestia", por ser un guerrero despiadado contra sus enemigos. ¿Podrá Ciel escapar de su destino?
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Capítulo 14.
Después de la cena, ambos quedaron de compartir la cama, siendo esta lo suficientemente grande, no sería un problema, no es que Aleksander no quiera tenerla cerca, pero esa noche no podía hacer nada, aun cuando estaba ansioso por probar a esa bella mujer con la que se ha casado. Espero a que ella se durmiera para salirse de la habitación, tenía una misión y durante la noche, era el momento adecuado para cumplirlo.
En la salida, Dylan ya lo esperaba con un caballo, el cual el entrega. Aleksander sube y se marcha solo, mientras que Dylan se quedará esperando que regrese, debe asegurarse de que Aleksander vuelva. El camino era total oscuridad, pero Aleksander sabía como guiar al cabello, sus ojos grises parecían brillar en la oscuridad, permitiendo que pueda ver a través de esta.
El viaje fue un poco largo y se detuvo cerca de un bosque, donde dejo al caballo para seguir a pie, incluso se quita la máscara y da un profundo respiro cerrando los ojos. Al saber a donde ir, se apresura hacía una sola dirección, al llegar se quita los guantes, dejando ver como sus uñas se alargan, convirtiéndose en afiladas garras, sus colmillos crecen y una extraña oscuridad comienza a cubrir su cuerpo hasta tomar la forma de una bestia lobo con ojos grises.
A su lado salen sombras similares a su forma de lobo y al dar un aullido, las sombras corren por el bosque mientras él va detrás de ellas.
En lo profundo del bosque, un campamento de al menos 50 hombres descansaban alrededor de su fogata, al ser una zona libre de criaturas nocturnas, estaban seguros, pero el aullido despierta a algunos y se levantan tomando sus espadas y arcos, mientras observan alrededor de su campamento. Los gruñidos y ojos brillantes en la oscuridad los alarman despertando a los demás, solo para verse rodeados de las sombras lobunas y de aquel lobo de ojos grises mucho más grande, que da un par de pasos delante.
"L-la bestia..." murmura uno de ellos.
Y cuando intentan atacar, las sombras ya se están avalanzando sobre esos mercenarios. Las sombras muerden sus cuellos, brazos o piernas, eran bestias feroces destrozando a sus presas. En cuestión de minutos solo quedaban cuerpo a medio comer, las sombras se habían alimentado de ellos y ante el gruñido de su líder, estos aullan al unísono.
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Aleksander había regresado y ocupo el baño de otra habitación para lavarse, mientras que Dylan ya se había ido a dormir tan pronto el duque regreso. Aleksander regresa a la habitación, notando que la lámpara de lado de Ciel estaba encendida y la joven estaba sentada de pie cerca de la ventana.
— nos seguían, ¿verdad?, se ha ido a encargar de ellos...— menciona la joven.
— es mi trabajo, debo de asegurarme que el príncipe heredero este a salvo.— responde mientras se sienta en su lado de la cama.— si eso le molesta, tendrá que...
— no me molesta, solo, no oculte que tiene que salir.— camina hacía Aleksander quedando de pie ante él.— se cual es su deber, pero al menos, no me oculte cuando salga a cumplir una misión, soy su esposa, merezco saber.
Aleksander se queda en silencio, sorprendido por las palabras de Ciel, cada vez le sorprende más la personalidad de la joven. Tomo ambas manos de Ciel entre las suyas y se inclino besando el anillo de matrimonio.
— por supuesto, no volveré a salir a escondidas.— responde.
— espero que así sea...— murmura suavemente.
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A la mañana siguiente, todo estaba siendo preparado para iniciar nuevamente el viaje. Ciel como siempre, iba en el carruaje, mientras que Aleksander junto con otros caballeros se adelantan para explorar el camino, están cerca de una zona peligrosa pues es territorio de aquellas criaturas salvajes. Aleksander se quita la máscara de ese modo le será más fácil detectar a esas cosas por medio de su olfato.
Mientras recorren el camino, Aleksander les ordena ponerse en alerta, pues ha detectado una criaturas, todos escuchan un chillido y voltean hacía una enorme roca, donde se puede ver una especie de ciempiés gigante con feroces dientes, este emite un chillido y se apresura a atacarlo. Los caballeros preparan sus espadas, atacando a la criatura en conjunto, estaban coordinados en cada ataque, mientras que Aleksander se asegura de que no hayan más de esas cosas.
Al notar que todo era seguro, Aleksander se baja de su caballo pidiendo que se aparten los caballeros y al ponerse en posición de ataque, corre hacía aquel ciempiés agitando la lanza de la cual sale una ráfaga de fuego. Aleksander salta posicionandose en el lomo de la criaturas y corta toda la zona hasta destruir su corazón causando que la criatura deje de moverse.
Estaban por regresar para reagruparse, pero más insectos hacen acto de presencia, así que deben de pelear, pero Aleksander envía a uno de los caballeros para avisar del peligro.
Ciel nota que el carruaje y toda la caravana se detiene, así que se asoma en la ventanilla para preguntar que estaba pasando.
— parece que el camino esta infestado de insectos, creo que tendremos que tomar otra ruta.— informa uno de los caballeros.
— así que también pueden atacar de día...— deja escapar un pesado suspiro.
Parece que el viaje no es tan emocionante como pensó y la expedición seguramente será más peligrosa. Ciel baja del carruaje para ir hacía Dylan, quien le menciona que Aleksander y otro grupo de caballeros se están encargando de los insectos, pero que están revisando si hay otra ruta menos peligrosa. Los capitanes estaban revisando un mapa en busca de una ruta alterna.
Ciel observa el mapa, al parecer había una ruta no muy lejos de esa zona, pero esta era más peligrosa por ser un camino estrecho entre las montañas, lo cual sería una desventaja si se llegasen a encontrar con esos insectos o con bandidos.
—¿por que no usar las antorchas para mantenerlos lejos?, ya saben, que cada quien cargue una.— comenta Ciel.
— es una opción, pero no hay suficientes antorchas para todos, y al estar en movimiento la barrera no funciona.— responde Dylan.
Ciel frunce un poco los labios, era un gran problema, solo podrían avanzar si Aleksander y sus tropas eliminan a todos los insectos del camino. Y es que aunque todos se unan a la batalla, los retrasa más el avance por tener que estar peleando y los carruajes con víveres podrían ser destruidos.
— que problema...— Ciel solo camina de regreso su carruaje.
Pero, la tierra donde pisa comienza a moverse, como si algo se estuviera inflando abajo, y entonces la tierra se abre causando que Ciel sea lanzada hacía atrás, todos se alertan cuando ven que cerca de la joven ha salido un ciempiés gigante.
— que asco.— grita Ciel.
El insecto al tener a la vista a Ciel se lanza hacía ella, Dylan ordena que ataquen con flechas mientras él intenta llegar hacía Ciel, pero, ella levanta las manos como si estuviera sosteniendo un arco y flecha. Una energía azul se forma en su mano formando una especie de arco y cuando ella simula soltar la flecha una ráfaga de fuego azul se dirige hacía el insecto.
Al acercar en su cuerpo, el insecto lejos de quemarse, se congela por completo, todos quedan impactados por lo que la chica ha hecho, si bien, uno que otro en ese grupo sabe usar magia, ninguna es tan potente como para causar esa clase de daño y su impacto crece más al ver como el insecto se rompe en pedazos.
— vaya...funciono...— ríe un poco nerviosa.
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