«Y que si el mundo está por derrumbarse y que si los seres humanos morirán, yo solo quiero proteger a mi familia y todo lo demás no importa. No importa si soy egoísta por eso».
«Si quieren ser salvados, busquen quien los salve porque yo no lo haré »...
Cuando menos lo esperas algo llega y pone de patas para arriba toda tu vida y en ese momento empiezas a pensar que debiste haber disfrutado cada momento de lo vivido en el pasado.
Nada es eterno, nada es para siempre.
Todo dura solo un instante.
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CAPÍTULO 14: Teorías
—. Y yo soy Melanie, creo que me recuerdas ¿cierto Anthony?
Interrumpió otra vez ella, minutos antes mi cuerpo se había tensado y pensé que otra vez había metido la pata, casualmente alguien que le gustaba participar en las conversaciones ajenas estaba ahí y pudo ayudarme, dí gracias en mis pensamientos mientras la mirada de ese tal Anthony se posaba sobre Melanie quien sonreía amablemente.
—. Supongo que te recuerdo.
—. Vamos, no pongas esa expresión. Serán nuestras compañeras de clase y no tienes porqué dudar.
Mencionó Henry mientras en ese momento era llevado hacia el profesor quien había entrado y la clase daba comienzo. Todos los estudiantes nuevamente en sus asientos respectivos observando al profesor y esperando la presentación de los nuevos compañeros.
—. Bueno jóvenes, el día de hoy tenemos el honor de tener como estudiantes a dos de nuestros salvadores, así que pido un cordial aplauso.
Y el salón no tardó en resonar lleno de aplausos, se habían llevado el crédito de haber salvado ase estúpido pueblo y ni siquiera estuvieron ahí aquella noche, entonces ¿Qué clase de cazadores eran? ¿Los que se roban el crédito de cualquier otro que asesine un demonio? Aplaudí con desgana y ellos procedieron a presentarse cada uno.
—. Mi nombre es Henry James y espero poder llevarme bien con ustedes.
Lo último lo dijo mientras me miraba con una sonrisa amable para luego volver a mirar a los demás.
—. Y yo soy Anthony James, solo espero no tener problemas con todos ustedes.
Este otro expresó sus palabras con seriedad y sin mostrar una sonrisa, así que al parecer sus palabras eran una advertencia más que palabras amigables, y con eso dio inicio un largo día de clases al cual yo no estaba acostumbrada por lo que pasé de poner atención a pensar en los posibles planes de esos cazadores al quedarse en el pueblo. Los minutos no tardaron en pasar mientras yo me encontraba mirando el pizarrón pero pensando en otras cosas que eran más importantes a mi parecer.
Si aquellos cazadores me buscaban con la intención de entregarme a esos inmortales por esa tonta recompensa entonces eran malas personas de las que debía deshacerme lo antes posible, aunque los cazadores protegían a las personas comunes algunos de ellos se pasaron al bando de los que me buscaban solo por su ambición por obtener más poder. Pero ¿Por qué quedarse en ese pueblo si claramente podían tomarlo y obligar a la gente para que hablara? O ¿Posiblemente ellos teman llamar la atención y que otros cazadores más fuertes lleguen y les arrebaten su recompensa? Esas teorías sonaban lógicas pero no, no podían ser ciertas porque solo arriesgarían la vida de sus familiares. «!Lo tengo!».
Y todos se me quedaron viendo, me dí cuenta que había dicho eso en voz alta y no lo había pensado, el profesor de la clase me miró con una expresión neutral.
—. ¿Así que tiene la respuesta señorita Cristani?
Tragué saliva al escuchar esa pregunta y mi vista se enfocó en el pizarrón para darme cuenta que estábamos en clase de química, aunque quería decir que no me refería a eso el profesor me regañaría por no poner atención a la clase y por distraer a mis compañeros entonces solo asentí con la cabeza mirando al profesor el cual procedió a ofrecerme un marcador y esperé lo peor.
—. Por favor pase y escriba la respuesta.
Y todas las miradas siguieron posadas en mí, me levanté en silencio y me acerqué al pizarrón tomando el marcador.
—. Si no puede no hay problema, están apenas aprendiendo.
Agregó el profesor mirándome, me enfoqué en el pizarrón y aunque no pusiera atención a las clases sabía la respuesta y no porque estudiara simplemente las respuestas de cualquier asignatura flotaban en mi cabeza lo que odiaba a veces pero en esos momentos agradecía. Supongo que en algún momento serían útiles todo las cosas que odiaba y sí todo estaba en contra mía.
—. Gracias señorita Cristani.
Dijo el profesor cuando le entregué el marcador, observó el resultado mientras yo me sentaba en mi pupitre.
—. Muy bien hecho señorita Cristani.
Aplaudió el profesor con una sonrisa mirándome y nuevamente las miradas se posaron en mí algo que claramente era de mi desagrado, no quería resaltar en aquél espacio pero al final de todo ahí estaba observando esas miradas sonrientes que escondían secretos nada buenos en su interior. Henry movió su mano en mi dirección mostrando esa sonrisa tan adorable y amable que me desagradaba, en cambio Antony solo me observó con esa expresión seria y fría; y las clases siguieron hasta que la hora del receso llegó.
Después de ir al comedor a comer de nuevo me encontraba sentada en una de las bancas bajo las sombras de un árbol que se encontraba al lado del salón y por supuesto que estaba escuchando música nuevamente, nunca habría un día en que no escuchara música. Siempre me relajaba el escuchar música y por un instante mi mente podría descansar. En ese momento estaba pensando en lo tan bueno que habían sido esos días en los cuales me había encontrado estudiando y trabajando sola sin tener molestias, pronto habrían algunos cambios en mi investigación y no eran nada buenos. Y los pensamientos nuevamente volvieron a divagar por mi cabeza buscando la forma de eliminar esos cazadores de mi camino.
Ambos chicos que estaban en el mismo salón que yo, tenían la misma edad pero no eran hermanos aunque sus apellidos fueran James eran amigos cercanos, y si ellos no eran hermanos y compartían el mismo apellido significaba una sola cosa, que SUS FAMILIARES YA NO RESPIRABAN por esa misma razón no les importó quedarse y aparecer sin ocultar su identidad, entonces mi teoría de que ellos me buscaban sigilosamente sin levantar sospechas porque no querían compartir la recompensa con otros era cierta. Así que ese era el plan de ellos aunque me daba curiosidad de saber cómo murieron las familias de esos cuatro chicos.
—. ¡Hola!
Me quité los auriculares y lo observé, era Henry quien se acercó y se sentó a mi lado aún manteniendo esa sonrisa.
—. No tes muy feliz de verme.
Agregó mirándome y yo solo desvié la mirada hacia otra parte.
—. Mi expresión siempre ha sido así.
—. Cuando te ví por primera vez pensé que te parecías mucho a Anthony.
Al escuchar aquello lo miré nuevamente y él solo sonrió.
—. Me refiero a que me hiciste recordar a Anthony, su expresión es seria y a veces llena de indiferencia como si no le importara nada o nadie pero realmente se preocupa por nosotros y por todas las personas. Sin embargo él no era así antes y después de lo que vivió se convirtió en esta persona.
Levanté ligeramente la ceja y lo miré con curiosidad, así que después de todo él sería el que me contara todo sobre ellos y tal vez el porqué estaban ahí.
—. ¿Antes? ¿Acaso le hicieron daño?