Cuando Te Encuentre

**Claudia no podía quitarse de la cabeza el encuentro de Valeria con Sara.** A medida que pasaban las horas, su preocupación crecía. **Sara había llegado a ser una amenaza, y Claudia no estaba dispuesta a dejar que se interpusiera en la vida de su amiga.**

**Al día siguiente, mientras tomaba un café en su casa, recibió un mensaje que le hizo fruncir el ceño.** Era de una amiga que había visto a Sara merodeando por el barrio, preguntando discretamente sobre Valeria. Claudia sintió una punzada en el estómago. **La situación se estaba complicando, y necesitaba actuar.**

**Sin pensarlo dos veces, se vistió rápidamente y salió hacia la cafetería donde sabía que Valeria pasaría el día.** Al llegar, la vio sentada en una mesa, concentrada en su cuaderno, como si tratara de encontrar un refugio en sus palabras. Pero Claudia sabía que la tranquilidad de su amiga era frágil.

—*Val, necesitamos hablar,* —dijo Claudia, sentándose frente a ella sin más preámbulo.

**Valeria levantó la vista, sorprendida por la intensidad en el tono de su amiga.** —*¿Qué sucede?*

—*Sara está buscando información sobre ti,* —dijo Claudia con seriedad—. *No puedo permitir que se acerque a ti. No quiero que te haga daño otra vez.*

**Valeria frunció el ceño, inquieta.** —*¿Cómo lo sabes?*

—*Una amiga la vio cerca de aquí, preguntando a la gente sobre ti,* —explicó Claudia, manteniendo su mirada firme—. *Y no solo eso, parece que está decidida a hacerte la vida imposible.*

**Valeria se quedó en silencio, procesando la información.** La idea de que Sara estuviera al acecho le producía un escalofrío. **Claudia continuó, apretando las manos en la mesa.**

—*No puedo dejar que te manipule otra vez. Así que tengo un plan.*

—*¿Qué tipo de plan?* —preguntó Valeria, interesada pero cautelosa.

—*Voy a decirle a Sara que no estás aquí, que te has mudado a otra ciudad,* —respondió Claudia, su voz firme. **Valeria abrió los ojos, sorprendida por la audacia de su amiga.** —*Si no le das información, no tendrá nada que buscar.*

—*Claudia, eso es mentir. ¿Estás segura de que es lo correcto?* —preguntó Valeria, sintiéndose culpable por la idea.

**Claudia se inclinó hacia adelante, su expresión seria.** —*A veces, mentir es la única forma de proteger a alguien que amas. No me malinterpretes; yo sé que mentir no es la solución ideal, pero Sara es peligrosa. Necesitamos ganar tiempo.*

**Valeria sintió un nudo en el estómago.** —*¿Y si se entera de la verdad?*

—*No se enterará,* —aseguró Claudia con determinación—. *Te prometo que seré cuidadosa. No permitiré que se acerque a ti. Es hora de que tomemos el control de esta situación.*

**La mirada de Valeria se suavizó.** A pesar de las dudas que tenía, sabía que podía confiar en Claudia. **La amistad que compartían era fuerte, y en esos momentos difíciles, Claudia siempre había sido su roca.**

—*Está bien,* —finalmente cedió Valeria, aunque su voz temblaba un poco—. *Confío en ti. Solo espero que esto funcione.*

**Claudia sonrió, aliviada.** —*Lo hará. Pero necesitamos estar preparadas. Sara no se rendirá fácilmente, así que debemos estar siempre un paso adelante.*

**Ambas amigas se miraron, comprendiendo que estaban a punto de entrar en una batalla que, aunque no esperaban, estaba lejos de terminar.** **Valeria se sintió fortalecida por el apoyo de Claudia, sabiendo que no estaba sola en este enfrentamiento.** Con determinación, decidió que se enfrentarían juntas a lo que viniera.

**Claudia tomó una profunda respiración, sintiendo la adrenalina fluir por sus venas.** Sabía que Sara no se detendría fácilmente, y cada minuto contaba.

—*Entonces, tenemos que prepararnos,* —dijo Claudia, eligiendo sus palabras con cuidado. —*Debemos estar atentas a cualquier movimiento de Sara. Si empieza a buscarte de nuevo, tendremos que actuar rápidamente.*

**Valeria asintió, aunque la preocupación seguía latente en su mente.** —*¿Y si decide confrontarme otra vez? No sé si puedo manejar eso.*

—*Te prometo que no estarás sola,* —respondió Claudia con firmeza—. *Si viene, yo estaré allí. No la dejaré que te intimide. Tienes que mantenerte fuerte.*

**Valeria sintió que la confianza en su amiga le daba un poco de alivio.** —*Está bien. Haremos lo que sea necesario. Pero también necesito pensar en lo que quiero. No solo en lo que Sara quiere.*

**Claudia sonrió, sabiendo que Valeria estaba comenzando a recuperar su voz.** —*Eso es lo más importante. No te olvides de ti misma en medio de todo este caos. Recuerda que tú eres la prioridad aquí.*

**A medida que la conversación avanzaba, Claudia comenzó a planear más a fondo.** Tenía que encontrar la forma de hacer que Sara se sintiera insegura, de tal manera que no se atreviera a acercarse a Valeria.

—*Voy a hablar con algunos amigos en común, ver si puedo esparcir rumores sobre un viaje que hiciste. Tal vez eso mantenga a Sara ocupada.*

**Valeria levantó una ceja, sintiéndose un poco culpable por la idea.** —*¿No será demasiado?*

—*No, no es demasiado,* —replicó Claudia, firme—. *No puedo dejar que esta situación escale. Si tenemos que jugar sucio para protegerte, lo haremos. No más juegos de palabras. Solo la verdad es que esta es una cuestión de supervivencia.*

**Valeria sintió que la rabia comenzaba a surgir de nuevo, esta vez dirigida hacia Sara y la situación en la que se había metido.** —*Tienes razón. Estoy cansada de que me intimiden. Quiero tomar el control de mi vida de nuevo.*

**Claudia sonrió, satisfecha al ver la determinación de su amiga.** —*Eso es lo que quería escuchar. Así que hagamos esto. Mantendremos a Sara a raya y, mientras tanto, tú te enfocarás en ti misma.*

**Valeria se sintió un poco más segura, aunque sabía que la batalla estaba lejos de terminar.** Cada movimiento de Sara sería un recordatorio constante de lo que había perdido y de lo que necesitaba proteger. **Sin embargo, esta vez, no estaba sola.**

—*Gracias, Claud. No sé qué haría sin ti.*

—*Siempre estaré aquí, amiga. Juntas podemos enfrentar cualquier cosa,* —respondió Claudia, con una sonrisa de complicidad.

**Con un nuevo sentido de propósito, Valeria se sintió lista para enfrentar lo que viniera.** La vida había dado un giro inesperado, pero, por primera vez en mucho tiempo, estaba decidida a luchar por lo que realmente quería: su felicidad.