NovelToon NovelToon
Dos Dimensiones

Dos Dimensiones

Status: Terminada
Genre:Completas / Malentendidos / Elección equivocada / Traiciones y engaños / Dejar escapar al amor / Juego del gato y el ratón / Amor-odio
Popularitas:3k
Nilai: 5
nombre de autor: Miguel Antonio Alba La O.

La juventud es la etapa de nuestros mayores miedos, pero también de nuestros más escandalosos amores.
¡Ven y acompañame en esta historia donde la religión y el amor hacen estragos!

NovelToon tiene autorización de Miguel Antonio Alba La O. para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

La furia de los heridos

Lesder bajó los escalones hecho una furia. Había sido invitado por su mejor amigo a la iglesia; Rafael no se había alejado de Dios, él en cambio, sí había decidido apartarse hacia el rincón del olvido.

Rafael le había convencido para que fuera a restaurarse, le prometió que así todo mejoraría…

¿¡Y que se encuentra!?

Esa niña había logrado descifrar el agujero de su alma por encima de su fachada de sonrisas. Hace mucho tiempo que no escuchaba palabra de Dios por boca de un profeta.

Esperaba palabras de reconocimiento, de aliento, no de recriminación por parte de una niña: rica, rubia y salida de sus cabales.

¡Sí! Lesder conocía a las de su clase: bien vestidas, educadas, con treinta capas de maquillajes para ocultar la hipocresía. Su corazón herido dictaba sentencia para aquella joven que acababa de conocer.

Había elegido el balcón porque de repente el culto le pareció asfixiante, por demás sofocante. No soportaba las palabras de adoración que daban los levitas al cantar. No soportaba las sonrisas de los demás. Porque en realidad, se halló comprendiendo que no estaba completamente enojado con ellos, sino consigo mismo por no entender los planes de Dios.

Cuando él había estado en su onceno grado, había acelerado los procesos de la vida. No comprendió porque los pastores le pedían que esperara en Dios y que todo tenía su tiempo.

No lo soportó y mantuvo relaciones con una muchacha que supuestamente era la elegida. Poco a poco, naipe por naipe, el castillo se fue desmoronando secundado por el efecto dominó, de que todo lo mal formado tiene que derrumbarse.

Sus notas comenzaron a caer, las situaciones entre sus padres se agravaron. Y muy para su pesar ahora ve a la muchacha en la calle cada vez con un muchacho distinto, incluso mayores que ella.

Todo eso le dolió en el alma, pero más le dolió el saber que del lugar de adoración de los levitas lo sentarían en un banco a calentarlo por indefinidos periodos hasta que el pastor determinara que había un cambio genuino.

Lesder estaba resentido.

De repente cuando todos lo vieron en la banca cambiaron los elogios por miradas de censura. Solo unos pocos como su amigo Rafael habían logrado quedarse a su lado comprendiendo la situación.

Nunca olvidaría esa vez que cantando en la azotea, su supuesta hermana en la fe y vecina le recriminó que su canto no era sincero, que debía arrepentirse para luego poder cantar, que debía dar frutos de verdadero arrepentimiento.

No lo entendía, no comprendía. Lo habían elegido a él como levita por su voz ¡no es cierto!

¿Entonces cómo que debía cambiar su canto?

Para él la música era igual a la adoración: Canto hermoso, aplausos e inclinación de agradecimiento. ¿Acaso lo había entendido mal?

La única explicación para él en ese día de la azotea es que la hermana le tenía envidia. No le prestó atención a ese hecho aparentemente.

Pero a veces los hombres ignoran lo que Dios puede ver. El corazón del hombre es un odre: un odre que debe ser renovado, cambiado y limpiado. Lesder enojado no había incluido en su vida ese principio.

Ahora más cabreado que nunca, le pedía disculpas a su amigo para escapar a su casa. Con pasos seguros y fuertes y ante la vista de todos se dispuso a salir por donde las escaleras hacen como un arco y por pura casualidad o por destino de Dios, Daniela venía bajando los escalones con prisa.

Se estaba perdiendo el culto y verdaderamente se había quedado pensativa en la azotea…

Cuando decidió bajar…

Daniela chocó contra Lesder en la intersección de la bajada de las escaleras. Se quedaron mirándose unos segundos, ambos aturdidos por el brillo de sus miradas: cielo azul y tostada almendra.

Lesder fue el primero en hablar obviamente con rabia contenida:

-¡No te basta con tu falsa profecía, ahora quieres seducirme! – dijo él con descaro

Estaban en el medio del pasillo y estaban atrayendo las miradas de lo que estaban dentro recibiendo el culto dominical de la tarde. Ella se apartó contra la pared del local de niños que estaba al lado de las escaleras para alejar vistas malpensadas.

Lesder se regodeó en su aparente victoria y caminó dos pasos con socarronería, solo dos segundos antes de que ella abriera su boca para dejarle tieso.

-Crees que con esa actitud venciste, hasta los enemigos dan su nombre antes de enfrentarse, pero tú simplemente eres un maleducado – dijo ella con toda la calma que la caracterizaba

Lesder se detuvo dándole la espalda.

-¡Entra al lugar al que perteneces! – Masculló él entre dientes sin mirarla a la cara – allá dentro están los educados y siempre dispuestos a apoyarte.

Daniela puso los hombros en posición cruzada y le dijo de nuevo con calma.

-¡Sigo pensando que eres un cobarde! –

Lesder soltó una carcajada antes de irse, no sin antes voltearse y decirle con toda su ira

-¡Por mí, piensa lo que quieras profeta!

1
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play