Tentación

Después que mi madre se fue, no había parado de pensar en lo que me había dicho "Pamela es muy celosa y tienes que entender que él es un hombre casado y tu cercanía se podría prestar para malos entendidos".

- Estás pensando en lo que te dijo tu mamá. - la voz de Bella me saco de mis pensamientos.

- Si, no pensé que la situación se estuviera volviendo tan obvia. - su mirada me hizo entender que si lo estaba siendo.

- Mía según tú se conocen hace tres días, nos ha dado una clase, y él ya maneja tu auto, y ayer llegaste con él al hotel, cualquiera con dos dedos de frente sabe que eso no es normal.

Sabía que tenía razón, pero la vida se encargaba de ponerlo precisamente en los momentos menos oportunos, no sé si mi discusión con Sofía me volvió más tonta o que, como se me ocurrió dejarle mi auto, nadie se va a creer que lo quiero vender.

- Soy muy mala para esto. - le digo mirando el tejado. - ¿Qué hago?, ¿Que harías tu?- le pregunto por curiosidad.

- Sé que se siente ese peligro, ese toque de prohibido que te hace desearlo más, pero en esto solo hay dos opciones o sufre ella, o sufres tú. - esa si no me la sabías.

- ¿Te cogiste a un hombre casado? - tenía que preguntarle, habían cosas de las cuales hasta ahorita me estaba enterando.

- No, pero si tenía una relación, a ver cómo te explico, tu hermano y Kany, en dos o tres ocasiones me vi con él, pero tu vocecita diciéndome que uno debe respetar y no involucrarse en otras relaciones me hizo reflexionar y me aleje.

- Si sabes que con eso no me ayudas de a mucho cierto.

- Es simple Mía, tus principios y tus deseos, fallarle a tus principios es cambiar tu ideal, pero tus deseos por él son más fuertes, no sé cómo es la relación de ellos dos, decirte que te dejes llevar sería lo fácil, pero si, por el contrario, no es solo deseo la respuesta ya la tienes.

Era solo deseo o había algo más, no lo sabía aún o simplemente no quería ponerle nombre, el problema ya no es el recuerdo de Italia, sino de sentirlo aquí en España.

- Es más fácil decirlo que hacerlo. - el sonido del timbre me hizo callar, Bella se levanta abrir y un Salvador sonriente entra por la puerta, seguido de darle un beso a su amada.

- ¿Cómo has estado? - me pregunta mi hermano, mientras me saluda de dos besos en la mejilla, se sienta al lado de Bella en el sillón que está al frente del mío.

- Bien, he tenido días mejores pero bien. - le digo sin querer alargar más la conversación.

- ¿Ya estás lista para ir a comer? - le pregunta sonriendo a la pelirroja.

- Si, solo me retoco el maquillaje y salimos, ya vengo. - Bella se va para su cuarto dejándome con un Salvador pensativo.

- ¿Quién es Manolo? - su tono de voz sonó más sería de lo normal.

- ¿A qué viene eso? - le pregunto confundida.

- No me respondas con otra pregunta, está mañana la oficina era un caos, Pamela discutía con mi papá que desde cuando Mía estaba vendiendo su auto, y hace dos días, Felipe estaba como loco porque tú te estabas cogiendo un tal Manolo, y resulta que el esposo de Pamela se llama Manolo, ¿Qué tan relacionada estás tú con él? - más que por curioso, sentía que me estaban regañando.

- Porque tienen tanta insistencia en que yo tengo algo que ver con él, además Felipe no es nadie para opinar sobre mi vida.

- Entonces si te lo estás cogiendo.

- Que no, como le dije a mi mamá, a él le gustó mi auto, lo quiso probar a ver si compraba uno parecido, no le veo nada de malo. - Dios sácame de esta.

- Y porque su esposo está diciendo que tú se lo quieres vender.

- No se, de pronto me entendió mal, sé que lo conocí hace tres días, pero nos llevamos bien, eso es todo.

La sola presencia de Bella hizo que mi hermano terminara con el interrogatorio conmigo pero no con ella.

- ¿Tú también te llevas así de bien con el tal Manolo? - eso sonó muy cruel.

- Salvador. - le digo en advertencia a mi hermano.

- No Mía déjalo. Tú te estás atreviendo a reclamarme a mí solo porque tú hermana se lleva bien con el profesor Cortes. - esto se está saliendo de control, así que me hago al lado de Bella para tranquilizarla.

- A ver Salva, una cosa es la amistad que yo tengo con el profesor, y una muy distinta es que metas a Bella también en esto.

Salvador se levanta y le coge la cara a Bella y le da un beso en la boca.

- Perdón, no quise que sonara así, es que mi papá me tiene cansado con ese nombre y de verdad no quería desquitarme con ninguna de las dos y menos contigo, Manolo es hijo del fiscal Cortes, entonces me entienden.

El fiscal Cortes, él era la peor pesadilla de mi papá, cada caso importante de él ahí estaba el fiscal siendo su verdugo, por mucho tiempo ha tratado de relacionar a mi papá con gente que no es de muy buena reputación, pero entonces no entendía cómo Pamela se casó con él.

- No teníamos idea de que era el hijo del fiscal. - le digo a mi hermano sorprendida.

- Pero bueno ahorita no estoy en la oficina y les pido mil disculpas por mi actitud, a ti por cuestionarte algo que sé que tú no harías y a ti mi amor por ponerme celoso, perdón.

Bella a veces es complicada de contentar, pero se veía que estaba enamorada y no dudo en darle un beso, el cual ya se estaba subiendo un poquito de tono.

- Bueno, cálmense tantico. - les digo riendo. Más bien vamos que ustedes tienen una comida y yo voy para Galicia mi abuela me debe estar esperando.

- Nosotros también vamos para allá, no te acompañamos con la abuela, porque quiero disfrutar de la compañía de esta hermosa mujer. - le da un beso en la mejilla y la pelirroja solo sonríe.

Salimos del edificio y nos dirigimos al restaurante Galicia, primero mi mamá, luego Salvador, solo espero que la comida con mi abuela no tenga que ver también con este tema.

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Llegamos al lugar, me encantaba este restaurante, era muy acogedor y lleno de vida, las plantas en el lugar lo hacían resaltar, no por nada era el restaurante de mi tío.

- Señores Montenegro, señorita Pedraza, bienvenidos. - nos saluda Pepe el recepcionista del restaurante.

- Cómo estás Pepe, ¿Mi abuela ya llegó? - le pregunto.

- Si señorita, está en la mesa de siempre. - me dice.- señor Salvador su mesa ya está lista. - le dice a mi hermano.

Me despido de ellos y me dirijo a la mesa del fondo, dónde mi abuela está muy animada hablando, no lo podía creer, ¡mi tío!.

- Tío. - me da un abrazo de esos que te llenan de vida, saludo a mi abuela de beso en la mejilla y me siento con ellos. - ¿Cuándo llegaste?

- Está mañana cariño, pero estás guapísima, que te sentó Italia.

Mi tío es un hombre muy guapo, me llevaba una cabeza de estatura, su piel bronceada y su cuerpo tonificado, sus ojos, tenía unos ojos azules muy parecidos a los de mi hermano.

- Si un poco no me quejo, ¿Me imagino que vienes a la boda?

- Más que por la boda, son cuestiones de trabajo, tú sabes que no podemos parar.

- ¿Viniste en taxi? - me pregunta mi abuela, pensé que iba a hacer una charla de abuela y nieta, pero veo que Manolo también va a estar en esta conversación.

- No abue, vine con Salvador y Bella, te mandan saludes, pero tenían cosas que hablar.

- La guapa Bella está aquí con mi sobrino, pero que gran noticia.

- Si, ayer Salvador la presento como su novia. - le responde mi abuela. - entonces lo que me dijo tu abuelo es verdad.

- Abue no sé que te dijo mi abuelo, pero sea lo que sea no tengo nada con Manolo solo le preste el auto, porque quiere comprar uno parecido, eso es todo. - ya estaba cansada de este interrogatorio de todos.

- Pues tu abuelo me dijo que estabas interesada en vender el auto.

- Como vender el auto, ¿Por qué Mía? - me dice mi tío sorprendido.

- No tío, claro que no voy a vender el auto, es solo un malentendido no más.

- Mía cariño, mira, no creo que sea muy conveniente que te vean tan cerca con él, es un hombre casado.

- Porque todos piensan que yo quiero algo con él, sé perfectamente que es el esposo de Pamela, si de pronto hemos tenido un acercamiento pero no más. - está situación ya me estaba cansando.

- ¿Están hablando de Manolo? - pregunta mi tío.

- ¿Lo conoces tío?

- Claro cariño si es el hijo de Roberto Cortes, el fiscal no tan amigo de tu papá y ex novio de tu madre y además Manolo y yo nos conocemos de años, perdi contacto con el cuando se fue para Italia.

Eso sí que no me lo esperaba, mamá fue novia del fiscal, porque nunca me lo contó, espero que Manolo tenga una buena explicación para todo esto.

- Para qué todos estén tranquilos, por qué esta conversación ya la he tenido tres veces con personas diferentes y me imagino que falta todavía mi papá, pero que les quede claro no tengo nada con él, hace tres días lo conocí, es solamente mi profesor.

Sé que estaba mintiendo si todo esto se había formado solo porque tenía mi auto, dónde se enteren de que realmente si había algo no me imagino el dolor de cabeza que sería.

El mesero nos sirve la comida y veo que son las tres, así que aprovecho y le envió un mensaje a Manolo "Cambio de planes, no vengas a las cuatro, yo te aviso a qué horas pases por mí."

Sé que cuando lo lea se va a dar cuenta que las cosas tienen que cambiar, yo no sirvo para estarme escondiendo y menos en una ciudad en donde todo el mundo te conoce por tu apellido.

Martin Sanin