El Vaivén De La Vida

Ya en el paseo, Katrina, se sentía muy ansiosa, pero trato de disimularlo. Vio en un río unos animalitos como ratas gigantes.

-¿Esas son nutrias? Ahí en el río.- pregunto.

-Esta en lo correcto, pero... No es río, eso es una laguna, no sigue un caudal...- le explicó Maxi.

-Ouh, si, si, pero no me di cuenta.- respondió ella.

Y siguió viendo el paisaje, todo era muy silvestre, muchos árboles y animalitos se presentaban ante ella.

-¡¿Esas son avestruces?! ¡Son avestruces!- exclamó eufórica golpeando el pecho de su compañero, sin darse cuenta, volteo la cabeza hacia él y noto que la observaba con una sonrisa.

De repente se sintió incómoda, Maxi, con la mano que la sostenía, la levanto un poco para llevarle un mechón de cabello hacia atrás de la oreja, ¿De verdad lo haría? ¿La besaría? ¡Sobre el caballo!.

De igual manera no objeto nada, simplemente dejo que el hombre haga su movimiento. Se inclinó de a poco hacía ella y simplemente la beso.

En un principio un poco tímido y sutil... Pues claro, estaban sobre Relámpago, pero luego, fue presionándola contra su cuerpo, katri, fue relajándose y tomando riendas en el asunto, así que cruzo su brazo sobre el cuello de él y se entregó a ese magnífico beso, que ¡Al fin! Había surgido.

Cuando decidieron separase, Maxi, le dio otro beso en la mejilla, lo que la hizo sonrojar.

-Eso fue hermoso.- comento katri.

-Vos sos hermosa.- respondió él y ella asintió apenada.

-¿Y ahora?- pregunto nuevamente.

-Ahora, te voy a llevar en donde nadaremos mañana...- respondio él y siguieron su viaje, pero más relajados y abrazados.

Llegaron a una parte del río, alejada del paraje, muchos árboles, flores, unos troncos, que al parecer solían usar como banquitos para sentarse.

-Acá vendremos mañana.- le dijo dándole un beso sobre la coronilla.

-Que bonito.- comento katri.

-Solia usarse como parque nacional, pero... Bueno, con el tiempo la gente ya no vino.- le contó.

-Que triste...- respondió ella.

Él la abrazo más fuerte y ella se giró un poquito más para mirarlo a la cara.

-Ahora respóndame, señorita ¿Dormirá conmigo está noche?- pregunto Maxi.

Katrina Sonrió y asintió con la cabeza.

-¡Que bueno! Necesito recuperar mí cama, esa camilla me está matando.- bromeo él y ella lanzó una carcajada, luego la beso nuevamente.

Cuando llegaron de vuelta, Maxi, bajo primero para ayudarla a ella. Romy y Tadeo la estaban esperando con su andador.

-Bueno, voy a refrescar a Relámpago...- dijo Maxi y se fue con el caballo de tiro.

Una vez sola con sus primos, ambos la miraban con una sonrisa, mientras caminaban hacia adentro.

-Y... ¿Cómo estuvo el paseo?- pregunto Romy.

-Lindo, mucha naturaleza...- respondió katri, pero vio que su primo la observaba con una sonrisa pícara -¿Que pasa?- pregunto.

-Tienes un poco rojo los labios...- respondió Tadeo y ella automáticamente se pasó la mano -¡Ahh, entonces si se besaron!- continuo riendo.

Katrina comenzó a reír meneando la cabeza y siguieron caminando hacia adentro

Horas más tarde, Katrina estaba en su cuarto alistando, peinando y maquillando a las dos niñas.

-Ay, pero que hermosas están...- comento Romy al entrar -Las tres.- continuo con una sonrisa al ver qué Katrina se había puesto un vestidito color morado, con tiras, siento abajo, pero detrás ajustado con unas tiras, lo cual dejaba ver gran parte de su espalda.

-Vamos a ir a enseñarle al papá de Magui.- dijo Lupe y salió como siempre, de la mano con la cumpleañera.

Cuando se quedaron solas, Romy la miro a su prima que guardaba los cosméticos en su neceser.

-¿Te pasa algo?- pregunto.

— Esta noche... Nada.- se freno.

-¿Que?- insistio Romy.

-Maxi... Me propuso dormir conmigo, hoy.- respondió.

-Me lo imaginé ¿Y?- pregunto su prima.

-Es que hace tanto que no... Hago "Eso"... Antes de mí accidente, encima estuve años con un solo hombre... Ni recuerdo mis dos relaciones anteriores... No sé sí...- confesó katri.

-Bueno, a ver, primero...- comenzó a decir Romy y se sentó a su lado -De Roger Patrik, no creo que no te acuerdes, oportunidad como esa ja, ja, ja y segundo... No pienses las cosas, sos una persona totalmente normal, que despierta deseo en cualquier hombre...- y le tomo la mano -Pero si algo no te hace sentir cómoda o no te gusta... Solo decilo, Maxi es de los hombres que comprenden.- finalizo.

Ella Sonrio más segura y la abrazo.

Cuando al fin salieron afuera, Maxi, estaba agachado hablando con las dos pequeñas.

-Hermosas las dos...- decía y cuando levanto la mirada, vio a katri, se quedó hipnotizado por un segundo.

katri sabía que su apariencia había dejado un gran impacto sobre el hombre.

Más tarde, al comer el asado, Magui no se bajaba del regazo de Katrina. Maxi llego con una fuente llena de carne.

-¿vas a comer ahí, hija?- pregunto y la niña asintió.

-A mí no me molesta...- tercio ella.

-Esta bien...- respondió él, sirviéndole una porción de carne a la niña y otra a ella, al hacerlo se inclinó hacia su oído -Esta extremadamente sexy, señorita katrina.- le susurro.

Katri Sonrio sonrojada. Y vio como Romy le hablaba al oído a su esposo.

Más tarde, Tuvieron que hacer soplar las velitas antes que la anfitriona se duerma, la pequeña no paraba de bostezar. Era una tortita muy humilde, decorada solo con glasé blanco y cuatro velitas.

Prácticamente, se durmió comiendo su trozo de torta de cumpleaños, así que un momento más ya cada uno se fue a su cuarto.

En la habitación, Katrina, estaba sentada en su cama, con su espejo en mano, muy nerviosa, revisando si peinado y maquillaje estaba bien.

Veía a cada rato hacia la puerta, ante cualquier mínimo ruido, por si ya llegaba Maxi. Se sentía ansiosa, su corazón palpitaba... Hasta que en un momento lo vio entrar.

Lo recibió con una sonrisa, él caminó hacia ella y se sentó a su lado, luego la beso. Katri le rodeo el cuello con las manos y lo siguió, Maxi se estaba poniendo fogoso, cada vez la apretaba más contra él.

-Espera...- lo detuvo katri, casi sin aliento.

-¿Que?- pregunto él en un suspiro y trato de besar su cuello

-¡Eso me encanta!, pero necesito hablarte de algo...- insistio ella y Maxi se separó por un momento.

-Bueno, te escucho...- respondió él tratando de recuperar la compostura.