Esteban, un ex-maestro francotirador retirado, recibe una sorprendente segunda oportunidad en la vida gracias al poder del enigmático "Sistema del Heredero".
Tras ser transportado al pasado, Esteban se encuentra en el cuerpo de Miguel, el quinto heredero al trono del Reino Lornvyr, quien ha sido desterrado a la desolada frontera norte.
En este nuevo y peligroso papel, Esteban debe adaptarse rápidamente a las intrincadas luchas políticas del reino y enfrentar las duras condiciones de la frontera, mientras el reino está al borde del colapso, con amenazas tanto internas como externas que ponen en peligro su estabilidad y debilitan aún más la posición de Miguel.
Mientras los bárbaros del reino vecino aumentan sus ataques en búsqueda de invadir y arrasar Lornvyr.
Esteban, con sus habilidades de francotirador y su conocimiento del futuro, se enfrenta a la tarea monumental de unir al reino fracturado mientras fortalece sus defensas navegando por alianzas inciertas y traiciones.
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Capítulo 1: Iniciando Sistema
Una cerveza en mi mano izquierda y un rifle en mi mano derecha ¡Esto es vida…!
Contuve la respiración mientras comprimía firmemente mi pecho para estabilizar mi puntería.
A 800 metros un Ciervo pastaba tranquilamente sin sospechar que alguien lo observaba fijamente.
¡Boom! una flor de sangre floreció en la cabeza del venado antes de caer al suelo sin vida, cientos de pájaros volando desesperadamente con el estruendoso sonido de mi arma.
Rápidamente baje a obtener mi presa para poder degustar una santuosa cena.
No soy una buena persona ni defensor de la naturaleza pero sigo las enseñanzas de las tribus antiguas “si matas debes comerlo”.
Con manos firmes comienzo a destripar mi cena teniendo mucho cuidado de no romper ninguna visera para no estropear la carne, al terminar coloco todas las tripas y sangre cuidadosamente en una pila para que los demás habitantes del bosque puedan devorarlo y no se desperdicié nada.
Haciendo una reverencia a la madre naturaleza le agradezco por darme la comida del día de hoy, aunque no creo en deidades pero respeto la vida y trato de cuidarla.
De regreso en mi campamento preparo una buena barbacoa de venado, estas son las cosas que un hombre necesita, buena comida, mucha cerveza y un arma.
Me gustaría decir que una mujer pero prometí que en esta vida solo la amaría a ella, hace mas de 30 años falleció de cáncer y fue cuando mi vida se derrumbó.
Siendo Maestro tirador para el Ejercito me vi forzado a retirarme debido a problemas mentales por su muerte aunque más bien fue una trampa para poder ascender al hijo de otro general.
Aunque en ese momento era lo que menos me importaba, con mi esposa recién fallecida nada en esta vida parecía tener sentido.
Busqué un trabajo en una empresa metalúrgica a las afueras de la ciudad, aprendí a fabricar balas y se volvió mi obsesión, he dedicado 30 años a estudiar sobre las armas y la comida.
En mi casa tengo un pequeño taller donde fabrico armas y las vengo a probar a este bosque, desde recolectar minerales hasta forjarlas, no necesito usar tornos ni maquinas especiales solo paciencia y dedicación.
Hace algunos meses inluso gane un programa de cocina, realmente me hubiera gustado que ella lo viera siempre decía que era un bruto que solo sabia disparar.
Pero en realidad tenia razón, solo era un bruto que no sabia lo mucho que dependía de su esposa.
Dicen que el tiempo sana todas las heridas pero yo sigo sangrando desde que se fue.
Hoy fue mi ultima cacería, empaque mis armas en mi camioneta y algunas cosas que había guardado de ella, le prometí que la llevaría a mi país natal pero nunca había tiempo hoy por fin recibí mi jubilación por lo que ahora tengo tiempo pero no la tengo a ella.
Me despedí de mis conocidos y maneje hasta la frontera sur, pase la aduana ni siquiera revisaron si traía armas !por eso amo este país!.
Manejaba de sol a sol y solo paraba para dormir cuando tenia sueño, recorrí mas de 5,000 kilometros hasta llegar a la zona centro de mi país.
“Falta poco mi vida” le repetía a un vestido que estaba colocado en el asiento del copiloto una y otra vez.
Dos camionetas de color negro venían detrás de mi haciéndome señas para detenerme, se que este país es inseguro pero tratar de asaltar a un ex francotirador armado es increible.
Decidí seguirles el juego por lo que me orillé esperando a que se acercaran a mí.
1, 2, 3… 7 personas con armas de diferentes calibres se colocaron a un lado de mi camioneta, me pedían dinero y la camioneta.
Después de algunas negativas se pusieron bastante agresivos y comenzaron a gritarme, sin vacilar saqué una pistola 9mm y le volé la cabeza a la persona que me gritaba.
Acelere fuertemente dejando la marca de los neumáticos en el asfalto, los delincuentes se subieron rápidamente a su camioneta para perseguirme.
Aunque podía dejarlos atrás fácilmente no quería que esto acabara tan fácil para ellos.
Me dirigí hacia una granja que estaba a la vista, terreno plano sin lugar para esconderse seria perfecto para un combate con armas.
Sin vacilar me baje y comencé a desempacar mi Sniper (Rifle de precisión), esta belleza me había acompañado por muchos años y ni una sola vez me había decepcionado.
Las 2 camionetas se acercaban rápidamente aproximadamente a 2 kilómetros, estarían aquí en menos de 1 minuto.
Rodilla al suelo en posición de disparo, ojo en la mira y control de la respiración las enseñanzas del ejército se repetían una y otra vez en mi mente.
Objetivos a 1 km, viento 20 nudos suroeste ¡compensando…!
¡Boom!
Una bala limpia en el neumatico delantero de la camioneta, como de película el conductor perdió el control volcando la camioneta.
¡Boom!
El segundo tiro limpio a la cabeza del conductor de la segunda camioneta, sin conductor no hubo manera de evitar que se estrellara directamente contra la primera camioneta.
Los tripulantes comenzaron a bajarse de manera torpe debido a las heridas y contusiones.
¡Boom! ¡Boom! ¡Boom!
Disparo tras disparo las cabezas de mis enemigos explotaban.
Manteniendo la posición de disparo comencé a avanzar para verificar las bajas.
6 bajas confirmadas, misión cumplida empaquen y vamo…
Mientras recitaba mis antiguas frases del ejército, sentí un dolor punzante en el pecho, el impacto de la bala me lanzó hacia atrás mientras todo comenzaba a desvanecerse.
A medida que mi cuerpo se desplomaba en el suelo, podía ver el agujero sangriento en mi pecho, y la realidad parecía escurrirse entre mis dedos.
A las puertas de la muerte comencé a tener una alucinación, siempre pensé que en mi lecho de muerte vería a mi esposa pero solo podía pensar en mi instructor del ejército.
¡Esteban presta atención a tu maldito entorno! Eres el mejor tirador que he conocido en mi vida pero siempre pierdes en los combates por equipo, enfocarse es bueno pero no prestar atención al entorno es un suicidio, ¡Demonios! Estoy seguro de que algún día morirás por no prestar atención a tu entorno
Si mi instructor me viera en este momento seguro que se reiría de mi en mi cara, jajaja que forma de morir.
