R & M... Sueños Compartidos.

Martín estaba a punto de subirse a su moto, cuando la puerta de la casa de Rebeca se abre y Oscar aparece con una sonrisa y sosteniendo lo que parecía un licuado de proteínas verdes. Entonces le hace señas para que se acerque y le grita.

⎯ ¡Pasa muchacho, debemos hablar!

⎯ Sí señor.⎯ el joven baja de la moto y comienza a restregar sus manos a llegar a su lado le habla con pena.⎯ Permiso, ¿puedo usar el baño? Recién salgo de trabajar y no me pude lavar bien, estoy engrasado.

⎯ Por supuesto, es por aquí.⎯ Oscar le indica el camino.⎯ Así que trabajas ¿Se puede saber qué haces?

⎯ Si señor, en realidad estoy de ayudante mecánico en el taller de un amigo de la familia. Comencé esta semana.

⎯ ¿Y te paga bien?

⎯ Solo me da suficiente como para cubrir la gasolina de la moto.

⎯ Ok. Aquí está el baño.⎯ le señala una puerta, se queda en el pasillo por un momento pensando en esa información entonces le habla y le da privacidad.⎯ Te espero en la cocina.

⎯ Está bien señor.

Martín lava bien sus manos con jabón y luego refresca un poco su rostro y moja su pelo, se mira en el espejo y suspira. Sabe que seguramente el papá de Rebeca los vio y ahora quiere explicaciones.

⎯ Tranquilo Martín, ese hombre no puede lastimarte.⎯ se da confianza.⎯ No te hará daño, sal del baño y da la cara como te enseñó tu padre que a los problemas es mejor enfrentarlos de una vez por todas.

Seca sus manos y al salir va hasta la cocina. Al llegar ve al hombre que está preparando un aperitivo de lo más tranquilo, entonces se calma y de repente Oscar levanta la vista y le ofrece un sandwich con un jugo.

⎯ Ten, come algo.⎯ le acerca un plato y el vaso con jugo verde.⎯ Seguramente tienes hambre.

⎯ Gracias.⎯ acepta lo que le ofrece y mira el jugo con desconfianza.⎯ Señor quiero agradecerle por todo lo que hicieron usted y su esposa por nosotros. Ustedes sin conocernos acudieron a ayudarnos.

⎯ Martín, descuida no tienes nada que agradecer, además Verónica conoce a Rita.

⎯ Algo me dijo mi mamá.

⎯ Lo importante es que tu madre se está recuperando, mi hermano me puso al tanto de la situación y todo marcha bien.

⎯ Sí señor, el doctor le salvó la vida.

⎯ Mi hermano es un gran cirujano; pero de eso no es lo que quiero hablar contigo.⎯ el hombre se sienta frente al joven, lo mira a los ojos y va directo al grano.⎯ Anoche y esta mañana te vi con mi hija.

Martín se atraganta con la bebida y se limpia la boca con una servilleta.

⎯  Me imagine que de eso quería hablarme.

⎯ Así es.

⎯ Sé que con Rebi.⎯ se corrige al ver la cara de asombro del padre.⎯ Rebeca, recién nos estamos conociendo sin embargo le aseguro que no tengo malas intenciones.

⎯ ¿Ella permite que le digas Rebi? ⎯ pregunta asombrado.

⎯ Sí, al principio me decía que prefería que le diga Rebeca, pero anoche me confesó que le gusta cuando le digo Rebi.

⎯ Eso es un avance. Está progresando.⎯ murmura y su rostro se ilumina con una gran sonrisa.

⎯ ¿No lo entiendo?

⎯ Martín, me alegro mucho que te hayas cruzado en la vida de nuestra niña. Solo te pido que la cuides y no la lastimes.

⎯ ¿No está enojado? ¿No le preocupa que sea un psicópata o algo así?

⎯ ¿Eres un psicópata?

⎯ ¡No!¡ Claro que no!

⎯ ¿Entonces por qué tendría que preocuparme por eso?

⎯ No sé, es su hija y no me conoce. Además al principio, usted pensó que yo era un pervertido por como nos conocimos.

⎯ ¿Quién no robó algún beso alguna vez?⎯ le toca el hombro.⎯ Son jóvenes y esas cosas pasan.

⎯ ¿Usted lo hizo?⎯ pregunta asombrado.

⎯ Por supuesto, pero yo fui más atrevido y robe sus labios.⎯ confiesa orgulloso.⎯ Y mira las consecuencias, ahora estoy casado con esa chica.⎯ Martín abrió grande sus ojos.⎯ No te preocupes, no te obligaré a casarte con Rebi.

⎯ Entiendo.⎯ se relaja.⎯ ¿Y si no soy el indicado par estar con Rebeca?

⎯ Mi hija es inteligente y si tú no fueras el indicado para estar con ella se daría cuenta.

⎯ Señor, ¿ me está dando permiso para salir con ella?

⎯ Así es, pero con una condición .

⎯ ¿Qué clase de condición?

⎯ Los dos deben terminar el secundario con buenas notas, no descuidar sus estudios. Quiero que siempre esté en casa antes de las doce, ni un minuto más ni menos.

⎯ Me parece justo. ¿Eso es todo?

⎯No. En realidad te quería hablar de algo más.

⎯ ¿De qué quería hablarme?

⎯ Martín como te habrás dado cuenta la clínica es de mi hermano. Lamentablemente con él estamos algo distanciados. Por eso anoche cancelé la deuda de tu madre; pero nada es gratis.

⎯ Lo sé y prometo pagar cada centavo.

⎯ ¡Muy bien, así se habla!

⎯ Solo déjeme buscar otro trabajo, don Fausto no puede pagarme más.

⎯ Renuncia hoy mismo a ese lugar. Trabajaras para mí y te pagaré lo suficiente como para saldar la deuda en tres meses.

Oscar lo mira serio y el muchacho cree que escucho mal, este hombre le está dando un trabajo real.

⎯ ¿De qué se trata el trabajo?

⎯ Ven.

Oscar lo guía hasta lo que parece un estudio, hay varios cuadros de motocicletas y muchos certificados, en su escritorio hay un listado con marcas de motos y año de fabricación, el hombre se lo entrega y pregunta.

⎯ ¿Conoces estas motos?

⎯ Solo por internet.

⎯ Necesito un mecánico que ayude a armar este cargamento para dentro de tres meses.

⎯ ¿Esto es legal?⎯  Martín duda en preguntar pero era necesario.

⎯ Jajaja, tienes coraje, me agrada eso.

⎯ Lo siento señor, no sé qué es tan gracioso.

⎯ ¿Realmente no me conoces?

⎯ No señor y no quiero meterme en líos. Soy pobre pero honrado y quiero seguir así.

⎯ Me alegra saber eso.

⎯ Disculpe; pero aún no responde mi pregunta ¿esto es legal?

⎯ Sí Martín así es. Todo es legal.  Soy dueño de una de las concesionarias de motos más grande del país y promocionó eventos deportivos internacionales.

⎯ Bueno señor, en ese caso cuente conmigo.

⎯ Solo hay un pequeño detalle, tienes que hablar con el jefe de mecánicos, siempre tiene la última palabra.

⎯ Muy bien.

⎯  Te espero mañana a primera hora para que arreglen sus diferencias y se pongan de acuerdo.⎯  extendió su mano y el muchacho la estrecha.

⎯ Muchas gracias, no se va a arrepentir.

⎯ De nada. Solo pasa la prueba que te imponga y estarás dentro de la compañía.

⎯ Lo intentaré.

⎯ ¡No lo intentes, hazlo! Te estoy dando la oportunidad de tu vida, no la desperdicies

⎯ Entonces no se preocupe que así lo haré

Martín estaba realmente ilusionado con su nueva propuesta de empleo y trataría de enfocarse al mil en pasar por todos los retos que le ponga el jefe de mecánicos así no defraudar al hombre que tenía a lado.

⎯ Señor…

⎯ Dime Oscar, señor era mi padre.

⎯ De acuerdo, Oscar debo ir a ver a mi madre, no puedo perder el horario de visitas y aún tengo que ir a casa por una ducha. Lo siento, no puedo quedarme más tiempo.

⎯ Está bien. Ve tranquilo.

Oscar ve como el chico sale feliz de su oficina y sabe que hizo lo correcto. Mira por el ventanal como se sube a su moto y gira en dirección opuesta de su casa.