Ethan ya lo había perdido casi todo: sus pacientes, su reputación y la fe en la gente. Todo por una acusación que jura era mentira. Cuando aceptaron mantenerlo en la clínica bajo una condición —tratar a un paciente que nadie más quería—, tragó su orgullo y aceptó. El nombre en el expediente: Kael Drummond.
Luchador profesional. Incontrolable. Violento. Y con el hombro izquierdo casi inutilizable.
Kael no confía en nadie. Creció quebrando a otros antes de que lo quebraran a él. Su cuerpo es su arma, y ahora le está fallando. Lo último que quiere es un terapeuta metiéndose en sus límites.
Pero entre sesiones forzadas, provocaciones silenciosas y cicatrices que no son solo óseas, Ethan y Kael se enfrentan… y se reconocen. El dolor es todo lo que conocen. Quizás también sea donde empiecen a sentir algo que nunca habían tenido: cariño.
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Capítulo 2
[ Apartamento de Kael | Noche]
El reloj marcaba las 21:07 cuando Ethan terminó de evaluar los movimientos de Kael. Cada prueba era una batalla.
— Levanta el brazo hasta donde puedas — pidió por cuarta vez.
Kael giró el hombro con dificultad. La mandíbula tensa, la respiración controlada.
— ¿Eso es todo? — preguntó Ethan, anotando los datos.
— Eso es lo que vas a arreglar — respondió Kael, seco.
Ethan se agachó para guardar los materiales, pero mantuvo el tono calmado.
— Sabes que no vas a volver a luchar con ese hombro en ese estado, ¿verdad?
Silencio.
Kael se levantó del sofá, el cuerpo inmenso moviéndose con rabia contenida. Caminó hasta la cocina y abrió una cerveza. Dio un trago largo.
— ¿Entonces viniste aquí para desmotivarme?
— Vine aquí porque nadie más quiso. Y porque necesitas a alguien que te diga la verdad — respondió Ethan, mirándolo fijamente. — Puedes recuperarte, sí. Pero va a doler. Va a exigir disciplina. Y eso… no parece ser tu fuerte.
Kael sonrió de lado, irónico.
— Y parece que te gusta provocar.
— Solo hago mi trabajo.
— Y yo solo soy bueno cuando peleo. Entonces tal vez combinemos.
[Flashback de Ethan | De camino a casa]
Mientras conducía de vuelta, Ethan se sorprendió pensando demasiado en la última frase de Kael. "Tal vez combinemos". La frase quedó resonando. E incomodando.
Recordó cómo todo se derrumbó.
La paciente que lo acusó. El rumor esparcido. La mirada del equipo de la clínica cambiando de un día para otro. El director diciéndole que "se quedara en silencio y esperara a que pasara".
El silencio nunca pasó. Solo se volvió más pesado.
En el fondo, odiaba admitirlo… pero algo en la mirada de Kael era familiar.
Era la mirada de quien vive listo para ser atacado.
[Apartamento de Kael | Dos días después]
En la segunda sesión, Kael estaba sin camisa, como antes. El hombro aún hinchado, pero con menos tensión.
— Acuéstate en la colchoneta — dijo Ethan. — Necesito soltar la escápula y trabajar en el trapecio. Va a doler.
— Qué bueno — respondió Kael, sin dudar. — El dolor me distrae.
Ethan se arrodilló a su lado y comenzó el trabajo manual. Los músculos de Kael estaban duros, tensos como cuerdas a punto de reventar.
Kael cerró los ojos por un momento.
— ¿Siempre fuiste así? — preguntó, rompiendo el silencio.
— ¿Así cómo?
— Callado. Frío.
Ethan vaciló, manteniendo las manos en el trabajo.
— No soy frío. Solo aprendí a protegerme.
Kael giró la cabeza y lo miró.
— ¿Alguien te hirió?
— ¿Y tú? — replicó Ethan. — ¿Ya dejaste que alguien se acercara lo suficiente como para lastimarte?
Kael no respondió. Pero su mirada lo dijo todo.
[Últimos minutos de la sesión]
Ethan se quitó los guantes, respirando hondo. Le dolían las manos. Pero no era solo físico.
Kael se sentó, con los ojos fijos en la nada.
— ¿Volverás mañana?
— Si quieres.
Kael se levantó. Se quedó frente a frente con Ethan.
— Me miras diferente — dijo, con la voz baja, casi peligrosa. — No sé si es por pena… o deseo.
Ethan lo miró fijamente, firme.
— No siento pena por ti.
— ¿Y el deseo?
Silencio.
Ethan respiró hondo. Cogió el maletín.
— Ya veremos eso después de la rehabilitación.
Kael sonrió. Por primera vez, de verdad.
— Cobarde.
— No. Profesional.
pero tengo dudas ¿como se mantenian economicamente cuando despidieron a Ethan? y ¿Kael trabajaba? o el tenia ¿ahorros?, esos meses cuando Kael estaba entrenando para la lucha que al final pierde pero con dignidad.🧐
y ¿Que paso con el bastardo entrenador? lo destruyeron economicamente y su imagen, su carrera, pero ¿se fue a la carcel?.🤨
no me acuerdo cuando tiempo se dijieron las dos palabra "te amo" y me doy cuenta que no necesitan mostrar su amor con dos palabra, solo hablan como se siente el uno al otro con comunicacion y apoyo, con confianza y amor, y eso muestra su gran amor los dos, eso crea seguridad y proteccion.🥰🥰👏👏👏
Por que siento que Kael esta siendo infiel por agarrar la mano a alguien sin mala intencion, seguro porque soy insegura e inmadura y lo tomo como traicion.
espero que no le suceda nada, solo quiere ser escuchado😢
entonces Dani(R1) fue su tercera victima y tal vez alla dolorosamente un R2, ya que si nunca lo descubrieron tal vez tenga alguna victima silenciada.
me dejo atrapada y no dejo de leer🤩
la relacion entre los protagonista es tan maduro y tan real, fuerte pero a la vez fragil, niguno intenta areglar al otro sino solo estan ahi apoyandose mientra que cada uno intenta construir consigo mismo pero con alguien a lado 🥰.
no se porque la historia no ha llegado a los lectores correctos, necesita mas apoyo esta historia, que no intenta justificar la conducta de Kael en su joventud inmaduro que se peleaba con cualquiera por ira, solo habla de su dolor y seguir adelante porque tiene a lado a una persona importante.
quien le gusta las relaciones maduras con un toque de realidad y entre heridas abiertas en las historias fisticias, te encantara.