En el corazón de Londres, Nicolás Potter, heredero de una vasta fortuna, se enfrenta a un ultimátum impuesto por su abuelo: contraer matrimonio y formar una familia antes de su trigésimo cumpleaños para asegurar su herencia. Mientras tanto, Sofía Benson, una joven humilde, lucha por cuidar a su hermano enfermo mientras trabaja en una cafetería. Sus vidas se entrelazan cuando Nicolás y Sofía se encuentran en circunstancias inesperadas, desatando una serie de eventos que desafiarán sus creencias y los llevarán a descubrir el verdadero significado del amor y la familia.
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Desconfianza en el Paraíso
Todo había sido felicidad hasta la semana siguiente, cuando Nicolas estaba en su empresa revisando los estados de cuenta. Al verificar los registros financieros, sus ojos se posaron en una cifra inesperadamente alta en la cuenta bancaria de Sofía. El corazón de Nicolás se llenó de furia y confusión al ver el abultado saldo, lo que lo llevó a creer que Sofía estaba estafando al abuelo.
Nicolas: *(Entrando furioso)* ¡Sofía, necesitamos hablar ahora mismo!
Sofía levantó la vista de lo que estaba haciendo, sorprendida por la intensidad en la voz de su esposo.
Sofía: *(Sorprendida)* ¿Qué sucede, Nicolás? ¿Por qué estás tan alterado?
Nicolas: *(Señalando la pantalla de su celular)* ¡Esto es lo que sucede! ¿Por qué hay tanto dinero en tu cuenta?
Sofía se levantó rápidamente y se acercó para ver lo que estaba en la pantalla, su rostro mostraba una expresión de desconcierto.
Sofía: *(Confundida)* ¿Dinero? ¿De qué estás hablando?
Nicolas: *(Con voz de acusación)* ¡No te hagas la inocente! Este dinero, ¿es por lo que me casé contigo? ¿Estás intentando estafar a mi abuelo?
Sofía se sintió abrumada por la acusación, tratando de encontrar las palabras adecuadas para explicar la situación.
Sofía: *(Alarmada)* ¡No, Nicolás, por favor, escúchame! Ese dinero es para la cirugía de Jerónimo, mi hermano. El abuelo lo depositó para ayudarme.
Nicolas: *(Sarcástico)* ¿Oh, es así? ¿Y por qué no me lo dijiste antes? ¿Por qué todo este secreto?
Las lágrimas comenzaron a emerger en los ojos de Sofía mientras intentaba explicar desesperadamente.
Sofía: *(Con voz temblorosa)* Porque quería protegerte. No quería que te sintieras que fi obligada a casarte conmigo por dinero.
Nicolas: *(Frustrado)* ¿Protegerme? ¡No necesito tu protección! ¡Lo único que necesito es la verdad!
Sofía se sintió abatida por la frialdad y la desconfianza de Nicolás, incapaz de contener las lágrimas que brotaban de sus ojos.
Sofía: *(Sollozando)* Nicolás, por favor, creéme. No tengo intenciones de engañarte. Confía en mí.
La atmósfera en la habitación se volvió densa con la tensión y el dolor no expresado. Nicolás, luchando con sus propias emociones, dio media vuelta y salió de la casa, dejando a Sofía sumida en un mar de incertidumbre y angustia.
Sofía: *(Susurrando entre sollozos)* ¿Qué he hecho para que no confíe en mí? *(Se cubre el rostro con las manos)*
Mientras tanto, en un bar cercano, Nicolás se sentó en silencio con Mateo, ahogando sus penas en alcohol mientras intentaba comprender la situación. La decepción y el dolor llenaban su mente mientras se esforzaba por encontrar respuestas a las preguntas que lo atormentaban.
Mateo: *(Poniendo una mano en el hombro de Nicolás)* Amigo, necesitas calmarte. Habla con ella, aclaren las cosas.
Nicolás: *(Con la mirada perdida)* No sé qué hacer, Mateo. Todo esto es un desastre.
Mateo: *(Con comprensión)* Lo entiendo, pero no puedes dejar que la ira gobierne tus acciones. Habla con Sofía, escucha su versión.
Nicolás asintió, sabiendo que Mateo tenía razón. Sin embargo, el nudo en su estómago no desaparecía, y la sensación de traición lo atormentaba.
Nicolás, con la mente nublada por el alcohol y el dolor, sacó su teléfono celular y marcó el número de Sofía con dedos temblorosos. Esperó ansiosamente mientras el teléfono sonaba, preguntándose qué diría cuando ella respondiera.
Sofía, sintiendo el zumbido del teléfono, tomó una respiración profunda antes de contestar, esperando encontrar una explicación a la tormenta de emociones que la había abrumado.
Sofía: *(Con cautela)* ¿Nicolás?
Nicolás: *(Con voz alterada por el alcohol)* ¡Sofía! ¡¿Por qué me ocultaste esto?! ¡¿Qué más estás escondiendo de mí?!
Sofía se sintió abatida por la agresión en la voz de Nicolás, incapaz de comprender cómo las cosas habían llegado a este punto.
Sofía: *(Tratando de mantener la compostura)* Nicolás, por favor, cálmate. Te expliqué lo del dinero, no tengo nada que ocultarte.
Nicolás: *(Con amargura)* ¡Mientes! ¡No puedo confiar en ti! ¿Cómo sé que no hay más secretos? ¿Cómo sé que no estás conmigo por interés?
Sofía: *(Con frustración)* Nicolás, te lo dije todo. Mi prioridad es ayudar a Jerónimo, no estoy interesada en tu dinero ni en el de tu abuelo.
Nicolás: *(Con desdén)* Claro, siempre con tu hermanito. ¿Qué hay de mí? ¿Qué hay de nuestras vidas juntos?
Las palabras hirientes de Nicolás perforaron el corazón de Sofía, dejándola herida y enojada por la injusticia de sus acusaciones.
Sofía: *(Con voz temblorosa)* No puedo creer que me estés diciendo esto. Te he apoyado en todo momento, y esto es lo que obtengo a cambio.
Nicolás: *(Con frialdad)* Tal vez debería encontrar a una mujer que pueda satisfacerme de verdad, no como tú.
Las palabras de Nicolás golpearon a Sofía como un puñal en el pecho, dejándola atónita por el nivel de crueldad en sus palabras.
Sofía: *(Con furia contenida)* ¡No puedo creer que seas tan despreciable! ¡No mereces ni una pizca de mi sacrificio!
Con el corazón destrozado, Sofía colgó el teléfono, dejando a Nicolás solo con sus pensamientos y el amargo sabor de sus palabras. Mientras tanto, en la casa vacía, Sofía se dejó caer en el sofá, sintiendo el peso abrumador de la traición y el dolor que había llenado su corazón.
En el bar, Nicolás continuaba ahogando sus penas en alcohol, su mente atormentada por la ira y la confusión. Mateo observaba con preocupación a su amigo, sabiendo que estaba en un lugar oscuro y peligroso emocionalmente.
Mateo: *(Poniendo una mano en el hombro de Nicolás)* Nicolás, necesitas calmarte. Esto no te llevará a ninguna parte.
Nicolás: *(Con voz cargada de rabia)* ¡No puedo creer que haya confiado en ella! ¡Me traicionó!
Mateo: *(Con paciencia)* Necesitas hablar con ella, Nicolás. Aclarar las cosas. Tal vez hay una explicación que no has considerado.
Nicolás: *(Con desesperación)* ¿Qué explicación podría haber? ¡Ella me ocultó algo tan importante!
Mateo: *(Con firmeza)* No lo sabremos hasta que lo averigües. Pero insultarla y atacarla no te llevará a ninguna parte.
Nicolás luchaba internamente con sus emociones, sabiendo que tenía que enfrentar la situación de alguna manera, pero incapaz de encontrar la claridad en medio de su tormenta emocional.
Nicolás: *(Con frustración)* No sé qué hacer, Mateo. Me siento perdido.
Mateo: *(Con comprensión)* Entiendo que estés herido, Nicolás. Pero no puedes dejar que la ira te controle. Necesitas enfrentar tus problemas de frente, con claridad y calma.
Nicolás asintió, sabiendo que Mateo tenía razón, pero incapaz de calmar la tormenta de emociones que rugía dentro de él. Mientras tanto, en la casa vacía, Sofía se encontraba sumida en su propio dolor y confusión, preguntándose cómo todo había salido tan mal.
me gustaría q Sofía y Nicolás pudieran superar sus problemas y el tal Jeremy recapacite y los deje en paz y la tal mikaela también se alejen de ellos y puedan ser una vida en flia 🤗