En esta versión, mí primera historia, "La herencia de la abuela", se explica desde los ojos de Max, explicando algunos interrogantes inconclusos
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capitulo 19: "El hermano”
Ese domingo siguiente, al medio día fueron a comer a casa de sus padres. Se sorprendieron al ver qué también había asistido Mini.
Max dejo claro que la relación con su esposa era real, la siguió todo el tiempo, ya no había nada que actuar. Además de estar por lo general cerca para vigilar a su madre, no confiaba en cómo pudiese tratar a Camí, aunque aparentemente joys se estaba portando bien.
Después de comer, ya que la tarde se estaba presentando bastante cálida, todos salieron fuera. Mientras que su esposa y su madre quedaron charlando debajo del pórtico, su padre, él y Mini salieron a pasear por el parque de la casa. De igual manera, desde en donde estaba podía ver a la perfección a su esposa y su madre.
-Deja ya de ver a tu esposa, que sigue ahí...- dijo la mujer tomando su mano y él rio -Y... gracias por confiarme lo que me acabas de contar.- agrego.
-Es que... Solo me preocupa su seguridad.- respondió Max.
-Ya lo creo...- dijo Mini.
-Bueno, voy a ver si mí madre no ha...- estaba por decir.
-Te entiendo, yo me quedo con tu madre un momento más viendo el parque.- finalizo ella.
Se encaminó hacia donde estaba sentada tomando un café las dos mujeres, Camila miraba un album de fotografías y reía, así que se suponía que estaban.
-¿De qué hablan?- pregunto, sentándose junto a su esposa y posando su brazo en sus hombros.
-No sabía que de niño llevaste gafas y frenos.- río Camí -Eras muy adorable.-
-¡Madre! Confesaste mí gran secreto.-
-Para que sepa lo que se espera de los hijos.- bromeo la mujer.
-Woo, madre, nietos aún no, por favor.- respondió
Camí dio vuelta la página y apareció un retrato de sus padres con él y si hermano de pequeños, en Disneyland.
-¡Miralos ahí!- exclamo joys -Maxi siempre tan delgado.-
-Y Alex todo lo contrario.- se sorprendió Camí.
-Fueron años de dieta y ejercicio para quedar como el galán que es hoy...- bromeo max
-Bueno...- dijo su mujer, negando que lo que diga sea verdad y él rio.
Lejos de sentir celos, vio a esa situación como natural, en ese instante extraño a su hermano, pero temía cuál pudiese ser su reacción al tenerlo en frente.
Días mas tardes, Max tuvo que volver a viajar para ultimar algunos detalles del libreto. Solo era por dos días, pero realmente le costó alejarse de su esposa, hubiese deseado con locura llevarla con él, lamentablemente Camí tenía que quedarse con el convenio de la cláusula, si uno no estaba en la ciudad el otro debia de permanecer en el hogar... y además estaba muy ocupada con su trabajo.
Solo una noche se quedaría en Roma, y estaba por hacer unas fotos para la serie, cuando, mientras se preparaba sonó su celular, hablando con una asistente miro de quién se trataba y se quedó con la vista fija... ¡Se trataba de Alex!... pensó un tiempo antes de contestar... pensó más que nada en que podía decir...
Tomo valor y al fin respondió.
-Hola...-
-Hola, max.- respondió su hermano -¿Cómo has estado?-
-Bien ¿Y tu?- pregunto él.
-Mama me ha dicho que han ido a visitarla.-
-Si, con mí esposa... - respondió Max -Alex, estoy con Camí...-
-Me lo a dicho mamá... He dado vueltas para llamarte... Pero realmente contigo.-
-Está bien, regreso mañana en la tarde, te espero en casa.- propuso él.
Se despidieron y colgaron.
Al otro día su vuelo se atrasó un poco y luego había mucho tráfico. Definitivamente, tenía que enseñarle a Camí a manejar, así lo podía ir a buscar al aeropuerto... Alex de seguro ya estaba en su casa, aunque quería arreglar las cosas con su hermano, no le agradaba demasiado que esté solo en su casa con su esposa.
Al bajar del taxi se adentró al edificio a todo lo que daba, el ascensor no parecía llegar más. Al fin llegó a la puerta de su casa y la abrió.
Al entrar, encontré a su esposa de pie y lejos su hermano sentado en el sofá, tomando café.
-¿Hola?- expreso.
-Hola, cariño.- lo saludo Camí y él le beso la mejilla.
Luego miro a su hermano, quien se había parado también.
-Él dijo que tú sabías que vendría.- se apresuró en decir Camí.
-Sí, hablamos por teléfono, cariño, pero el vuelo se retrasó.- explico Max.
-Bueno, yo he venido a traerles las invitaciones para mí boda.- tercio Alex -Estefanía está en un desfile de modas en Londres, por eso he venido solo.-
-Ahh.- esbozo Camila tomando la tarjeta con una sonrisa.
-¡Me alegro, hermano!- exclamo Max estrechándole la mano nuevamente.
Noto como su esposa observo todo este episodio y sonrió.
-Yo tengo de que... Terminar con mí trabajo.- tercio ella, después saludo a Alex y se marchó.
Sabía que estaba con los preparativos para su nueva presentación, pero estaba seguro de que ahora lo que quería era darles intimidad.
Una vez solos, se sentaron a hablar.
-Hermano, juro que no sucedió nada entre ella y yo...- comenzó Alex.
-Lo se.- respondió Max.
-Solo fue un juego inocente...- continuo su hermano.
-Alex... Lo sé.- insistió él -Déjalo ya en el pasado.-
-Se nota a lo lejos que ella te quiere.- comento Alex.
-Sí...- asintió Max con una sonrisa -Y yo estoy loco por ella.-
-Te he extrañado, hermano.- dijo Alex parándose.
-Yo también.- respondió Max poniéndose de pie, al igual que su hermano y abrazándolo -Además, no podemos con mamá por separado.- continuo y Alex largo la carcajada.
Siguieron charlando un rato más, hasta que Alex se tuvo que ir. Deseo invitarlo a comer, pero pensó que era muy pronto... Se despidió y se marchó.
Luego, se dirigió hasta el comedor, en donde su esposa tenía la mesa mimada de papeles y dibujos. Ella lo quedo mirando por un momento, después fue directo a él y lo abrazo.
-Te amo...- le dijo con una sonrisa.
Max la miro sin entender la reacción hasta que se dio cuenta.
-Oiste todo ¿Verdad?- pregunto riendo, luego la beso.