Su hermano comete un gran error al robarle a un mafioso, y solo ella puede salvarlo de la cárcel. Solo que no espera lo que un malvado mafioso tiene pensado para ella y termina cayendo en un laberinto sin salida.
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Capitulo 14
En la tarde Julieta volvió a su trabajo como todos los días y comenzó a ordenar la bodega, nadie se había animado hasta ahora a ordenar esa bodega, ya que era muy extensa, pero ella se sentía capaz de dejar todo en orden. Eso le tomó horas, pero el resultado dejó sorprendido a Lucas, desde que había abierto el restaurante nunca había encontrado esa bodega ordenada, pero Julieta lo hizo y no necesito ayuda de nadie.
Él sabía que ella debía continuar trabajando allí aunque en algunas ocasiones la atracción que sentía hacia ella lo hacía dudar. Luego de una extensa jornada todos se despidieron y como era habitual, Julieta fue hacia la parada del bus, Lucas fue el último en salir encontrándose con que Julieta ya se había ido, de repente sintió algo en su pecho, como si fuese una corazonada y pensó en Julieta sabia que talvez esta noche no tendría que dejar que vuelva sola nuevamente, tomó su auto e intentó alcanzarla en el camino, pero al llegar se encontró con Julieta asustada mirando hacia un punto fijo mientras que en un automóvil que se estacionó junto a ella había unos hombres que no paraban de molestarla, sintió un calor subiendo por su cuerpo y rápidamente bajo de su auto y acudió en su ayuda.
-¡Julieta! ¿Qué sucede? -Grito acercándose a ella, los ojos de ella se iluminaron al verlo, ya que sentía mucho miedo.
- ¡Señor Lucas! -Alcanzo a susurrar con una sonrisa.
-¿Ustedes que quieren? ¿No saben respetar a una mujer?- Los enfrentó sin pensar, estos hombres al verlo con esa actitud pusieron en marcha el auto y salieron huyendo de allí, ya que no querían tener problemas mientras que Julieta lo observaba maravillada.
-Muchas gracias Señor Lucas.
-No es nada, pero Julieta deberías haberme pedido que te llevara a tu casa.
-No soy capaz de molestarlo, además no es su obligación.
-¿Te imaginas que podría haberte sucedido si yo no llegaba a buscarte? -Contestó afligido.
- Siento mucho haberlo preocupado, en verdad no fue mi intención... Creo que desde el próximo turno volveré a taxi.
-¡Ven! Sube y te llevaré a tu casa... -Señalando su auto.
-Muchas gracias, pero le prometo que el próximo turno volveré en taxi.- Le decía Julieta mientras subía al auto de Lucas.
- Para mí no es molestia...
-Pero usted no es mi chófer.
-Me gusta mucho traerte a tu casa, además disfruto de tu compañía.
-¿En serio?
-Claro que sí...
-Bueno me alegra, pero le prometo que ya no le causaré...- Intentaba hablar, pero él la Interrumpió.
-No es molestia...
- Preocupación... Eso quería decirle.
-¿Por qué no me tuteas?
-¿Cómo?-Pregunto confundida.
-Es que no entiendo por qué me hablas de usted.
-Porque es mi jefe...-Contestó nerviosa mientras que Lucas estacionó el auto en un costado de la calle.
-¿Un jefe la traería a su casa o la defendería? -Le pregunto mirándola a los ojos.
-Un hombre lo haría...
-No cualquier hombre...
-¿Y usted porque lo hace?
-¿No te das cuenta?
-¿De qué? -Intentando desentenderse.
-De que me gustas... -dijo mirandola a los ojos- Eres muy bella Julieta. - Contestó Lucas acercándose lentamente a ella para besarla, por poco Julieta se dejaba llevar, pero no quiso dañar nada y se aparto rápidamente.
-Nosotros ... Nosotros no deberíamos ...- Contestó mirando hacia abajo.
-¿Por qué no? -Pregunto Lucas.
-Usted es mi jefe, y con empleadas no puede haber una relación.
-¿Quién lo dice?
- Yo...-Titubeaba, pero Lucas se acercó aún más a ella y la tomó del rostro mientras acariciaba su barbilla y ambos juntaron sus labios muy suavemente, mientras Julieta cerraba sus ojos.
-Me gustas mucho Julieta... -Alcanzo a decir apenas separando sus labios de los de ella.
-Yo... Yo también.-Contestó con una sonrisa, este alegro tanto a Lucas, él tomó la mano de Julieta y la beso.
-Desde el primer día en que te vi sentí algo muy especial, no sé que fue, pero cada día que pasa me siento muy atraído por ti.- Confesó haciendo que Julieta se enterneciera ante su declaración.
-Yo pensé que solamente yo lo creia, pero me alegra saber que tú también. Solo que no sé...
-¿No sabes que?
-Es que yo trabajo para ti y talvez este mal esto...
-¿Por qué estaría mal? Somos adultos, solteros y que trabajemos juntos no cambiaría en nada.
-Pero es que yo no sé si podríamos tener algo serio.
-¿Algo serio?
-¡Si! Supongo... ¿No?
-Me gustaría conocerte mejor...
-Oh si claro. -Contestó con una sonrisa.-Perdón yo pensé que tú...
-¿Qué quería ser tu novio?
-Pues sí...
-Claro que si... Pero me gustaría conocerte un poco más. Que nos conozcamos más haya del trabajo. ¿Tú qué dices?
-¡Si! Estaría bueno...
-Podríamos salir a cenar.
-Pero yo trabajo en las noches...
-Pero yo soy tu jefe.
-Oh si, también.-Contestó virando sus ojos con una sonrisa. -¡Qué tonta! -Se llamó a sí misma.
-Me gustas mucho Julieta... Déjame conocerte mejor y déjame mostrarte quien soy.
-Está bien, pero quisiera que nadie del restaurante se entere de que tendremos una cita.-Dijo haciendo una mueca.
-¡Claro que no! Yo soy un caballero jamás hablaría sobre nosotros.
-Está bien... Bueno... Llámame. - Dijo Julieta intentando bajar del auto, a esto Lucas la toma de la mano haciéndola volver.
-¿Cómo? ¿Te irás así?
-¿Así cómo?
-Sin darme un beso... Al menos.- Sonreía.
-Está bien.-Sonrió Julieta dejando que nuevamente Lucas la bese. Se sentía en el cielo, pero sabía que no debía ir muy rápido con él, se separó y salió corriendo de allí mientras Lucas la observaba risueñamente con una sonrisa.
Al llegar a casa se encontró con su padrastro sentado en una silla en la cocina, bebiendo como siempre...
-¿Estás son horas de llegar? -Pregunto enojado.
-Estaba trabajando...- Contestó tímidamente.
-No se que clase de trabajo tienes tu, pero no me agrada el horario en que vienes... -Grito mientras se levantaba de la silla.
-Está bien.-Contestó cabizbaja y fue directo a su habitación ignorándolo, pues sabía que cuando bebía tendía a ponerse agresivo. Su padrastro volvió a sentarse y continuo bebiendo, mientras que Julieta se cambió rápido y se acostó. Una vez en la cama su teléfono sonó, Julieta observó que había llegado un mensaje y lo abrió, era de Lucas.
"Buenas noches, princesa". - Leyó con una sonrisa en su rostro, colocó el celular en su pecho de la emoción y se dispuso a contestarle.
"Buenas noches para ti tambien". Se giró e intentó dormir, durante este tiempo lo que menos esperaría es que su jefe se le declarara de esta manera, pero no quería ilusionarse, el amor era un campo minado para Julieta y era testigo de lo tóxico que se podía volver el amor, así que no quería abalanzarse del todo con Lucas.