La Bailarina Y El Mafioso

Cora:

--- ¿Sorprendida? --- pregunta Alejandro al ver que me quedó con la boca abierta

Asiento --- No había visto un vestidor tan grande --- Fruncí el ceño --- porque fue que no lo vi --- le pregunté.

--- La tonta de mi hermana seguro olvido decírtelo--- dice contoneándose por el espacio y fue cuando vi que ya se había quitado el pantalón.

Me tapé la boca este hombre sí que estaba como quería. Alejandro sacó un par de pantalones de pijama, de un cajón y se los puso. Luego se acercó a mí con una sonrisa engreída.

Él pone una mano en mi quijada y hace que lo observé, porque como una tonta había desviado otra vez mi vista hacia su torso musculoso. ---Solo por estos días dejaré que te duches sola y te daré privacidad en todo. Pero cuando nos casemos eso cambiará --- sentenció con una voz seductora.

Iba a decir, qué eso no lo decidía él, pero me dejó sola en el vestidor, antes de que pronunciara palabra. Gruñí molesta este tipo... respiré profundo y trate de calmarme, tenía todo bajo control, él no me diría que hacer.

Pero un recuerdo vino de nuevo a mí y sacudí mi cabeza apartando la imagen del cuerpo de Alejandro y me enfoqué, en cambio, en inspeccionar el armario, que resulto mejor, que andar pensando en cosas obscenas como verlo a él, sin ese bóxer y...

¡Detente Cora!, me reprendí nuevamente y volví a mi tarea de explorar, tanto las cosas de Alejandro como las mías

Cuando por fin puse fin a la exploración. Me decidí a buscar que ponerme y obtuve una pijama rosa, que era la más decente, puesto que Valeria no me había escuchado y había comprado pijamas más provocativas.

Respiré profundo una vez más contando hasta diez y dejé el tema a un lado y decidí que tenía que salir para poder ir a ducharme, pero estaba apenada con Alejandro y no sabía que hacer. Fue cuando noté que había otra puerta.

Me dirigí hacia ella. La abrí y vi que esta daba directamente al baño. Sonreí y respiré aliviada, agradecida de poder tener solo un momento a solas sin Alejandro para pensar y evadir esta realidad que aún me ponía nerviosa.

Entré e inmediatamente aseguré la puerta que daba a la habitación y al clóset gigante, para qué no se le fuera a ocurrir a Alejandro entrar.

Teniendo todo listo. Me desnudé rápidamente dispuesta a ducharme, pero entonces vi que la tina estaba llena y había espumas en ella.

Me acerqué y toqué el agua que estaba caliente, sonreí seguro Alejandro lo había preparado para mí, fue un gesto muy dulce, que me enterneció el corazón. Entre en ella y me deleite en el mar de sensaciones que producía estar en agua caliente y perfumada y me dispuse a asearse. Lo cual hice en tiempo récord.

Luego me seque y me vestí y decidí a enfrentar a mi sexi mafioso.

............

Cuando entre a la habitación lo vi acostado sobre la cama y sus brazos estaban detrás de su cabeza, estaba viendo televisión y se veía totalmente relajado e irresistiblemente... sexi, ya que omitió la camisa y solo estaba en pantalones de chándal. Cielos, esto iba a hacer algo difícil para mí

Quité mi mirada de su pecho y me enfoqué en Alejandro y él me estaba viendo con una sonrisa traviesa. Me sonroje ¡Qué tonta eres cora, se dio cuenta que lo estabas viendo descaradamente, genial!. Aparte mi mirada mientras él dice ---Creí que te tardarías más…--- dijo --- pero es obvio que no querías, porqué te morias de ganas de verme, ¿no es así? ---

Empece a reír con ironía --- ja ja ja en tus sueños--- dije sentándome en la cama.

No estuve mucho tiempo así, porque Alejandro me atrajo rápidamente hacia él, de tal forma que su cuerpo quedó sobre el mío. Lo cual hizo que lo mirará sorprendida, siempre hacia cosas como esta y por sí fuera poco mi cuerpo ya estaba empezando a reaccionar a él, por qué muchas chispas como electricidad sobrecargaron mi cuerpo con excitación.

--- Alejandro --- advertí, mirando sus hermosos ojos azules.

Él sonríe nuevamente viéndose complacido. Luego acerca su boca a la mía, suspiró con anticipación, lo cual hace que su sonrisa sea más grande, cierro los ojos por inercia preparándome para lo que vendrá, pero el beso nunca llego.

Alejandro continúa con voz ronca --- descuida cumpliré lo que dije --- su cálida respiración cerca de mi boca, que amenazaba con derretirme y entregarme sin importar qué, ante él --- solo quería comprobar algo y ya lo he hecho --- dice esto y se aleja. Mientras yo me quedé acostada en la cama muy quieta sin reaccionar. Abrí los ojos de golpe y Alejandro volvió a su postura inicial acostado y él muy idiota tenía una risa burlona en su rostro

Fruncí mi ceño y me incorporé sentándome en la cama, totalmente roja como un tomate --- ¿a que te refieres? --- pregunté

Él quita un momento la mirada del TV y me dice ---Que me deseas y que mueres por mi toque ---

Lo miré enojada, él muy idiota me había provocado y yo había cedido fácilmente --- No te confíes mucho ---

Alejandro resopla y me observa de nuevo --- Lo que digas, pero princesa sé que tarde o temprano caerás en mis brazos ---

Entrecerré mis ojos --- no creas que me voy a entregar tan fácilmente ----

--- No dije eso--- él dice esto y recorre mi cuerpo con sus ojos, los cuales me dejaron más caliente que antes. Este hombre me sorprendía cada vez más, sí solo con una simple mirada hacía que me sintiera complacida y excitada, que pasaría cuando por fin me hiciera el amor, una parte de mí ya lo estaba anhelando.

Alejandro regresa su mirada a la mía --- Sé que no eres como las otras mujeres y sé que llegarás a sentir aunque sea un poco de cariño por mí y no dudo que llegará a más. Eso siempre pasa con las demás ---

Ahí estaba Alejandro arruinando un momento totalmente romántico y sumamente erótico para mí, de excitada pasé a enojada en un segundo ---No soy como las demás idiota y es que acaso, ¿me trataras como ellas...?--- no creí poder sentir esto, pero estaba celosa.

Después de la atención que me había dado no creía poder compartirlo con otra mujer, ¿seria Alejandro así, de esos hombres que eran infieles?. La duda entró en mi mente y por qué no lo sería después de todo era un mafioso. Continué mirándolo a los ojos --- Sí te pasa con las demás, porque no escogiste a una de ellas, después de todo están todas enamoradas de ti, yo no --- me di la vuelta dispuesta a terminar con la conversación. Me cubrí hasta arriba con la sábana de seda, totalmente enojada. No sabía por qué había aceptado esto.

--- ¡Oye! --- dice y se alcanza a escuchar una risa que me molesto aún más. Me alejé de él, pero fue más rápido y me atrapó en sus brazos. Mí torpe corazón comenzó a latir rápidamente  --- no tienes por qué estar celosa ---

--- No estoy celosa --- dije con voz irregular

Él acerca su boca a mi oído y esto me saco un suspiro --- Dilo Cora hasta que te lo creas --- iba a objetar pero él me interrumpe --- no me interesa ninguna de ellas, jamás lo han hecho. La única que me interesa eres tú, fui un idiota por decirlo, lo sé, últimamente digo lo incorrecto ante ti. Pero lo que si es correcto es que cuando te vi por primera vez bailando en ese escenario, me hechizaste completamente y supe que estarías a mi lado por el resto de la vida --- suspiré nuevamente por sus palabras, estás habían llegado a lo profundo de mi corazón. No sabía si era cierto lo que decía, pero me atreví confiar, tal vez con el tiempo lo vería.

Alejandro sé levanta y se aleja yendo al baño, supongo a ducharse, cerré los ojos estaba apenada por mi arrebato de celos no admitidos.

Pero los abro de nuevo al sentir una corriente de aire caliente en mi nariz y me encontré a Alejandro mirando de cerca con una sonrisa.

No pude apartar mi mirada de la suya, era imposible y más si me miraba con dominancia ---una cosa más mi princesa--- dijo y sonreí en mi interior, me encantaba ese sobrenombre. Alejandro continúa --- La puerta está sin seguro así que confío en ti. Pero si intentas escapar de nuevo, no me importa a dónde vayas te encontraré, así sea al fin del mundo, con tal de tenerte a mi lado --- terminó de decir y me dio un dulce beso en la punta de mi nariz y se alejó.

Este tipo era perturbante y a la vez encantador y podía aceptar que esto me gustaba mucho.