Me Enamore De La Hermana Equivocada.

Esta mañana, Emma se despierta muy tarde, la fiesta duró hasta altas horas de la noche y después estuvo ayudando a los empleados a acomodar todo, la fiesta había sido un éxito y la abuela estaba muy feliz.

Después de cambiarse y de acomodar su habitación, Emma baja a la cocina, para encontrarse con Andreas y la abuela Sofía desayunando.

-buenos días, bella durmiente - saluda Andreas sonriendo tiernamente.

-buenos días, como no me despertaste Andreas, es muy tarde - Emma se sienta del lado izquierdo de Sofía.

-dormías plácidamente Emma, estabas muy cansada, trabajaste mucho anoche.

-mis amores - dice Sofía tomando las manos de cada uno - gracias por lo que hicieron conmigo, estaré eternamente agradecida con ustedes, le dieron mucha felicidad a esta vieja.

-la pasamos muy bien abuela - le contesta Andreas.

-fue un placer para nosotros abuela - dice Emma levantándose de su silla y dándole un tierno beso en la mejilla a la anciana, quien se emociona por el gesto.

-eres tan dulce mi niña, estoy tan feliz que mi nieto haya encontrado una mujer tan buena - Sofía junta las manos de Emma y Andreas y las hace que se entrelacen sus dedos, ellos se miran a los ojos sorprendidos, pero completamente enamorados, sin dudas ya no pueden seguir escondiendo lo que sienten - mis niños, se merecen el uno al otro, y puedo ver en sus ojos el amor que se tienen y eso me pone muy feliz, porque puedo morirme en paz.

-oh abuela no digas eso, tienes mucha vida por delante.

-lo se Andreas, pero uno tiene que disfrutar la vida, todos los momentos que ella nos regala, y luchar por el amor que se tienen, nunca permitan que esto se termine, porque es muy puro y sano. - Emma no puede creer que la abuela esté diciendo que ellos están enamorados... ¿Será así? ¿Me enamoré realmente de Andreas? Piensa Emma para sus adentros, y él se habrá enamorado de mí? No creo... Sigue pensando Emma, solo está fingiendo para que su abuela no se sienta decepcionada por esta farsa de matrimonio.

-así es abuela, amo a Emma con todo mi ser, es la mujer de mi vida... - dice Andreas y aunque Emma no pueda creerle, es la verdad, realmente su esposo se enamoró de ella, pero Emma sigue pensando que es una farsa y ella continuará con ello.

-yo también lo amo abuela, lucharemos por este amor a costa de todo.

-bueno mis niños, yo debo dejarlos, ya vino mi maestra de yoga, que tengan un hermoso día - Sofía se despide de los jóvenes, dejándolos solos.

-Emma... Lo que dije fue... - Andreas está por decirle que es verdad lo que dijo y lo que siente, pero se echa para atrás - fue mentira para que la abuela siga creyendo en este matrimonio.

-lo se Andreas - dice Emma un poco desilusionada, sabía que era mentira, pero tenía una pequeña ilusión de que fuera cierto.

-pero déjame decirte Emma, que... Lo que dije en la fiesta de la abuela es verdad... Eres una mujer muy especial, hermosa, y te aprecio muchísimo-le confiesa Andreas.

-yo también te aprecio mucho Andreas, pensé que estos 6 meses serian una tortura, pero eres bueno conmigo y lo estás haciendo más fácil - ya pasaron dos meses del matrimonio, y la verdad es que los días y los meses se pasan volando en su compañía.

-pasarán muy rápido los 6 meses Emma, disfruto mucho de tu compañía, eres muy buena amiga.

-tú también lo eres Andreas. Emma... Quieres acompañarme a la ciudad por unas cosas? - la invita Andreas.

-Andreas yo... Quería pedirte algo, si es posible... Sé que está en el contrato y no quiero pasar por encima de ti.

-dime Emma, confía en mí - le dice Andreas.

-Andreas... Quiero que me des permiso para poder trabajar con los animales.

-Emma... Entiende que no puedo permitir eso, eres mi esposa, eres una mujer, mis empleados no son como los tuyos, que están acostumbrados a obedecer órdenes de una mujer.

-está bien Andreas, lo intenté - dice Emma muy desilusionada. Andreas toma la mano de Emma y la aprieta con fuerza, al ver la decepción en sus ojos.

-lo siento Emma-en ese momento suena el celular de Andreas, interrumpiendo la charla entre ellos. - hola Aquiles - saluda Andreas al contestar la llamada - cómo?! No te preocupes Aquiles yo me encargo, enseguida vamos para allá.

-sucedió algo Andreas? - pregunta Emma al ver el semblante preocupado de su esposo.

-Emma... Necesito de tu ayuda.

-si dime.

-una yegua acaba de entrar en trabajo de parto y el veterinario no vino, puedo ayudarte he estado en varios partos, si me ayudas, dejaré que trabajes con los animales, hablaré con mis empleados y les diré que deben acatar tus órdenes al igual que las mías.

-lo dices enserió Andreas? - los ojos de Emma se iluminaron de felicidad.

-si Emma lo digo enserió.

-entonces vamos, no hay tiempo que perder.

El parto fue tranquilo, no como el de gitana, así que con la ayuda de Andreas lograron traer al potrillo a la vida sin ninguna complicación.

-eres increíble Emma, no me cansaré nunca de decirlo - dice Andreas con mucha admiración hacia su esposa.

-no fue nada Andreas, estudie para eso y he hecho centenares de partos.

-con esto me di cuenta que tu felicidad es estar con los animales, y no puedo prohibirte eso Emma, como dije a partir de hoy, puedes trabajar aquí en la hacienda, pero con una condición.

-dime Andreas.

-te pagaré un sueldo, como un empleado, por más que seas mi esposa, no permitiré que trabajes gratis.

-estás loco? No puedo permitir eso, tú no me dejas faltar nada y me das una mensualidad.

-Emma si no aceptas el dinero no dejaré que lo hagas.

-está bien Andreas lo acepto - dice Emma después de pensarlo, si es la única condición para trabajar, debe aceptarlo.

Después de que Andreas presenta a Emma a todos los empleados, como su esposa y la nueva veterinaria de la hacienda, Emma se dirige a su habitación para darse un baño y cambiarse la ropa llena de sangre por el parto.

Emma se encierra en el baño, llena la bañera hasta arriba y le pone unas sales para relajar su cuerpo. Mientras está en el agua recibe la llamada de su madre.

-hola mama como estás.?-saluda Emma muy contenta de escuchar la voz de su madre.

-hola mi vida nosotros estamos bien, tú cómo estás? - pregunta leila siempre preocupada por su hija.

-estoy muy bien mama, muy contenta-Emma no puede disimular su felicidad.

-hija mía, me alegro escuchar eso, a que se debe tanta felicidad?

-Andreas acepto que trabaje como veterinaria para su hacienda.

-ay Emma no sabes cuanto me alegro, se nota en tu voz, dime como te trata Andreas hija?

-es muy dulce conmigo mama, es una gran persona, aún no entiendo como Anna lo dejo ir.

-hija tú... Te estás enamorando de Andreas? - pregunta leila sorprendida.

-creo que si mama, creo que me estoy enamorando de verdad de él.

-ay hija no quiero que sufras por él.

-no te preocupes mamá, sé muy bien que Andreas nunca se enamoraría de mí, no soy el tipo de mujer que le atraería.

-solo ten cuidado hija - dice leila cortando la llamada con Emma.

Después de terminarse de bañar y cambiarse decide bajar al comedor y allí se encuentra con la abuela Sofía que está merendando junto con Sara, quien la mira con mucho odio, sin siquiera disimularlo.

-hola abuela, hola Sara.

-hola mi niña, quieres merendar con nosotras? - pregunta Sofía invitándola.

-no se preocupe, iré a las caballerizas a ver la yegua como sigue.

-Emma, me dijo Andreas que ayudaste a parir a una yegua, realmente eres increíble niña, no sabía que eras veterinaria.

-amo los animales abuela, y gracias a Dios Andreas acepto que me encargue de ellos, necesito trabajar.

-me alegro mucho por ti mi niña, hablando de mi nieto, está encerrado en su oficina, me dijo que quería hablar contigo, puedes llevarle un café y algo dulce, te lo va a agradecer.

-claro que si abuela, muchas gracias! Que tengan una buena tarde - dice Emma que va hacia la cocina, prepara el café, como a Andreas le gusta, corta un pedazo de bizcochuelo y lo pone en una bandeja, para llevarlo a la oficina de Andreas.

Allí toca la puerta y la voz de su esposo desde el interior, le da permiso para que entre, Andreas se sorprende al ver a Emma con la bandeja en sus manos.

-buenas tardes Emma, estaba buscándote, gracias por el café y el bizcochuelo - Andreas pone la bandeja sobre una mesa - por favor siéntate Emma, necesito que me ayudes.

-dime Andreas.

-por fin logré conseguir los papeles de Diez años para atrás, pero necesito que me ayudes a verlos todos, dos cabezas piensan más que una, necesito saber desde cuando me están robando.

-claro que si Andreas confía en mí.

Después de trabajar durante horas, casi toda la noche, descubren que el dinero falta desde hace más de 5 años:

-son muchos años Andreas - llega Emma a la conclusión.

-si Emma, esto es terrible, no sé que voy a hacer, es muchísimo dinero.

-dime Andreas, quien más tiene acceso a las cuentas de la hacienda - pregunta Emma.

-solamente mi abuela y Sara, pero son las dos personas en las que más confío.

-Andreas... Yo no estoy en contra de Sara, pero...de verdad confías tanto en ella? - Emma ve como el semblante de Andreas cambia, está muy nervioso y enojado.

-como te atreves a poner en tela de juicio la honestidad de Sara, no te lo voy a permitir Emma! - dice Andreas muy furioso.

-no te enojes Andreas, pero si la abuela y Sara son las únicas dos personas que tienen acceso, aparte de ti, debes tomarlo en cuenta.

-que problemas tienes con Sara, Emma? Mi prima siempre ha sido muy buena contigo.

-muy buena conmigo? - dice Emma riendo cínicamente - desde que llegue a esta casa solo tengo que aguantar desprecios de tu querida prima, y sabes lo que me dijo... Que va a hacer todo lo posible para separarnos, porque está enamorada de ti. Pero dile que no se preocupe que en pocos meses esto se termina y tiene el camino libre.

-tú sí que estás loca, como dices tantas barbaridades, Sara enamorada de mí? Somos primos, Emma.

-no sé cómo puede ser posible, pero es la verdad, sé que no vas a creerme, ves por los ojos de tu prima y no te das cuenta que es una arpía - Emma está furiosa no va a permitir que Andreas la trate de mentirosa.

-por supuesto que no te creo Emma, conozco a Sara desde que nació, a ti te conozco hace dos meses. Se que mi prima es incapaz de hacer algo así.

-muy bien Andreas, la próxima vez pídele ayuda a ella, solo te digo que lo pienses, puedes tener al ladrón frente a tus ojos y no lo ves - Emma sale de allí muy enojada, dejando a un Andreas muy pensativo.