Del Odio Al Amor

Patrick

Ese maldito me las pagará, como se le ocurre golpearme enfrente de tantos conocidos.

— Es tu culpa querido, no debes provocarlo y menos con su mujer, me dice Charloth.

— Ella no es su mujer, digo enfurecido.

— Aunque te duela, lo es, más ahora que siento que la está viendo más como mujer.

— Ha que diablos te refieres.

— Yo soy mujer y conozco bien a los hombres y nadie desprecia un polvo y menos Cristián, que ni bien estaba dispuesta a abrirle las piernas aceptaba, pero ahora me rechazo un polvo rápido y...

— Y que con eso.

— Que le atrae Emma, por eso está tóxico y posesivo con ella, no quiere que nadie la vea y toque.

— Llevan cuatro años de casados, es normal que quiera probarla, hasta yo muero por estar en medio de sus piernas.

— Cristián que puede tener a todas las que se le antoje, crees que quiera estar con ella por una sola noche, él tiene algo más y es atracción, yo he cogido muchas veces con él y no me cela, no me hace dramas, no golpea hombres.

— No digas idioteces, me levanto furioso y si fuera así, perdió, por qué a ella me la quedo yo.

— Eso quiero ver, se ríe.

— La tendré porque la tendré.

— Por cierto y esa canción tan cursi que pusiste en la pista de baile, lo hiciste para provocarlo más cierto.

— Tal vez, pareciera muy niñato, pero si no puedo decírselo de frente, pues que escuche mi directa.

— Jajaja tú no cambias Patrick.

— No me importa la canción, pero de algo si estoy seguro de que ese idiota me las pagará, por haberme humillado enfrente de todos, me tocó las heridas de mi rostro, se las cobraré.

Cristián

Llega el siguiente día, me despierto con una erección fuerte, la cual bajo metiéndome a la regadera, pero el agua fría no la baja, lo único que la haría bajar sería ella, me imagino su cuerpo desnudo, su miniprenda, su figura exquisita me mata, llevo mi mano a mi miembro, lo agitó rápidamente, me imagino derramándome dentro de ella, maldición Emma, porque no me la puedo sacar de la cabeza, no es solo sexo, antes era sexo, pero ahora es ella, su cuerpo, todo de ella, me siento atraído por ella, no la amo, pero es una atracción, la cual no quiero admitir, no quiero admitir que estoy atraída por esa mujer, de senos rosados y cuerpo de diosa.

Me visto, mi cuarto queda a la par del de ella, acomodo mi saco, mi reloj, busco mis zapatos, me los pongo, peino mi cabello y me aplico loción, al terminar salgo del cuerpo listo para marcharme.

Paso cerca de su cuarto, me detengo y deseo entrar, me pongo en marcha y escucho que habla por teléfono, en mi mente pasa si lo meterá a la casa, si está hablando con él, me acerco y... Está hablando con su amiga, le dice que venga a casa, que necesita contarle muchas cosas, ruedo los ojos, mujeres.

Me marcho, voy de camino cuando recuerdo que olvide unos documentos en mi despacho, así que regreso a casa, encuentro un poco de tráfico al regresar, pero llego, me estacionó e ingresó a casa, me voy directo a mi despacho, recojo unos documentos, busco otro que firme antes de dormir, pero.... Recuerdo que están en mi habitación, así que me dirijo a mi habitación, subo y...

Escucho a Emma hablando con su amiga, me encaminó, pero, me detengo al escuchar mi nombre, me pegó a la puerta, obteniendo con claridad lo que dicen

— Puedes creer lo que hizo, pero Patrick no debió besarme, sabía que terminaría todo mal, hace unas pausa, aunque la verdad no besa nada mal, se ríe.

Aprieto los puños, entonces si le gustó, desgraciada.

— Me alegra que haya visto que te beso, que no se crea la última gaseosa del desierto. Dice Zoe.

Ruedo los ojos.

— Fue horrible, sentí que todo me dio vueltas, me asusté en serio, por qué yo sabía que si él aparecía todo se iría al carajo, mi cita estaba tan bien, pero solo escuchar su nombre, todo se vino abajo.

— Cómo siempre ese idiota arruinando todo.

— La verdad es que sí, arruinó mi noche.

Me enfurece escucharla hablar de mí así, saber que quería estar con ese idiota más.

— Pero eso no fue lo peor, continúa Emma, lo peor fue que me desmaye y no sé en que momento regresamos a casa, pero estaba desnuda.

— Que ese hijo de p**a abuso de ti, ese maldi....

— Tranquila Zoe, no paso nada, solo me dijo que el vestido estaba muy ajustado y pues la verdad si estaba ajustado y eso también hizo que no respirar bien, cuando me puse nerviosa, pero volviendo al tema, no sé por qué sigue queriendo acostarse conmigo, estuve tentada en caer, es que sus manos, encienden algo en mí, un deseo, tú sabes que no he experimentado esa sensación y...

— No Emma, no sean tan ingenua, él solo quiere probarte, saciar sus deseos de una nueva carne, después te votará y tú quedarás como la usada y te arrepentirás.

—Si tal vez tienes razón.

Así que le prenden mis manos, ese es un punto para mí, pero escuchar como se expresa he imaginarla montándome hace que mi miembro se ponga duro.

Estoy a punto de irme, por qué seguirán hablando pendejadas, cuando escuchó algo que llama mi atención.

— Zoe sabes que es lo peor, que casi se me sale una verdad que no tiene que saber y que tampoco le importa.

Me pegó nuevamente a la puerta y...

— No sé si lo noto, pero por su expresión creo que no, pero...

— Anda habla que.

— Estuve a punto de decirle que soy virgen, que jamás ha entrado un hombre entre mis piernas.

Mi corazón late, ¡Virgen! Emma...Emma es virgen.

— Emma pero que estabas pensando.

— Fue un impulso.

— Pero no importa, ya es hora que la pierdas, pero no con él, acuéstate con Patrick o que piensas morir virgen, tienes 27 años, disfruta más camas.

— Jajaja eres única Zoe, pero tienes razón, la perderé con Patrick, ya es tiempo de hacerlo.

Aprieto los puños y me dirijo a mi habitación, maldición grito no tan alto, sobre mi cadáver que Emma se acueste con ese idiota, tiene un contrato, ella debe ser mía, yo debo ser el primero, no me la imagino montando a otro, eso no, jamás he estado con una virgen, me gustan experimentadas, pero...Emma, maldición Emma, en que momento te me metiste a la cabeza, necesito sacármela y debo comprobar si acostándome con ella esta sensación desaparecerá.

Dos días después...

Emma

Es viernes y Cristián me presentará como su "esposa" levanto los dedos haciendo comillas.

— Señora permiso, el señor ya la está esperando.

— Dile que ya voy.

Llevo un vestido ajustado a mi figura, rojo, con abertura en la pierna y hombros caídos, debo verme hermosa y no para Cristián, sino para mí, para que todos vean que soy bella y que ese idiota no representa mi belleza.

Bajo y ahí está parado esperándome.

Me mira y desde que hablamos sobre su heredero que ni crea que le daré uno, no me ha vuelto a dirigir la palabra, ha estado más distante y me agrada, por qué me confunde cuando intenta besarme y no sé que rayos.

— Apresúrate que vamos tarde, lo dice en un tono frío.

Paso cerca y no le respondo nada.

Llegamos a su auto, nos subimos y en todo el camino nadie habla, nadie se mira y agradezco eso, por qué no me interesa nada.

Después de media hora llegamos, antes de bajarnos, toma mi brazo.

— Cuidado arruinas esto, cuidado hablas sobre el contrato y...

— No soy tu Cristián, puedes quedarte tranquilo, esto es actuación, no recuerdas que de pequeña quería ser actriz, pues hoy cumpliré ese sueño, actuar frente a las cámaras, fingir algo que no es y actuar como la mejor esposa, le sonrió con sarcasmo, aparte porque a cambio de esto, tú me pagas por actuar, ya que cada mes recibo en mi cuenta de banco dinero, así que no te preocupes, lo haré bien.

Tensa los hombros y me mira con enojo, bájate dice en seco.

Hago lo que dice y levanto los hombros, solo dije la verdad.

Llegamos a la rueda de prensa, estamos en la parte de atrás y en el escenario, hay una mesa, sillas, micrófonos y ahora si me siento como si fuera una entrevista de una película, pero no es una película, es una actuación es la vida Real.

Por ahí subirás, me señala Cristián.

Ok, respondo sin verlo.

Un representante sube primero, luego su padre y al micrófono habla el representante.

— Gracias a todos por venir, el día de hoy se presentará a la esposa de Cristián y se responderán algunas preguntas.

Todos hablan, murmuran, Cristián sube primero, pero los nervios me atacan, mi corazón late, pero subo con el mentón en alto.

Ella es mi esposa.