Maria Cristina Alcantara viajo a una fiesta a Las Vegas. En el Hotel Casino Volcano le robaron su documentación. De igual manera al empresario Fernando Espinosa. Ese robo les traería muchos problemas a estos dos jóvenes. Los pillos ladrones usaron su documentación para un casamiento rápido estilo Las Vegas. Desde este incidente estaban casados sin saberlo y los problemas vendrían. ¿Quizás también el amor?
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Capítulo 13. Analizar lo que pasó
Casada 13
Casada con un desconocido.
Capítulo 13 : Analizar lo que pasó.
Elsa ISASA.
El fuego aún crepitaba brindando calor a la rústica cabaña cuando por fin María Cristina se durmió. Su cabeza recostada sobre un brazo de Fernando que la miraba sin poder conciliar el sueño.
La explosión de amor entre ambos lo había dejado aturdido. No surgían pensamientos lógicos o coherentes en su mente. Solo el placer de verla con su cuerpo desnudo apretado contra el suyo. Sus ojos cerrados, su respiración tranquila. La boca entreabierta roja de tantos besos.
Ninguno dijo en esa unión maratónica alguna palabra de amor. No hablaron de futuro ni de qué harían después de esto. Quizás porque él dudaba de que pudiera retenerla.
Dudaba por muchas cosas.
Porque María Cristina Alcántara era una empresaria exitosa que tenía su vida, su trabajo y su novio en Buenos Aires.
A diario su novio le llamaba y estaba seguro que a pesar de tener una amante no la dejaría en sus brazos muy fácilmente. Era la novia perfecta, rica, hermosa y carismática.
Además ella en varios momentos recalcó que odiaba el frío, amaba el calor y el mar.
Los ojos de Fernando querían cerrarse pero verla era una delicia. Sentir despierto su cuerpo a su lado era una sensación tan placentera que no había experimentado antes con ninguna mujer.
No quería dormir. Quería idear un plan de acción para el después. Saber qué haría, cómo se comportaría con ella, como sería su reacción en los pocos días del mes que aún quedaban y que de común acuerdo organizaron juntos.
Pero su cansancio lo venció. Estiró el brazo dormido donde ella apoyaba su cabeza e instintivamente Cris se abrazó a él, apoyando el cuerpo en su pecho.
Y fue allí, donde cerró los ojos y el sueño se apoderó de su mente.
Unos golpes en la puerta lo despertaron a la mañana siguiente.
– Señor Fernando. Le he traído su caballo. Seguro anoche se escapó porque aún estaba ensillado. –
La voz de Alejo junto a la puerta cerrada le confirmó que Lucas había realizado su treta a la perfección.
– Gracias amigo. - respondió mientras veía a Cristina cubrir su cuerpo desnudo con mantas.
– Despreocúpate. Alejo no entrará. –
¿Nos vestimos y vamos al rancho?
– Claro. – dijo ella marchando al baño envuelta en la cobija.
Él se vistió mientras la esperaba.
–Mira Fernando. Anoche….
–No hablemos ahora, ¿quieres? Fue una noche hermosa para los dos. Qué te parece si analizamos internamente lo que nos sucedió y luego hablamos de ello.
– Entiendo. Vamos entonces – respondió Cristina.
Fernando subió a su caballo y le ayudó tendiendo su mano a montar junto a él. De inmediato ella lo abrazó tomándole de la cintura. Eso de alguna manera lo tranquilizó. Ella buscaba su contacto.
Entre el traqueteo del caballo él le contaba cosas.
– Mira está colina. Mi madre solía sentarse allí a mirar el paisaje. Decía que desde ese lugar veía todos y cada uno de los elementos maravillosos que Dios regaló al ser humano. –
– Era romántica tu madre. - contestó sintiendo que el frío de la mañana inundaba sus pulmones.
– Romántica mientras vivía mi padre. Luego sumida en una nostalgia eterna. Solo Lucas le traía a la realidad. –
– Lucas es un niño maravilloso. Eres realmente afortunado de tenerlo. –
– Lo sé Cristina. Hasta hace poco creía que era lo único que necesitaba para ser feliz. Lucas y este lugar. - dijo.
– ¿Ya no piensas igual?-
– Creo que extrañaré tus brazos rodeando mi cintura. Tu calor y tu aroma junto a mi. - sonrió dándose vuelta para mirarla.
– Mientras esté aquí como tú mujer, me tendrás pegada a ti. - dijo ella.
El sonrió y le dijo :
– ¿Es una promesa?
– Es una promesa.-- repitió Cristina ruborizándose un poco.
El volvió a darse vuelta y la besó. Luego tomó sus manos y las apretó más junto a su cintura.
Sea lo que fuera el futuro ella no le pondría distancia. Y eso era suficiente para sentirse feliz.
Ya casi llegaban a su casa y ese trecho lo hicieron en silencio. Cris recostaba su cabeza sobre su espalda protegiéndose del viento frío de la mañana.
Cuando bajaron del animal caminaron de la mano hacia la cuadra. Ella lo ayudó a desmontarlo y llevarlo junto al agua y el heno.
Después él le tomó de la cintura y caminó hacia su hogar.
Parecían una verdadera pareja de esposos al entrar a la casa.
– Señor. ¿Cómo han pasado? Lucas me dijo que los caballos se escaparon. - dijo Matilda mirando asombrada como se presentaban ante ellos. Abrazados y sonrientes.
¿Entonces, el plan funcionó ?- se preguntaba.-- El desayuno está servido. Deben estar famélicos. –
– Nos daremos un baño caliente primero Matilda. Seguro que atamos mal los caballos. ¿Lucas está bien?
– Claro Señor aún duerme. Señora Cristina. Prepare la torta de moras que le gusta. –
– Gracias Matilda. Me daré un buen baño y luego no dejaré de la torta ni una miguita. – dijo ella soltando la mano de Fernando y marchando a su recámara
¿Analizar qué le pasó ?– pensó mientras el agua caliente corría sobre su cuerpo.¡ Lo que le sucedió fue una explosión nuclear!. Su cuerpo estaba hambriento de besos y sexo. Y la cantidad que recibió esa noche fue como un inmenso barril de agua fresca en un desierto ardiente. ¿Con qué fuerzas se marcharía cuando él inicie el divorcio?
Mientras se secaba y se vestía apurada por volver a verlo, recibió el llamado molesto de Mariano.
– Escucha. Te digo que volveré en un mes. ¿Qué más quieres saber?
– Te extraño mucho Cris. Siento que no puedo vivir sin vos. Nuestros padres preguntan por nuestro enlace y yo..
– Me extrañas. Y que de tu secretaria. ¿Ya no te hace feliz?
– Claro. Seguro tu esposo me ha calumniado. -
– ¿Mi esposo?¡ Ni siquiera te registra Mariano!. Se de tu amante desde que empezaste con ella. Incluso antes que Borges me entregara unas fotos calientes. Mira. Dejemos ya este tema del matrimonio. Era un proyecto de nuestros padres, no nuestro. Deja de llamarme porque ya no te contestaré. – Pero amor. ¿Qué ha pasado? Sabes que ella no significa nada para mí. Sabes que.. .
Cristina cortó el teléfono y bloqueó las llamadas de su novio.
Ahora deseaba ir al comedor donde le esperaba una torta de moras…Y además de la torta su marido. Desde anoche marido en serio.