MI AMOR VERDADERO

*NARRATIVA DE DAVID*

Recordaba aquel día como si fuese hoy, nos marcó la vida a dos familias. Me encontraba en la sala esperando con papá que le realizaran algunos estudios a mamá, por ellos vinimos aquí, salimos de nuestro país natal, nos dieron esperanzas para la mejoría de ellos, llevábamos dos meses aquí, a papá en definitiva le dijeron que ya no volvería a caminar, su daño era irreparable, pero a mamá si le dieron esperanzas, así que decidimos luchar...

¡Papaaa! Grité cuando vi que el auto comenzó a ir hacia todos lados, noté que papá se tocaba el pecho así que algo no estaba bien, mamá en show no omitía palabra, antes de que pudiese hacer algo, nos estampamos contra otro auto, los dos se volcaron al instante, de este lado, yo fui el único que quedó consiente, me había sostenido muy fuerte y tapado con la silla trasera, así que sentí fuerte el choque, pero sin ningún daño grave, salí de inmediato, cuando estaba intentando sacar a papá y a mamá, papá me dijo, no nos muevas, llama a la ambulancia y espera, no siento mis piernas, mamá está inconsciente y le sangraba la cabeza, papá no dejó que los tocase, solo me pidió que cubriera la cabeza de mamá, me dijo que ayudara a los demás... Cuando me dirigí hacia el otro auto, estaba un Señor, tratando de sacar a alguien, me acerqué y me dijo mi hija, no puedo sacarla, pedí permiso para sacarla, él me dijo que sí, que lo hiciera, me fui hacia el otro lado y entonces ella me miró, era una niña, asustada, con los ojos llenos de lágrimas, hice todo mi esfuerzo en sacarla y la alejé un poco de allí, de inmediato llegaron las ayudas y sacaron a los demás, nos dividimos. Mientras yo recibía la noticia de la condición de mis padres, también a ellos les daban la noticia de su familiar fallecido, murió al instante, yo aquí no podía ver a mis padres, así que me dirigí a la habitación de ellos y los miré llorar desconsolados, la niña gritaba por su madre, así estuvieron por horas y tuvieron que dormirla a ella porque no se calmaba. Yo iba y venía, mis padres estaban en cuidados intensivos, así que aprovechaba para venir a verlos a ellos, hablamos, me disculpé, a pesar del dolor, aceptamos que fue un accidente, estuvimos dándonos apoyo mutuo, ellos más que a mí que a ellos. Pasé un tiempo con la niña, supe su edad allí, para ese entonces ella tenía 15 añitos recién cumplidos y yo 22, me sentía algo culpable y sentía pena porque había perdido a su madre, intenté darle todo el apoyo que pude; ellos salieron del hospital y nosotros seguimos ahí, ellos siguieron viniendo, estuvieron al pendiente cada día que estuvimos ahí. Ya casi a punto de irnos, ya nos habían dicho que nos darían salida próximamente, estaban haciendo los últimos estudios a mi madre, pues ahí ya no había nada que hacer, me recosté a esperar que terminaran los estudios, cerré mis ojos y me fui por un momento, me despertaron esos dulces labios que tocaban a los míos, pude sentir incluso su respiración, pero me quedé inmóvil, acto seguido escuché un leve susurró: "nunca te olvidaré...

En aquel entonces era una niña, la traté como tal, hice lo que pude por ella, pero ese acto suyo hacia mí, se quedó conmigo para siempre.

El tiempo pasó, nosotros viajamos lejos, para seguir con el tratamiento para mis padres, pero seguí informándome sobre esa familia, les ayudamos desde la distancia económicamente, con los estudios de la chica, en aquel entonces con los gastos funerarios y todo en lo que pudimos, supongo que nunca se enteraron, solo puse a alguien a que les brindara lo necesario sin dar explicaciones, solo como ayuda por lo sucedido, pues su padre no trabajó durante un tiempo, así que fácilmente aceptó todo tipo de ayuda, era lo menos que podíamos hacer. Tenía un informante, que me mantuvo muy bien informado sobre la vida de la chica, era como un detective privado, al principio lo hice por lo que ya comenté, quería ayudar, quería conocer sus necesidades y poder brindarles todo lo necesario, era mi forma de pagar un daño irreparable; pero al pasar el tiempo, y verla crecer, se formó parte de mí, ya era una necesidad verla, saber de ella, comencé a tener sentimientos hacia ella cuando ya era toda una jovencita, me mandaban incluso fotografías en las cuales siempre salía con esa espléndida sonrisa. La vi crecer, trabajar con esfuerzo, siendo juiciosa y centrada en lo suyo, su reputación era intachable, muy querida por todos, chica de casa, sus salidas eran con su grupo de amigos con el que siempre se le vio y un par de veces más, con los compañeros de trabajo, ya tenía 25 años, y no supe de ningún hombre, trabajó desde joven, después de estudiar no quiso dejar a su padre, se quedó en la óptica desde entonces.

Mi papá, junto con mi madre, eran empresarios reconocidos del país, tenían todo tipo de negocios; yo ya estaba inmiscuido en el negocio desde hacía años, había viajado a todas partes, estaba siempre en las reuniones de papá, aprendiendo de aquí y allá, había tenido una vida desordenada, único hijo, consentido, todo lo que quiso lo tuvo, incluso había tenido varias mujeres, pero nada serio; todo eso, hasta que me enamoré de mi bonita, cuando la conocí, siendo una niña, tenía 22 años, a esa edad por el accidente, comencé de inmediato a manejar todos los negocios de mis padres, que eran muchos, además, de todos los tratamientos que se vinieron para ellos, así pasé los siguientes años de mi vida, sin tiempo alguno, pero siempre informándome de ella, actualmente tengo 32, le llevo algunos añitos a mi bonita, pero por fin puedo ir por ella.