Narel Williams, es un atleta
olímpica de 24 años, de origen australiano, ganó una medalla de bronce en los pasados juegos olímpicos en natación estilo libre, Narel se ha estado preparando porque tiene la meta de ganar la medalla de plata, ha escalado rápidamente en el deporte que practica, trabaja en el acuario de Sydney Australia, donde es entrenadora de leones marinos y delfines, y se presenta como una sirena en un show dentro del acuario, ella ama su trabajo, aunque tiene muchos amigos le encanta la compañía de sus grandes mascotas marinas y modela para una famosa marca de trajes de baño la cual patrocina sus eventos deportivos, algo increíble sucede durante una sesion de un video promocional en un arrecife
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HIJO IRRESPONSABLE
Durante esa tarde habían llegado algunos invitados al castillo de Atlantis, al igual que la prometida del príncipe, el castillo era mágico y hermoso por dentro, por lo que Serenity estaba más que segura de desear esta alianza, algún día ella sería dueña de todo eso!
Y no solo eso, cuando ella fuera la Reina su palabra sería la ley
Las diosas sin duda la habían bendecido con una increíble belleza y ahora con el mejor estatus de todo Atlantis, Pero había una sola cosa que no era perfecta en ella, Y eso era su canto aunque tenía una hermosa voz había algo que le faltaba, no había emoción ni sentimiento en su canto, pero para ella eso era lo de menos, además de que tampoco tenía que esforzarse por conquistar al príncipe Seal, ya que su Unión era un pacto entre familias
-Mirana En dónde está nuestro hijo?
-No lo sé mi Rey!! Lo vi hace un buen tiempo estuvimos charlando y después fue a buscarte!!
-Yo estuve con él, le dije que se preparara para esta ocasión!!
-Ese hijo tuyo es tan irresponsable!!
-Entonces solo es mi hijo cuando es irresponsable?
-Si no le llenaras la cabeza con tantos cuentos!! esto no estaría sucediendo, ahora dice que tiene una pareja destinada y que no quiere esta alianza!!!
-Sáman tú sabes que no son cuentos todo es parte de nuestro linaje, así que no me eches a mí la culpa de que nuestro hijo no quiera está alianza, la verdad yo no quiero obligarlo a esta Unión no quiero volver a ver una tragedia más en esta familia!!
-YA BASTA MIRANA!!!
Lo que sucedió no tiene nada que ver con nosotros!!
-Por supuesto que tiene que ver, yo causé la tragedia de Calyse!!
-Sáman por favor dale tiempo déjalo decidir al menos eso!! Ya mucha responsabilidad recae sobre sus hombros al tener que hacerse cargo del reino al menos dale la oportunidad de que elija a su compañera de vida
- No, no puedo retractarme!! Ya he dado mi palabra, lo mejor será que tu hijo aparezca en los próximos minutos o estará en serios problemas!!
El Rey Sáman se marchó dejando a su esposa a solas, él tendría que buscar una excusa ante sus invitados para disculpar la tardanza de su hijo, mientras la Reina se sumía en un mar de recuerdos, lastimosos y tristes
No quería ver a su hijo en una alianza que él no deseaba, pues no había nada más amargo que estar atado a una persona a la que no amas solo por el bien del pueblo, entonces llegó a admirar mucho el valor de su pequeña hermana Calyse, que no tuvo miedo de amar y defender ese amor con su propia vida, la culpa la seguía carcomiendo,
Si tan solo tuviera la oportunidad de redimirse con su hermana, haber abandonado aquel huevo a su suerte no lo consideraba un acto de redención, ella debió haber hecho más por ese huevo, pero la palabra de su Rey era absoluta aún siendo la reina no había mucho que pudiera hacer, ya que entre ellos no había amor, su alianza fue solo por intereses políticos, por lo que Mirana se dedicó completamente al sacerdocio en el templo de las oceánides, pues desde mucho, mucho tiempo atrás, se le encargaba a una sirena custodiar el legado de Yemanyá, hacía tanto tiempo que no visitaba la cueva, tal vez platicar con su espíritu le vendría bien para apaciguar todos esos sentimientos que se amontonaban en su corazón
Seal había pasado un día increíble al lado de su sirena terrestre y de su primo Kilian, lo mejor de todo fue ese beso que le dejó la sangre demasiado caliente!! Si antes la imagen de la chica inundaba su mente ahora mismo sin duda no podría pensar en nada más que no fuera ella, pero desgraciadamente su tiempo en la isla se había terminado tenía que regresar a Atlantis y enfrentar la revolución que había ocasionado su ausencia
Sabía que al llegar al castillo la reprimenda de su padre sería tremenda pues había faltado a un compromiso importante que obviamente lo involucraba a él, tenía que pensar la manera de safarse de ese compromiso, la manera más inmediata era que él se uniera a Narell de esa forma su vínculo solo podría ser roto por la muerte, ella ya había aceptado su Perla y ya habían hecho sus votos ante los dioses y lo habían sellado con un increíble beso, Ya solo faltaba consumar La Unión, de esa manera ni el mismísimo Neptuno podría separarlos mucho menos sus padres
Pero había algo más que inquietaba el corazón del joven príncipe, el hecho de que Narell no era una sirena verdadera, no solo estaba llendo en contra de las leyes de Atlantis y de sus padres, la cosa es que Narell pertenecía a una especie diferente a las especies oceánicas conocidas al menos en esa parte del mundo, además estaba el hecho de que su especie era terrestre no acuática por lo que ella no podría vivir en el océano con él, había tantas leyendas oceánicas que hablaban de uniones prohibidas y en todas ellas nunca había un final feliz, no quería que su amor por Narell terminará en una tragedia, tal vez lo más razonable sería ir al templo y pedir el consejo de los dioses
Aunque hacia demasiado tiempo que los dioses no se comunicaban con sus hijos acuáticos, la razón? era muy simple!! Ellos habían dejado de tener fé en los Dioses y habían tomado partido por decisión propia en la disputa contra las especies, siendo los Atlantes la especie que se posicionó por encima de todas las demás como la superior, si bien eran los descendientes más directos de Neptuno, el orgullo que los caracterizaba no les gustaba nada a los Dioses