Mi Final Feliz

Antes que Ana pueda hacer algo, Paula ingreso a la casa, fingió no haberse dado cuenta de la presencia de Vanesa e intento dirigirse a su habitación, como lo suponía la concubina a penas la vio fue detrás de ella y la jalo del brazo.

- ¡Eres una inmoral! – grita Vanesa captando la atención de los empleados.

- ¿Qué le sucede? – menciona tranquila Paula.

- ¿Cómo se atreve a deshonorar a la familia?

- ¿De qué habla? – algunos empleados curiosos comienzan asomarse por los alrededores.

- No durmió aquí a noche, de seguro estuvo con un hombre, claro envidia que el Duque me ame y prefiera pasar las noches conmigo que con ustedes, lo hizo por vengarse.

- No debería darle explicaciones pase la noche en el palacio con la princesa Diana, estaba feliz por…

- ¡Miente! Si fuera verdad, me hubiera llevado.

- Ya le explicamos junto al Duque, que sin invitación no puede ingresar al palacio, por favor entienda.

- No, lo único que quieres es humillarme.

- No tengo razones para hacer eso, vivimos en el mismo hogar, tenemos el mismo esposo, de hecho, la considero como mi hermana, jamás le he faltado al respeto.

- Hermana, yo no sería hermana de una porquería como tú – Paula finge llorar.

- Por favor concubina no diga eso, sé que piensa que me entrometí entre el Duque y usted, entienda nos comprometieron no nos dieron opciones, desde que llegó la he tratado bien, me he asegurado de que nada le falte, por favor no diga eso. No tengo la culpa que no la hayan considerado como una buena opción – Vanesa le da una bofetada a Paula, que ella recibe y cae al suelo.

- Yo debí ser la Duquesa, no tú.

- Si es el título lo que desea tómelo, solo quiero que Álvaro sea feliz, si es feliz a su lado no me interpondré, antes de que pueda entregarle el título debe concebir un heredero, el Duque la ha respetado nunca me ha tocado – los empleados escuchaban sorprendidos las revelaciones de Paula -, no tengo la culpa de que sea una mujer incompleta, y no pueda tener hijos.

- ¡Maldita! – Vanesa se agacha y toma del cabello a Paula, es cuando Ana ingresa y cubre con su cuerpo a su señora.

- Ana: por favor no la lastime, castígueme en su lugar.

- Vanesa: quítate empleada mugrosa, hoy acabare con tu señora, si no te quitas acabare contigo también.

- Paula: por favor detente, no nos lastimes de nuevo, no a Ana, ella no le ha hecho nada, si desea puede volver a pegarme – Paula coloca a Ana detrás de ella, Tomás que recién se percataba del alboroto intenta intervenir.

- Tomas: no puede hacerle esto a la Duquesa.

- Vanesa: suéltame, no entiendes que yo debo ser la Duquesa – en un descuido de Tomas, Vanesa toma del cabello a Paula y la golpea en el rostro, Álvaro al escuchar el escándalo ingresa corriendo a la mansión y logra ver como Vanesa está maltratando a Paula, enseguida la detiene.

- Álvaro: ¿Qué haces? – aparta a Vanesa molesto -, guardias sosténganla – enseguida dos guardias sostienen a Vanesa, mientras que Álvaro se agacha ayudar a Paula -. Tomás, ¿Qué sucedió?

- Tomas: en verdad no lo sé, cuando llegue la concubina estaba maltratando a su Excelencia.

- Empleada: nosotros vimos todo desde el inicio.

- Álvaro: habla – quita los cabellos del rostro de Paula quien finge desmayarse.

- Empleada: la concubina estaba molesta porque la Duquesa no la llevo a la fiesta de té, la Duquesa le intento explicar porque no pudo llevarla, entonces la concubina no la dejo hablar y comenzó a golpearla diciendo que ella debía ser la Duquesa, la señora le dijo que si deseaba tener el titulo se lo daría, que solo deseaba que usted sea feliz, la concubina no le creyó y siguió golpeándola.

- Vanesa: miente, la Duquesa me ataco primero – Álvaro alza en brazos en Paula y la lleva a su habitación, tras él va Ana y Tomás.

- Álvaro: Tomás que Vanesa se quede ahí junto a los guardias, reúne a los empleados que vieron lo que paso, y llama un doctor.

- Tomás: como ordene.

Cuando Álvaro deja a Paula en su habitación y se marcha, ella reacciona lo que alivia a Ana, quien le ayuda a quitarse el vestido y ponerse algo cómodo, mientras que en la sala Vanesa seguía siendo sostenida por los guardias.

- Álvaro: cómo te atreviste hacerle eso a Paula…

- Vanesa: ella me ataco primero.

- Álvaro: la Duquesa en algún momento ofendió o ataco a la concubina – mira a los empleados reunidos.

- Empleados: no.

- Álvaro: lo escuchaste, no tienes ni un rasguño.

- Vanesa: es mentira, mira mi muñeca esta vendada porque tu Duquesa me quemo.

- Álvaro: descúbranla – un guardia zafa la venda y no hay ninguna marca -, pensabas que te creería solo por lo que dices, esos días terminaron, Paula no te hizo nada y la atacaste.

- Vanesa: esa zorra paso la noche afuera, quien sabe con qué hombre te engaño y la estas defendiendo.

- Empleada: la señora intento explicarle a la concubina que se quedó en el palacio, ya que, no dejo que acabara de mencionar los motivos, cuando la concubina comenzó a golpearla.

- Álvaro: no entiendes lo que acabas de hacer verdad, no importa si Paula es o no la Duquesa, ella tiene el aprecio de los príncipes herederos, tiene una amistad de años con la princesa consorte, si ella se llega a enterar de lo sucedido, es capaz de pedirme tu cabeza, y yo no podría negárselo, ruega el perdón de Paula. Ahora tu vida depende de eso.

Ustedes – mira a los empleados molesto -, porque no intervinieron y salvaron a su señora, no recuerdan el día que ella llegó le juraron fidelidad, lealtad, la Duquesa los ha tratado mal…, los ha humillado…

- Empleados: no – se ponen de rodillas -, merecemos ser castigados.

- Empleada: no intervenimos, porque no es la primera vez que la concubina golpea a la Duquesa y sale impune, muchas veces ha derramado el té caliente sobre su Excelencia, nunca tuvo un castigo, porque el Duque ama a la concubina y no a la Duquesa.

Tiene razón Excelencia, nosotros no hemos cumplido nuestro juramento, castíguenos como considere apropiado.

- Vanesa: todos son unos mentirosos.

- Paula: no – aparece Ana sosteniendo a Paula -, no los castigue Duque, no tienen la culpa de nada.

- Álvaro: Paula, Duquesa debería estar en cama – sube de inmediato las gradas y la carga con cuidado de vuelta a su habitación -. Ana cuídala no quiero que vuelva a salir puede lastimarse.

- Ana: excelencia la conoce, es muy terca, no me hizo caso.

- Paula: por favor no los lastimes.

- Álvaro: no les haré nada, se lo prometo. Descansa, resolveré ese asunto y vuelvo – sale de la habitación y vuelve a la sala donde los empleados seguían de rodillas -, la Duquesa en su condición me imploro que no reciban ningún castigo, en cambio, ustedes nunca la defendieron.

- Empleada: fuimos cobardes, sabemos que ama a la concubina no queríamos perder nuestro trabajo.

- Vanesa: no mientan.

- Álvaro: no, creí falsamente en tus palabras – mira a Vanesa decepcionado -, es el momento de que correspondan el gesto de la Duquesa, alguna vez la Duquesa humillo, trato mal o golpeo a la concubina…

- Empleados: no.

- Cocinero: la Duquesa pedía que prepare los platillos favoritos del Duque y la concubina para que estuvieran felices, ni en su cumpleaños pidió algo especial para ella.

-Empleada del servicio: a mí me pedía que coloque las mejores sabanas en la habitación del Duque y la concubina, que me asegure que siempre todo esté de acuerdo a sus gustos y limpio.

- Álvaro: que tonto fui.

- Vanesa: no puedes creer en ellos, la Duquesa me odia.

- Álvaro: la Duquesa ahora nos odia, ya entiendo porque, todo lo provocaste tú – mira a Vanesa -, Paula nunca te hizo nada, en cambio tú… que clase de persona eres, mis padres tenían razón eres un monstruo

¿Cómo pude enamorarme de ti?