Ecos De Eos

La mujer avanzó con gracia y peligro, su espada oscura brillando como un abismo en la penumbra. Axel sintió que su corazón latía con fuerza en su pecho mientras sus instintos le gritaban que debía actuar.

"Camila, mantente cerca," dijo Axel, tratando de ocultar su creciente ansiedad. La presencia de esta mujer era abrumadora, pero no podían permitir que el miedo los paralizara.

"¡No dejaré que te acerques a él!" gritó Camila, lanzando una bola de fuego hacia la figura imponente. La llama surcó el aire, pero la mujer levantó su espada, y un escudo de oscuridad surgió ante ella, absorbiendo el ataque como si fuera un simple soplo de aire.

"Interesante," comentó la mujer, dejando caer su espada hacia un lado mientras la oscuridad se disipaba. "Pero necesitarás algo más que fuego para vencerme."

Axel sintió que la Chispa Karioli dentro de él comenzaba a vibrar con una fuerza aún mayor, instándolo a liberarla. Sabía que tenía que encontrar un equilibrio entre el poder y el control.

"Déjame intentar," dijo Axel, intentando recordar las lecciones de control que había practicado. Se concentró, cerrando los ojos brevemente. Imaginó las energías de fuego y aire fluyendo a través de él, uniendo sus habilidades en una danza controlada.

Cuando abrió los ojos, el aire a su alrededor comenzó a brillar. Con un gesto de su mano, convocó una ráfaga de viento caliente que giró alrededor de la mujer, creando un remolino de fuego. El viento y las llamas se entrelazaron, formando un torbellino que se lanzó hacia la mujer.

La figura oscura sonrió, como si estuviera disfrutando del espectáculo. Con un movimiento ágil, cortó el aire con su espada, generando una onda de energía que desvió el ataque de Axel. Las llamas se dispersaron en mil chispas antes de desaparecer en la penumbra.

"Esos trucos no son suficientes, Axel," dijo ella, con su voz casi burlona. "Zarkoc está buscando la Chispa Karioli, y si quieres salvar tu vida y la de tus amigos, tendrás que hacerlo mejor."

Camila, que había estado preparando otro ataque, lanzó una corriente de fuego hacia la mujer, esta vez más intensa. "¡No te acercarás a Axel! ¡No te dejaremos ganar!"

La mujer la esquivó con facilidad, pero en su concentración, Axel vio una apertura. "Camila, ¡ahora!" gritó, y en un instante, ambos se unieron en un ataque coordinado. Axel invocó su poder de aire para empujar a la mujer hacia Camila, quien aprovechó la distracción para lanzar una bola de fuego.

La mujer giró, pero no lo suficiente. El fuego la alcanzó en un costado, haciendo que retrocediera, su expresión de sorpresa fue rápidamente reemplazada por una furia palpable.

"Impresionante," dijo ella, sacudiendo la cabeza. "Pero esto acaba aquí."

Con un movimiento de su mano, la oscuridad se arremolinó a su alrededor, formando figuras sombrías que emergieron del templo. Eran criaturas similares a las que habían enfrentado antes, pero más fuertes, más rápidas.

"¡Axel, mira!" gritó Camila, mientras las sombras se abalanzaban sobre ellos. "¡Tenemos que luchar!"

"¡Retrocede!" ordenó Axel. "Usa el fuego, pero no dejes que se disperse demasiado."

Las criaturas se lanzaron hacia ellos, y Axel formó una barrera de viento, tratando de mantenerlas a raya. Las sombras chocaron contra la barrera, pero el esfuerzo de Axel era evidente; el aire vibraba con su tensión, y las sombras estaban cerca de romper su defensa.

"Camila, ¡nos necesitamos!" gritó Axel, sintiendo que la energía de la Chispa Karioli empezaba a desbordarse.

"Voy a ayudarte," respondió ella, concentrando su poder. Con un grito decidido, lanzó una serie de llamas controladas que volaron hacia las sombras, incendiándolas y debilitando su ataque.

Axel sintió la Chispa Karioli arder en su interior, pidiéndole que la usara. "¡Ahora!" gritó, liberando un torrente de aire que se unió a las llamas de Camila, creando una explosión de fuego y energia que arrasó con las sombras, dispersándolas en el aire.

La mujer de armadura negra retrocedió, sorprendida por la fuerza de su unión. "¡Imposible! No deberías tener tal control," gritó, pero la rabia en su voz solo alimentó la determinación de Axel.

"Esto no es solo poder," respondió Axel, sintiendo cómo la energía fluía a través de él. "Esto es trabajo en equipo. No estás sola aquí."

Con cada palabra, Axel invocó la Chispa Karioli, dejándola brillar con fuerza. El aire a su alrededor se volvió pesado y cargado de energía. "¡Camila, cúbreme!" ordenó.

Camila se movió rápidamente a su lado, lanzando un campo de fuego para protegerlos mientras Axel concentraba su poder en su pecho. Con un grito poderoso, liberó un rayo de energía, combinando la energia de su interior con la oscuridad del entorno.

La mujer alzó su espada para bloquearlo, pero la energía fue demasiado intensa. La explosión iluminó el templo en una luz cegadora, y cuando el polvo se asentó, la mujer había desaparecido.

"Lo logramos," dijo Camila, exhausta pero satisfecha, mientras se giraba hacia Axel.

Axel respiró hondo, sintiendo que el poder se disipaba lentamente. "Sí, pero no podemos relajarnos. Esto fue solo el comienzo. Zarkoc no se detendrá aquí."

Aún temerosos de lo que vendría, los dos amigos se miraron con determinación. "Volvamos a la base y preparemos nuestro siguiente movimiento. Zarkoc no se ha rendido, y tenemos que estar listos para lo que venga," dijo Axel, consciente de que la verdadera batalla apenas estaba comenzando.