Ya No Soy Una Extra

- Vamos, Luna, estoy lista.

Una decidida Isabella mira con determinación a la institutriz, caminan juntas hasta estar cerca de las marionetas de Luna, que a su vez se transforma en una tigresa. Isabella la mira asombrada pero prefiere concentrarse a sus enemigos.

- Cuando quieras, Luna.

Luna ruge y las muñecas atacan a las chicas. Isabella hace un movimiento y una daga aparece en su mano, esquiva el primer golpe por la derecha, pero nota que las criaturas iban tras Luna; salta levitando y se coloca frente a la tigresa deteniendo un ataque que habían hecho en conjunto dos de los seres, había logrado frenar la lanza y la espada de las muñecas, habiéndose quedado ambas armas sobre la daga de la chica. Isabella utilizando la misma posición en que estaban, mueve su cuerpo al frente, con su propio peso (y con la ayuda de un poco de su magia), empuja al frente la daga con las armas y logra que éstas caigan para después lanzar rayos sobre ellos.

Con un rápido movimiento evita que un cuchillo impactase en su costado izquierdo, los tres seres restantes se acercaban con gran velocidad, uno de ellos había lanzado el arma. Isabella mira a su derecha, los dos enemigos que acababa de abatir, se levantaban nuevamente.

- ¡Ups! Quizás no te dije que hasta que no le encuentres su debilidad no puedes eliminarlos del todo- dice Luna aún transformada mientras se acurrucaba en el pasto y cierra sus ojos despreocupadamente.

- ¡Maldición, Luna!

Isabella no tenía mucho tiempo para pensar, estira sus manos y aparece un pentagrama frente a ella que después la tapa por completo, una explicación de luz la cubre y cuando se disipa habían tres Isabellas. La chica había creado dos copias de sí misma, Luna levanta su cabeza mirando impresionada, no se esperaba ese hechizo. Una de las Isabellas se gira por un momento mientras las otras dos, con las dagas en sus manos atacan en conjunto a los títeres.

La que se había girado alza sus manos al frente y un escudo mágico rojo en forma de cúpula se crea alrededor de Luna. Hace un giro de 180° y corre a donde los clones peleaban con los seres mágicos.

- Eso fue muy inteligente- dice Luna, Isabella ya tenía todo su atención.

Las pelirrojas enfrentan a las muñecas, con sus dagas lograban cortar los cuerpos, pero no había resultado, la chica mira detenidamente a uno de ellos y se fija en que su cuello había una línea dibujada. Al estar conectada con sus copias, todas entienden el mensaje. La Isabella original hace aparecer un rayo en forma de daga en su mano libre, utilizaría ambas manos a partir de ahora. Corren juntas hacia los títeres creados por Luna, y sin casi percatarse, las cabezas de cada uno van cayendo.

Cuando el último de los enemigos cae, Isabella suspira y de voltea hacía Luna con una sonrisa de satisfacción en su rostro. Luna se levanta y los cuerpos de los muñecos se transforman en sombras que regresan a su cuerpo, la chica vuelve a su forma humana y le sonríe alegre a Isabella.

- Felicidades, has superado el examen con creces. Fuiste rápida y ágil, además de que analizaste muy bien a tus enemigos, todo sin descuidar tú misión principal que era mantenerme a salvo- Luna se acerca y la abraza, Isabella acepta el gesto y sonríe- ya puedes superar el reto que sea, demuéstrale al mundo quién eres. Aunque creo que después de lo que pasó en la ciudad hoy, eso no va a ser difícil.

- Así que sabes lo que pasó cuando salimos- Luna dice que sí con la cabeza.

- Me alegro que aceptaras el mérito que te correspondía. Mi intuición me dice que esa no será la única vez.

- No me importa, siempre que esté a mi alcance la ayuda, así lo haré.

Luna le pellizca un cachete a la chica, ella se soba en donde le había picado y se queja, la morena se ríe y le pide acompañarla. Van juntas por un camino estrecho, Luna no quería exigirle más a la chica, sabía que había consumido bastante poder mágico en ese día, necesitaba reponer sus energías.

- ¿A dónde vamos?- pregunta Isabella.

- Ya verás, estamos cerca.

Siguen caminando unos minutos más hasta que llegan a una casa en un árbol. Era pequeña y de madera, con el techo en forma triangular; tenía una escalerilla que servía para acceder a la cabaña. Las ramas del árbol crecían de manera natural alrededor. Dos faroles alumbraba la entrada, pero dentro las luces estaban encendidas. Luna es la primera en subir, Isabella la sigue detrás, llegan al pórtico y la morena abre la puerta sin pedir permiso; entra y la sorpresa se apodera de Isabella.

El interior de la casa no era el esperado. Una gran sala elegantemente amueblada, seguido por un comedor y a continuación parecía haber una cocina, un pasillo seguía y desde la posición en que estaba, se notaba que habían tres puertas más. Isabella imaginaba que eran habitaciones y algún baño. Luna le señala un sofá para que se sentara, la chica accede y se acomoda, el mueble parece recibirla como si le diera un abrazo, era muy mullido y confortable.

- Puedes venir aquí cuando desees- Isabella asiente- si te dejaste llevar por su apariencia, hiciste mal. Es una casa mágica, está encantada para que se vea distinta por fuera, pero ya ves que por dentro es diferente.

- Supongo que tiene dormitorios.

- Sí, tiene dos y un cuarto de baño.

- Y dices que aquí nadie viene.

- Correcto, nadie, la casa se mantiene sola. Observa- Luna se sienta frente a Isabella y se acomoda en el sofá- necesito comida y bebidas para reponer energía y poder mágico.

Luna chasquea los dedos y frente a ellas, en la mesita que estaba entre las dos, aparece una bandeja con varios platos con frutas, dos vasos de cristal y una botella con un líquido transparente. La institutriz se acerca y le pasa una fruta a Isabella, ella la acepta, entonces sirve un vaso con el misterioso líquido y se lo pasa también.

- Fruta del dragón y agua del lago. Provienen del valle, por lo que tienen propiedades especiales. Adelante, te va a ayudar a reponerte.

Isabella toma y come, el sabor no era igual, aunque si le recordaba mucho a una fruta que había comido hacía poco tiempo. El agua se sentía fría, pero refrescante; poco a poco Isabella sentía como la fuerza regresaba a su cuerpo. Ese lugar sería bueno para escapar después de un día difícil. 

Después de un rato comiendo un poco de todo, las dos deciden regresar. Isabella las hace volar, hacen todo el camino de regreso en silencio, cada una iba pendiente a sus propios pensamientos. Llegan a la abertura en la pared del valle y cruzan el umbral mágico regresando a la ciudad de Liokk.

- Gracias por todo Luna- le dice Isabella a su institutriz.

- Pequeña, vine aquí por esto, para ayudarte- y le guiña un ojo.

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El día marcado había llegado, Isabella, Christal y Liam se encontraban junto a sus maletas esperando el carruaje que los llevaría a la Academia Istol. Christal se veía más alegre de lo normal, Isabella y Liam hablaban con calma hasta que son interrumpidos por Luna; la institutriz hace una reverencia y ellos hacen lo mismo.

- Señorita Isabella, vengo a despedirme- Isabella sabía que Luna se iría también ese día, lo que desconocía era a dónde. La chica se aleja un poco con Luna a su lado.

- Luna, ¿a dónde irás?- le pregunta triste.

- Debo seguir mi camino, pero nos volveremos a ver, más pronto de lo que crees- le guiña un ojo y le hace cosquillas.

- Entones, ésto no es una despedida, es un hasta luego- Luna dice que sí con la cabeza, la abraza y le dice adiós con la mano mientras se pierde en el camino.

Isabella se acerca a su equipaje y revisa que todo esté en orden. Mira a la mansión y respira profundo, era momento de continuar su camino también.

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Hola 👋 chic@s:

¿Les gustó el examen? Traté de hacerlo lo más entendible posible, tal y como aparecía en mi mente, esas escenas a veces me cuestan más. En éste capítulo dejé evidencia escondida 😏🤫😉, pero es que en otros capítulos también lo hice, después verán de qué hablo, así que ya saben, tal como explica el dicho: El diablo está en los detalles.

Mua Mua 😚 ❤️