POR ÉL, CUMPLO MIL TAREAS

A la mañana siguiente, cuando Flora despertó, lo primero que hizo fue mirar su frente, sin embargo, y de forma sorprendente, la herida ya no estaba.

¡No, era como si nunca hubiese estado allí en primer lugar! ¿Soñó todo lo que sucedió ayer?

Sus cejas se fruncieron con confusión, aún así, recordó haber sentido un olor algo familiar antes de dormirse profundamente a causa de ese mismo olor.

-¿En nuestro Jardín hay una planta medicinal llamada Fenlixuan?- Le pregunto a Chancy, quien peinaba meticulosamente su largo cabello negro con mechones blancos.

-¿Fenlixuan? No, Segunda Señorita, esas plantas solo se encuentran en el Palacio Imperial, dicen que en su mayoría en el Palacio del Cuarto Príncipe ¿Hay algo extraño?- Respondió y preguntó Chancy al ver la mirada dudosa de Flora.

La pequeña suposición en el corazón de Flora solo creció ¿Antonio había venido a verla mientras dormía? Pensando en ello, sus mejillas se pusieron rojas.

Qué tipo más sinvergüenza, espiar a su prometida mientras dormía.

Luego un pensamiento vino a su mente, su expresión volvió a la normalidad y le preguntó a Chancy -¿Sabes si existe un medicamento llamado Saliva de Dragón aquí?

Lady y Chancy se miraron, notando la confusión en los ojos de la otra, aún así, Chancy respondió con calma -Se dice que hace 100 años se encontró una pequeña botella con un líquido cristalino a las afueras de la ciudad, ese líquido podría curar cualquier herida externa e interna...

Ella se detuvo por unos segundos antes de continuar con un tono de voz más bajo -Esa pequeña botella casi provoca la guerra entre dos países, y se dijo que ambos dividieron el líquido para seguir en paz, desde entonces, es el tesoro de la familia real.

Lady dio un paso adelante y también agregó algo -Nuestro padre una vez dijo que hace 2000 mil años existió un clan muy poderoso que tenía la capacidad de cambiar de forma. Eran seres místicos capaces de volar y escupir fuego...eran dragones, su saliva tenía la capacidad de curar cualquier herida externa e interna y sus ojos podrían ver en la oscuridad...

Ambas chicas se estremecieron al pensar en ello, pero para Flora, fue algo asombroso.

-El Clan de los Dragones siempre fue muy amable y todos eran bondadosos, así que ayudaban a los humanos e incluso les regalaban sus tesoros más preciados; su saliva, para curar sus heridas causadas por las guerras entre países. Sin embargo, esto sólo provocó la codicia de los humanos...- Lady se detuvo de repente y cerró los labios con fuerza, luciendo tímida.

Al ver que su hermana menor perdió el coraje, Chancy continuó por ella -A causa de su codicia, los humanos se unieron y atacaron el Clan Dragón, se dice que muchos escaparon, pero fueron cazados uno por uno durante muchos siglos hasta acabar con todos. Hasta el día de hoy, no se ha encontrado a un solo descendiente del Clan Dragón.

Por supuesto, solo esas pequeñas serpientes que vivían en las montañas, podían contarse como descendientes consanguíneos lejanos.

Flora negó con la cabeza y frunció el ceño con disgusto -Ciertamente, si encontraran a alguno, es muy posible que lo esclavicen para utilizar su saliva ¡Eso sería cruel!- Dijo con enojo.

-Volviendo al tema ¿Cómo desapareció tan repentinamente la herida en su frente, Segunda Señorita? No debería haber desaparecido hasta dentro de unas semanas.- Chancy preguntó mientras miraba la frente de Flora.

Sí, realmente fue algo extraño ¿Cómo se curó tan repentinamente?

-No lo sé.- Flora negó con la cabeza, sin contarle su conjetura a las dos chicas -Talvez la medicina que use fue la correcta ¡Soy la nieta del medico Imperial más famoso!- Dijo con arrogancia, haciendo reír a las dos chicas.

-Tiene razón, sus habilidades médicas son igual de increíbles que las de su abuelo.- Dijo con una sonrisa Chancy, creyendo por completo en sus palabras, incluso Lady lo creyó.

Flora soltó un suspiro de alivio al ver que ya no continuaron preguntando, aún así, tenía muchas dudas en su corazón ¿Antonio sacó un poco de esa medicina para curar su herida?

¿Talvez él ya la valoraba un poco? Pensando en eso, Flora eligió el vestido más hermoso en el guardarropa de la segunda Señorita y se lo puso.

Este era un vestido de color rojo oscuro con bordados de peces Koi plateados jugando, un cinturón plateado rodeaba su delgada cintura, con pequeñas cintas doradas colgado a ambos lados de sus caderas bien proporcionadas.

Se puso un par de zapatillas bordadas de color claro y su cabello negro cayó suelto detrás de su espalda, dejando unos cuantos mechones recogidos en una coleta con una horquilla plateada de flor de ciruelo.

Las dos sirvientas siguieron a su Señorita hasta la entrada de la Mansión, donde Mary ya esperaba con sus dos sirvientas personales.

Ambas se miraron por unos segundos antes de apartar la mirada de la otra.

Quién sabe, talvez a causa de Antonio, el ambiente entre las dos se volvió pesado e incómodo.

Muy pronto, dos carruajes se detuvieron delante de la Mansión. Un hombre alto y guapo montó a caballo y se acercó a Mary con una hermosa sonrisa en su rostro.

-Primera Señorita Chang, es un gusto verla, su carruaje ha sido preparado.- Dijo el hombre con voz cálida y gentil, haciendo que Mary se sonrojara levemente ante las palabras del Príncipe Heredero.

Flora no pudo evitar mirar a este hombre en caballo, se veía tan varonil y gentil, como un erudito. Su rostro es atractivo y seductor, como esos Playboy de su mundo, y esos ojos cálidos contenían astucia y malicia.

Flora podía sentir que era alguien desagradable, sus ojos brillaron con disgusto y no lo oculto en su expresión.

-Oh ¿No es esta la Segunda Señorita Chang?- Al ver a Flora, los ojos del Príncipe Heredero brillaron con gusto y estos no pudieron evitar mirarla de arriba hacia abajo, y aunque fue disimulado, Flora aún logró notarlo.

Sintió repulsión y asco.

-Saludos a Su Alteza el Príncipe Heredero.- Ella hizo una reverencia e inclinó su cuerpo con respeto, después de todo, era un príncipe e ignorarlo seria ignorar al Emperador.

-Mi cuarto hermano siempre ha sido alguien de cuerpo débil desde el accidente, no pudo venir por la Segunda Señorita, así que yo mismo las escoltare a ambas.- Dijo el Príncipe Heredero como todo un caballero.

Mary asintió en silencio y subió al carruaje con ayuda de sus sirvientas, Flora hizo lo mismo, ni siquiera se molestó en responder al alarde del Príncipe Heredero.

Cuando Flora subió al carruaje, vio que había alguien más adentro, sus ojos se abrieron con sorpresa al encontrarse con ese par de ojos verdes como esmeraldas, luciendo desconcertada.

-El Príncipe Heredero es alguien a quien le gusta jactarse como prepotente, se avienta mucho la boca, no le hagas caso.- Dijo el joven en voz baja y tranquila, mientras la miraba le indico que se sentará.

Flora se sentó obedientemente y lo miró con seriedad antes de preguntar algo -¿Entraste anoche a mi habitación?

La pregunta fue tan directa que Antonio quedo aturdido por unos segundos antes de que las puntas de sus orejas se pusieran rojas.

De hecho, cualquier mujer se sentiría extraña si un hombre entra a su habitación en medio de la noche. Por suerte ya estaban comprometidos.

-¿Estabas despierta?- Preguntó con tranquilidad, bueno, lo admitió sin ningún descaro.

Flora sonrió y negó con la cabeza -No, simplemente sentí su olor, creó que es muy especial.- Explicó con suavidad, viendo un rastro de sospecha en el rostro de Antonio.

-Tienes muy buen olfato.- Dijo Antonio con algo de alivio en sus ojos, pensó que Flora había sentido cuando la besó, pero ese no parecía ser el caso.

-Bueno, siendo doctora, el olfato es muy importante. Mi nariz es muy sensible a los olores de hierbas y otras cosas.- Explicó con una sonrisa gentil en su rostro.

Flora quería preguntar sobre la saliva de dragón, sin embargo, no quiso arruinar el momento y solo conversó cosas triviales con Antonio.

Cuando estaban por llegar al restaurante donde se supone se reunirían, Antonio saltó del coche sin ser notado por nadie, dejando a Flora llena de sorpresa y luego divertida.

Era como un amante que se escapaba para no ser descubierto por el esposo en medio de un acto desvergonzado.

Cuando las dos hermanas bajaron, el Príncipe Heredero llegó a Mary y sus sirvientas a una habitación mientras Flora se dirigía con Chancy y Lady hacia otra, cuando entro, vio el cuerpo alto de Antonio de pie al lado de la ventana.

Él sacudió su ropa y le mostró una sonrisa gentil.