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«Una Amante Por Contrato»

«Una Amante Por Contrato»

Status: Terminada
Genre:Amor prohibido / Dominación / Traiciones y engaños / Romance entre patrón y sirvienta / Esclava / Sirvienta / Venderse para pagar una deuda / BDSM / Romance de oficina / La mimada del jefe / Mujer despreciada / Casada con el millonario / Completas
Popularitas:2.4M
Nilai: 4.6
nombre de autor: Ana de la Rosa

Un deseo por lo prohibido

Viviendo en un matrimonio lleno de maltratos y abusos, donde su esposo dilapidó la fortuna familia, llevándolos a una crisis muy grave, no tuvo de otra más que hacerse cargo de la familia hasta el extremo de pedírsele lo imposible.

Teniendo que buscar la manera de ayudar a su esposo, un contrato de sumisión puede ser su salvación. En el cual, a cambio de sus "servicios", donde debía de entregársele por completo, deberá hacer algo que su moral y ética le prohíben, todo para conseguir el dinero que tanto necesita...

¿Será que ese contrato es su perdición?

¿O le dará la libertad que tanto ha anhelado?

NovelToon tiene autorización de Ana de la Rosa para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capitulo 12

Muriel estaba parada mirando a Yeikol, para él todo era tan fácil.

— ¿Le pasa algo a la señora?— preguntó Yeikol

Pedro le contó de los permisos requeridos por Muriel, y los motivos. Yeikol sonrió levemente, se rascó la barbilla y le ordenó a su empleado.— Pedro, concédele todos los permisos que necesite la señora. Ah, y no le descuente nada de su salario. ¿Algo más, señora Brown?

“Que descarado y cínico resultó ser el jefe” pensó Muriel, y le contestó. — No. Muchas gracias, señor. Es usted muy amable.

El día continuó su curso normal. Muriel se realizó el chequeo médico y los análisis correspondientes. Después volvió a su hogar, o mejor dicho, al infierno llamado hogar. Noah estaba sentado en la sala de estar. Mostraba un semblante pálido y no precisamente por su estado de salud.

— Amor, ¿qué sucede?— preguntó preocupada.

Si los abusos y agresiones habían cesado por unos días, acercarse a Noah, la hizo volver a la cruda realidad.

Su esposo, aún convaleciente, le propinó un puñetazo en la boca, que la hizo sangrar de inmediato. Ella retrocedió, pero la señora Beatriz la sujetó, clavándole las uñas en el antebrazo.

— ¿De dónde sacaste el dinero de mi operación, y de pagar la fianza? Habla, maldición.— gritó fuerte, luego hizo un gesto de dolor por el esfuerzo.

— Contéstale a mi hijo.— pidió Beatriz, sacudiéndola.

Muriel, con lágrimas en los ojos, y limpiando la sangre que corría por su labio, le respondió.— Pedí otro préstamo.

— Dame tu teléfono. Voy a revisar tu estado de cuenta.— ordenó Noah.

Ella le pasó el teléfono. Por suerte, los veinticinco millones de dólares, que le depositó Alfred, lo tenía en otra cuenta. Él, después de verificar el estado de cuenta, le devolvió su móvil.

— Bien, espero que me estés diciendo la verdad. Ahora ve a preparar algo para comer. — dijo Noah.

Tarde de la noche, Muriel no podía dormir. Estaba acostada al lado de Noah, quien dormía plácidamente, y ella lo observaba con detenimiento. Ese hombre al que unió su vida ante los ojos de Dios, no merecía su sacrificio. Tenía pensado pagar la operación para que volviera a caminar, pero después de lo ocurrido cuando regresó a casa, tenía sus dudas. Además, iban a surgir muchas preguntas acerca del dinero y no iba a tener ninguna explicación convincente. Lo mejor era esperar.

Quería llorar, desahogarse con alguien que la escuchara, y aconsejara, pero no tenía a nadie. Era una mujer completamente sola, sin un ser humano que la defendiera, que luchara por ella. Salió de la habitación con el rostro mojado de lágrimas. Se sentó en el sofá y dejó escapar un grito, seguido de muchos más. Lloró con rabia.

Lloró tanto, que sus ojos se hincharon, y sintió que las lágrimas se le agotaron. Respiró profundamente. Cansada, desilusionada y con un fuerte dolor de cabeza, consecuencia de los llantos, se dispuso a ir a la alcoba. Pero una voz la hizo detener.

— Muriel, espero que no estés molesta. Comprendes que lo hice por tu bien. No sé lo que hiciste, pero no lo puedes volver hacer. Eres una mujer devota de Dios, y fiel esposa.— dijo la señora Beatriz.

Muriel Sonrió sarcásticamente.— ¿Usted me estás hablando de devoción a Dios? Usted… ¿La que me dijo que me prostituya para salvar a su amado hijo? Hipócrita.

— Insolente, nunca dije tal cosa.

La joven se acercó a ella, la miró llena de ira con sus ojos bien hinchados, y por primera vez, contestó como debía.— Beatriz, vete al demonio. Jódete.

Beatriz intentó pegarle, pero ella le sujetó la mano. — Jamás lo vuelvas a intentar. — aclaró Muriel y se fue a su habitación. Sintió un alivio, aunque no asimilaba lo que acabó de decir.

A la mañana siguiente, Muriel se miró al espejo. Tenía los ojos hinchados, y el labio inferior cuarteado por el golpe que le propinó Noah. Se odió así misma, no quería ser esa mujer que se reflejaba en el espejo. Sin embargo; no tenía el valor para defenderse.

Unos días después.

Era fin de semana, Muriel se despertó temprano. Preparó el desayuno, limpió la casa, lavó la ropa e hizo el almuerzo. Estaban todos en el comedor, almorzando. Ella siempre llevaba el teléfono que le entregó Alfred, en la cintura, sujetado con el elástico de la falda. Sintió que vibró, pidió permiso y fue a la habitación.

“Alo”, contestó nerviosa.

Alfred la saludó cortésmente. Le dio una dirección, y una hora exacta. Tenía que estar en ese lugar sin retraso.

Muriel se dejó caer en la cama, al parecer, comenzaría su trabajo como sumisa. Muchas ideas venían a su mente. Seguro él la iba a penetrar tan fuerte, hasta hacerla sangrar. Le dejaría marcas visibles. La castigaría hasta lograr dejarla sin aire. La sometería a las peores torturas, y la obligaría a complacer sus más atroces deseos. No obstante; no tenía opción.

Después de lavar los platos, se duchó y se vistió. Usó su ropa normal, una falda por debajo de las rodillas, y una blusa por los codos.

Noah y su madre estaban en el jardín. Ella se acercó a ellos, y les dijo; — Voy a comprar unas verduras y algunos embutidos.

— Me parece bien. Compra algo de mariscos, estoy cansada de carnes.— dijo Beatriz. Noah se quedó callado, poco le importaba si salía o no. Su esposa era incapaz de jugarle una traición.

Muriel llegó al sitio acordado. Segundos después, un auto negro se detuvo frente a ella y bajó el vidrio. Era Alfred y le indicó que subiera.

— Hola, señora.— le dijo Alfred, al subir, y empezó a conducir.

— Hola, ¿Y el señor Richardson?

— Nos está esperando en la cabaña. Queda a una hora de aquí.

Después de algunos minutos, ella preguntó.— Señor, Alfred, ¿Por qué recogió los análisis médicos?

— Al señor le urgía saber los resultados. Usted goza de buena salud.

La mujer iba en silencio, evidentemente nerviosa. Su rostro pálido mostraba angustia. Era la situación más difícil a la que se había enfrentado, aún así, tenía que hacerlo.

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Claudia Torres
me encantó tu historia ,pensé q Milena era una villana pero q sorpresa me lleve,todo lo q vivió Muriel ahora es recompensada con una familia llena de mucho amor y rodeada se gente q la quiere de verdad ,te felicito mil bendiciones 🙏😇❤️💕😘
Guadalupe Barrios
yo aveces no entiendo a las lectoras del porque no comprenden que es una novela en las novelas todo pasa hasta lo inimaginable...si no les fusta que no la lean así de fácil, has caso omiso a los comentarios impropios tu sigue adelante y escribe tus novelas como te venga en gana...ánimo 😁
Mirta Payllalef
50 sombras de grey igual
Mirta Payllalef
Excelente
iriana i
MILENA NO ESTA EMBARAZADA ,TODO LO QUE ESTA HACIENDO ES PARA SACARSE DE ENCIMA A MURIEL,,ES UNA HIPÓCRITA
iriana i
ES UNA TRAMPA LA MUJER SABE QUE MURIEL ES LA AMANTE DE SU MARIDO .
iriana i
COMO PUEDE CREER QUE ESRA POBRE MUJER AME AL MONTRUO DE SU MARIDO Y LA GRAN YEGUA DE SU SUEGRA .ESPERO QUE APROVECHE Y SE VALLA DE ESE NIDO DE SERPIENTES
Maria VIOLETA Alayo SILVA
La actitud de Milena es rara
Maria VIOLETA Alayo SILVA
amiga soy una persona mayor y conozco a mujeres que pasaron por lo mismo eran golpeadas a una labhirieron fui a curarla y le dije que lo acusará pero no quiso la última ves que la golpeó también lo hizo con su hijo ahí entendió que si seguía soportando podría matarla a ella o su hijo por intermedio de la parroquia se pudo ayudarla, muchas mujeres son golpeadas. violadas asesinadas pero también hombres que son golpeados y violados hay orar para que abusos sean denunciados
Ana: Amiga, muchas gracias por tu hermoso y alentador comentario. Tienes razón, los abusos son más frecuentes en los últimos tiempos. Ya no respetan a los niños, a los ancianos, ni a las mujeres, tampoco a los hombres. Muchas gracias ☺️
total 1 replies
gemikar5
gracias me encantó esta historia 😊😊
gemikar5
el maltrato a la mujer es muy común en algunos países pero en mi humilde opinión uno como mujer tiene que valorarce y. no permitir nunca el maltrato y sobre todo no someterse a un hombre Dios nos dió inteligencia y fortaleza para salir adelante en cualquier circunstancia hay es que tener decisión de hacerlo
bes@
muy buena historia al principio pensé pobre mijer como sufre y eso del sufrir no me atrae pero no pude dejar se leer la novela felicidades
Wolfita Albarez
Autora me encanto!!!! El final me parecio como que apurado pero me encanto todo el desarrollo de la historia!!! Felicitaciones y sigue escribiendo!!!👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️
Wolfita Albarez
Siii una mkni historia de Milena!!!
Graciela Mauchiere
heemisa!!!!
Graciela Mauchiere
no hay modelo q no sea villana y esta esta por mostrarse tal cual es
Graciela Mauchiere
autora fijese como se puede hacer hay otra autora q pone lis nombres de las novelas ynosotras oprimiendo el titulo deseado se pasa a la biblioteca nuestra...perdon no se expresarme bien
..
Graciela Mauchiere
bien contestado autora
Elizabeth Esperanza
Esta clase de perdona se merece todo el desprecio por poner a un dios que dice tener, obedecer sin embargo hara la aberracion más denigrante por un hombre y una sra sin sentimientos, ni valores , de donde cree que sale el dinero? Pero la culpa es de ella por ser manipulable y claro ahora dispuesta a cualquiera, aun con hombre casado no se en que momento hacemos estas cosas aborrecible para dios
María Antonieta Martinez Bañuelos
autora me encantó tu novela ,amo que las mujeres sean enpoderadas que jamás pierdan su amor propio, que se preparen que estudien que aprendan defensa personal boxeo, lenguaje a señas , para que jamás por miedo sean sometidas por nadie ni familia ni extraños nacimos para ser felices!!! saludos que sigan los éxitos felicidades
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