Él Simplemente Él.

CAPÍTULO CON ALTO CONTENIDO SEXUAL.-

PUEDE HERIR LA SENSIBLIDAD DE QUIENES NO ESTÁN DE ACUERDO CON UNA RELACIÓN DE PAREJA FORZADA Y SIN CONSENTIMIENTO DE AMBAS PARTES.-

APTO PARA MAYORES DE 18 AÑOS LEER BAJO PROPIA RESPONSABILIDAD.-

◇◇NARRADOR OMNISCIENTE◇◇

Ya era de noche, Alaia había pasado todo el día en la cama, una vez que Gael se fue para no tener que seguir hablando con ella, se cubrió bien con las matas y hecha un ovillo empezó a soltar toda su miseria. Estaba muy agotada de tanto llorar, sentía que sus lágrimas se habían terminado y que por más que las dejó salir como un torrente no fueron capaces de drenar todo el dolor que sentía y la impotencia que la dominaba. La noche cayó sobre la habitación, lo supo por que la oscuridad solo se veía inerrumpida por la luz de un viejo velador a su lado en la mesita no sabía si él volvería, en su interior rogaba que no lo hiciera.-

Con su cuerpo entumecido decidió de todas formas tomar una ducha, entró en el cuarto de baño que había allí mismo, como precaución cerró la puerta con seguro y luego fué directo a la ducha, de haber sido otro día y bajo otras circunstancias se hubiese permitido disfrutar de la inmensa bañera que había allí, pero en ese momento lo que solo quería era quitarse el peso del día y volver a refugiarse bajo las mantas para perderse nuevamente en los brazos de morfeo y así evitar lo que sabía era cuestión de tiempo, le ocurriría.-

Se quitó la ropa dejándola caer al suelo, una vez que no quedó ninguna tela cubriéndola se metió bajo la lluvia de la ducha, cerró los ojos suspirando, el calor del agua la reconfortó, el placer que le dió a su cuerpo exhausto le sacó un sonrisa triste, se ocupó en enjabonarse en un intento de sentir que todo lo que la hacía sentir enferma se iría en el momento que enjuagara su cuerpo, su pelo que ahora tan distinto a su naturaleza como había sido meses atrás le dió menos trabajo, así que por más que quiso quedarse, no lo hizo, no podía.-

Rodeó su cuerpo con una toalla la cual encontró inmensa, y secó su cabello con una más pequeña, peinó su pelo y salió, había visto al pasar un vestidor en el interior del cual se hallaban sus maletas así que decidió ir por algo que ponerse. Al entrar descubrió que era inmenso casi tan grande como el lugar donde se hallaba ubicada la cama. Vió estantes llenos de ropa de mujer de un lado, del mismo en el que estaban sus maletas. Y con horror y disgusto reconoció la ropa de hombre en el lado contrario. Evidentemente esa no era solo su habitación.-

Intentó concentrarse en lo que debía hacer, abrió y cerró apresuradamente varios cajones en los cuales la ropa se hallaba metódicamente organizada por clase, en uno de los últimos encontró variedad de ropa interior, de las mejores marcas que había oído que existían, las miró con horror pues ella jamás en su vida había usado ése tipo y de todos modos, eran casi invisibles, fue a su maleta y allí revisó a prisa buscando algo que le resultará conocido y lo halló se lo puso y volvió a cubrirse con la toalla mientras encontraba algo para poder ponerse y pasar la noche.-

Con lo que no contaba, al estar tan abstraída, era con el par de ojos que había estado siguiendo cada uno de sus movimientos en total silencio, una vez que lo halló se quitó la toalla dejándola caer a sus pies. Cosa que el hombre a sus espaldas tomó como una clara invitación no expresada, se acercó haciéndola brincar del susto al percibir su presencia, a la vez que sentía como sus manos y piernas comenzaban a temblar, su corazón se disparó en latidos frenéticos y descontrolados.-

Sus labios susurraron el nombre del hombre con una súplica implícita.-

×Gaelllll...

Cosa que no debería haber hecho, pues sin saberlo, aquello solo sirvió para estimular los planes que él tenía previstos llevar a cabo con ella ésa noche.-

Sintió la cercanía del otro cuerpo cuando su espalda chocó contra un pecho firme como una roca el cuál tampoco llevaba ninguna tela que lo cubriera. Un brazo fuerte la rodeó por la cintura firmemente, con una presión que le sería imposible de romper para liberarse. Su respiración se había acelerado, sus ojos se cerraron en un intento por no ver nada con la intención de que luego el recuerdo fuese, si es que llegaba a ser posible, menos traumatico.-

×para por favor...

~no!...

Respondió a la vez que le besaba el cuello.-

~mientras más te resistas menos placentero te resultará...

Dijo acariciando sus pechos sobre la tela del sostén, a la vez que su mano se iba deslizando cada vez más hacia el sur de su anatomía. Pero ella no quería sentir placer, o más bien lo que no quería era sentirlo 'gracias' a él.-

Cerró las piernas, en un vano intento por impedir que él accediera allí, lo cual fue imposible y la caricia sobre su centro le nubló la mente, jadeó a la vez que se tapó la boca con las manos, no quería sentir lo que sentía pero lo que menos quería era darle la satisfacción de saber que lo que le hacía se sentía bien. Debía recordar quién era y que éso que ocurría no estaba pasando por que ella lo quisiese.-

No decía nada, mordía su labio con fuerza, estaba confundida quería que parara, a la vez que se veía dominada por el placer desconocido que sentía, él no sabía que ella era vírgen, pero lo consideró al notar algunas de las reacciones que tuvo, o quizá le había parecido. Sabía que ella no lo hacía por voluntad propia así que le dijo algo fastidiado de no poder ir directamente al asunto.-

~te voy a preparar...

Volvió a besar su cuello, la besó en la boca cosa que no continuó al notar que no le respondía, pero siguió bajando, le quitó el sostén acarició sus pechos, se los llevó a la boca, cuando lo hizo a ella le flaquearon las piernas, por lo que la tomó alzándola en el aire para sentarla sobre una de las mesas que se hallaban allí. Le quitó las bragas, lo que la puso más nerviosa de lo que ya estaba, se cruzó de piernas pero él nuevamente con fuerza se impuso y se las separó, para luego agacharse y empezar a besar su intimidad, la cual ella sentía mojarse cada vez más, no solo por su lengua sino en respuesta a la atención que estaba recibiendo.-

Se apoyó en sus manos cuando sintió que se caería, cerraba sus ojos con fuerza, sus gemidos ya se escapaban contra su voluntad, lo cual se puso peor cuando primero un dedo y luego dos entraron en ella, fue incómodo, quiso alejarse pero él se lo impidió, se puso de pié sin detener el movimiento de sus dedos los cuales entraban y salían. Ella tenía la cabeza hechada hacia atrás pero él con la mano libre se la levantó con la intención de que lo viera y ella lo hizo. Lo miró a los ojos fijamente, sabiendo que ya no podía luchar, el movimiento se volvió más acelerado, tanto que los calambres que se extendían por su bajo vientre la llevaron a retorcerse, el aire entraba y salía por su nariz y boca de manera forzada.-

Sus manos fueron a los hombros de él en un intento por empujarlo, para alejarlo y que esas sensaciones se acabaran, pero él sólo sonrió con arrogancia sabiendo que aunque no lo quería le estaba gustando lo que le hacía. Ella volvió a cerrar con fuerza sus ojos sintiendo como el calor comenzaba a abrirse paso por sus entrañas, todo se potenció en el momento que él volvió a darle pequeños lenguetazos a su ya sobreestimulado clit*t*ris y no pudo contener los gimoteos de placer que salían de su boca.-

Ahora sentía una desesperación desconocida, sus piernas temblaban, sentía su voz, ahora convertida en gritos retumbar contra las paredes, a continuación todo ocurrió demasiado rápido, una contracción que le supo a gloria la atravesó como un rayo, no sentía sus piernas su cuerpo se tensó por completo, llevándola a perder la noción de todo lo que la rodeaba y a ser solo consciente de ese par de dedos que no dejaban de entrar y salir de su interior, que estaban prolongando ese primer orgasmo que sabía Gael le daría.-