Reencarné Para Vengarme

— Todo esto que me estás diciendo ¿Es real? ¿Sin dudas de ello?—.

— Totalmente, cien por ciento—. Respondo de inmediato.

— Yo...— Le cuesta continuar — No esperaba que la paz y la prosperidad fuera un problema tan grande, agradezco que acudieras a mí; sin embargo, déjame decirte que ahora mismo no tengo forma de solucionar el problema, permítame consultarlo con mis colegas para entregarte una posible solución ¿Qué te parece?—.

— Sí, confío en tu intelecto—.

— Tus palabras son halagadoras, confía en mí, te daré los mejores resultados del reino—. Declara con confianza.

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Luego de unas horas cuatro personas se reúnen en secreto en una de las oficinas de Zero, con no mucha luz.

— Me esperaba de todo menos presenciar a Rafael en una forma humana—. Declara Midbell la mano derecha de Zero.

— Espera lo inesperado—. Comenta David.

— Por definición lo inesperado no se puede esperar—.

— Midbell, David, vamos al tema en cuestión—. Reclama Zero.

Frente a mi, estas personas son quienes ella quería preguntar para crear el mejor resultado.

— Leímos el informe, debo decir que me dejó perplejo y como es costumbre tengo una idea para discutir—. Declara Midbell.

Qué rápido.

— Te escucho—.

— Si el problema es un enemigo, podemos crearlo, si el problema es la paz podemos destruirla, si el problema es el aburrimiento podemos crear desorden y caos ¿Me siguen?—. Declara Midbell.

— Decirlo y hacerlo son dos cosas totalmente diferentes ¿Qué enemigo vas a darle a un ser que no conoce límites?—. Declara Zero con algo de hostilidad.

David levanta la mano y Zero le da la palabra.

— En eso estuve pensando, Sakiel es el enemigo real de la humanidad y si fuera así, también enemigo de nuestro Dios, a lo que me lleva ¿Qué tan poderoso es ese Dios de las hadas?—. Pregunta David abiertamente.

No está dirigida a mí, sino a todo aquel que pueda aportar algo; sin embargo, Sakiel está fuera del rango de Zero y de los suyos, solo es algo que yo conozco.

— Solo sabemos que es un Dios que crea Dioses ¿Tu que tan poderoso crees que es?—.

— Eso no los dice nada, puede que tenga un arsenal de Dioses para pelear pero él mismo siendo nada más que un cuerpo sin físico, llegar y matarlo esquivando lo demás sería una buena opción, en caso de que también tenga bendiciones y sepa pelear es algo muy diferente, necesitamos información—.

Las palabras de Midbell son ciertas, no se sabe mucho de Sakiel y es responsable de todo lo que ocurre, si él lo hubiera querido podría intervenir en este conflicto.

Me dio una tarea imposible y nunca se contactó conmigo ¿Pensará que sigo buscando? No parece importarle.

— Entonces Sakiel como posible enemigo, lo siguiente en la lista es terminar con la paz sin ser atrapados por los primeros o nuestro Dios ¿Ideas?—. Pregunta Zero.

— Nada se me ocurre, ni siquiera tenemos información suficiente de Ciel para empezar ¿Cuantas habilidades tiene? Si fue capaz de copiar la bendición de Rafael ¿Puede copiar las habilidades oculares de Pannic y Tarón?—. Comenta David.

— Si puede hacer algo como eso, evitemos ser vistos por Ciel a cualquier costo—. Declara Zero.

— No, al menos aún bolas posee—. Respondo a sus inquietudes.

Ellos asienten y respiran aliviados.

— Evitemos contacto con Primera y Ciel, no hace falta decir el por qué ¿Me equivoco?—.

— Uno por ser un muro insuperable y el otro por ser un misterio sin límites —.

— Exacto, los primeros tienen información secreta en lo más recóndito de sus hogares, deben buscar todo, tengo pensado mudarnos de este lugar, no escaparemos de la vista de Dios en su propio reino, migraremos—.

— ¿A dónde? —. Pregunta Midbell.

— Al reino de los elfos, el reino Trinidadez—.

Es una declaración fuerte, abandonar a los aliados para ir con los enemigos.

¿Vamos a ser aliados de los elfos? Me desagrada la idea, pero no me pondré a Zero.

— ¿Razones?—. Pregunta David levantando la mano.

— Lo evidente, estamos en tierra de nuestro Dios, lo segundo es que ya no tienen a Génesis mientras que Trinidez perdió toda moral siendo fácil de manipular, nos encargaremos de los Lizardman y de los ángeles con servicio secreto, mientras tanto Rafael estará allí—. Declara para señalarme.

— ¿Qué debo hacer allí?—. Pregunto.

— Necesitamos de nuestra Diosa buenas habilidades de actuación ¿Te ves capaz?—. Pregunta Zero.

— Daré lo mejor de mi, confíen—.

— Seré breve, con tu personalidad no das miedo a nadie ¿Has visto a Ciel cada vez que aparece? Es intimidante, hace temblar a sus enemigos y aliados por igual, sus enemigos pierden la batalla antes de comenzar algo que llamamos: "Batalla psicológica", debes hacer lo mismo, Primera también lo hace—. Declara Zero explicando lo que hay que hacer.

Ciertamente, fui testigo de las batallas de primera y de Ciel, no todas, aun así la forma en que ellos tienen sus combates es despreciable.

Menospreciado a su rival, tratándolo de inferior y haciendo el mínimo esfuerzo para derrotarlos, Primera abatió a Xion un poderoso elfo con solo dos dedos diciendo cosas como "¿Eso es todo?" Y cosas así.

No, imposible que pueda hacer eso, es un estilo que solo los más poderosos pueden darse el lujo de lucir.

— Te recuerdo que eres una Diosa ahora, tienes una bendición, un cuerpo y derrotaste a Génesis y su armada en solitario en un ataque de ira, están al nivel de esos dos—.

Casi como si leyera mi mente Zero me dedica esas palabras de aliento, no, sus palabras hablan con la verdad.

Un sentimiento de orgullo y logro invaden mi mente, mi cuerpo.