La Villana Cambiará Su Destino.

Gilbert no sabe lo que realmente ha pasado, aun le sigue dando vueltas en la cabeza todo lo que Emma dijo durante su borrachera, ella al parecer teme que en algún momento él decida divorciarse para irse con otra mujer. No es que la idea de un divorcio no la haya tenido, porque si lo pensó en un momento de desesperación al ver que su matrimonio no marchaba bien y que Emma despreciaba a su hijo, pero un divorcio significaría que Emma sería repudiada por la sociedad y no quería que ella pasara por algo así, por lo que descartó esa idea, y es que no perdía la esperanza de que en algún momento ella abriera su corazón y le permitieran intentar ganarse su afecto.

Aun recuerda el momento en el que la vio por primera vez, había acompañado a su padre a la capital del imperio ya que habían sido invitados al cumpleaños del príncipe heredero, al estar en la fiesta vio a Emma de pie cerca de los emperadores, le pareció una joven hermosa y en cuanto tuvo oportunidad la invitó ha bailar, ella aceptó ya que su madre le dijo que no debe ser grosera con sus invitados. De inmediato se presento mientras bailaban, pero ella parecía no prestarle atención, así que supo que ella no estaba interesada.

Después de aquella fiesta, su familia se quedo un par de días en el palacio y el aprovechaba para acercarse a Emma, la joven fue cortés y hablaba de lo que le gustaba, así que imaginó que había un avance. Así que, cuando supo que ya era momento de que Emma recibiera propuestas de matrimonio, de inmediato le hablo a su padre sobre lo beneficioso que sería que él se casará con la princesa del imperio, por supuesto a su padre le pareció gran idea y envió dicha propuesta, siendo aceptada por la emperatriz, ya que eran una familia de prestigio. El compromiso se pacto y finalmente la boda se realizó, aunque durante todo el evento, Gilbert noto el desinterés de Emma.

La noche de bodas había llegado, Gilbert se aseguro de ser gentil con Emma, de que ella también se sintiera bien, pero cuando la vio llorar, se ofreció a detenerse y esperar a que ella estuviera lista, pero Emma simplemente lo miro con seriedad.

— solo continua, ellos revisarán y no quiero escuchar sus reprimendas.— respondió con frialdad.

Gilbert sabía que era cierto, su padre y los padres de Emma seguramente enviaran a una doncella ha cambiar las sábanas, si estás no muestran la evidencia de que se consumo el matrimonio, seguramente es a Emma a quien culparan por eso. Así que, Gilbert continuó hasta consumar el matrimonio, pero tan pronto se acabo, Emma se cubrió con la sábana y le pidió a Gilbert marcharse.

— no pienso compartir la cama de nuevo contigo, ruego a los dioses que esta sea la única noche en la que deba estar contigo.— grito con furia.

Gilbert fue sorprendido por esas palabras e intento acercarse a Emma, queriendo acariciar su rostro pero ella le pego la mano.

— ¿que pasa contigo?, por eso te pedí tu permiso, creí que estaba bien.—

— no, nada esta bien, no sabes el asco que me da saber que tuve que entregarte mi cuerpo. ¡TE ODIO! ¡Me das asco!—

Gilbert podía ver como las lágrimas recorrían las mejillas de Emma, pero también pudo ver, la mirada de odio hacía él, Gilbert sintió como su pecho de oprimía, en ese momento se daba cuenta que no había oportunidad para ganarse el cariño de Emma. Hace un par de horas, estaba feliz por casarse con la mujer que quería y ahora, esa misma mujer rompía su corazón.

Al pasar los días, Emma se aferro a no verse con Gilbert, aún cuando este iba a buscarla y le pedía comer juntos, ella se negaba. Solo acudió a la comida cuando le llegaba la invitación del padre de Gilbert, pero cuando estaba presente, no dejaba de hablar de lo ansioso que estaba por recibir la noticia de que tendrá un nieto, el próximo heredero del ducado.

— nada garantiza que sea varón.— Emma dirigió su feroz mirada al padre de Gilbert.— ¿y si es niña, será la próxima heredera?

El padre de Gilbert golpea la mesa furioso ante el atrevimiento de Emma de hablarle así.

— si no nace un varón, es porque eres una mujer inútil.— grita.

Pero ese grito le costo casi la vida, porque Emma termino por arrojarle el plato de sopa caliente, así que no solo recibió el golpe de la porcelana, también sufrió quemaduras.

— inútiles son ustedes, sin una mujer no son nada porque somos quienes los traemos al mundo, si no fuera por su madre usted jamás habría nacido. Los odio, odio este lugar, espero se vaya pronto al infierno.— grito Emma actuando histérica.

Anne y otras doncellas tuvieron que sacarla del comedor mientras el actual duque fue llevado a su habitación para ser revisado por el médico. Afortunadamente todo estaba bien, pero la forma de actuar de Emma, fue una sorpresa para él que le causo un gran coraje enfermandolo por días.

Los hermanos de Gilbert solo elogiaron el comportamiento de Emma, por primera vez su arrogante y estricto padre, fue enfrentado por una mujer. Lo malo, que este no podía reclamar a los emperadores, sería una falta de respeto hacerlo, así que no había forma de regresar a Emma y Gilbert le aseguro que no lo haría, pero su padre le ordeno educarla, así deba darle una paliza, ella debe de entender quien manda, por supuesto, Gilbert le dijo que jamás levantaría una mano en contra de su esposa. Esto por supuesto solo enfurecer al hombre mayor.

Con el paso del tiempo, cada mes, Emma y Gilbert debían cumplir con sus deber marital y aunque Gilbert se negaba, Emma le decía que lo hagan, para poder ya dar a luz a un bebé y así, ya jamás tener que volver a estar con él, por supuesto, esto solo hacía sentir a Gilbert decepcionado, porque, sin importar cuantas veces lo intentará, Emma no abría su corazón y aseguraba ya tener a quien amar.

A casi un año de matrimonio, finalmente Emma quedo en cinta y deseaba que ese bebé sea un varón, para que así, ya no tenga que volver a acostarse con Gilbert.

Por supuesto, el padre de Gilbert también estaba feliz su futuro heredero llegaría pronto, y le aseguro a Emma que ese bebé sería educado por él, cosa que a Emma no le importo, porque no estaba interesada en ser una madre ejemplar, ella, solo daría a luz y viviría su vida disfrutando de los lujos.

Lamentablemente para el duque, sus planes de educar al próximo heredero se fueron a la basura cuando enfermo y antes de que el bebé naciera, falleció, siendo Gilbert nombrado como el nuevo duque, ya que sus hermanos no estaban interesados en quedarse con ese ducado en el cual vivieron de manera miserable bajo la estrictas órdenes de su padre y tan pronto el ex duque fue sepultado, ellos se marcharon.

Dos meses después, Emma dio a Luz y Gilbert fue testigo de como ella rechazo al niño por completo, no lo alimentaba, lo dejaba bajo el cuidado de las nanas y ella seguía su vida derrochando el dinero. Conforme pasaban los años, cuando el pequeño ya hablaba y caminaba se acerco a Emma, pero tan pronto la llamo "mamá" ella le dio una cachetada y le ordeno llamarla duauesa, porque jamás sería su madre, es así como el pequeño dejo de buscarla y a su padre, solo lo veía una vez por semana.

Gilbert se dejó escapar un pesado suspiro y levanto la vista hacía su ventana, ya era de noche, hacía mucho tiempo que no recordaba el pasado y en como su matrimonio con Emma se convirtió en su martirio. Se dejo caer contra el respaldo de su silla.

— Emma, ¿acaso este cambio es una oportunidad para ganarme tu corazón?— se pregunta así mismo.

Realmente no sabe que pensar, pero lo que si le gusta, es la nueva y divertida personalidad de Emma y en como se ha esforzado por recuperar el tiempo perdido con su hijo, eso lo motiva a también acercarse al niño, y porque no, quizás finalmente puedan ser una familia de verdad.

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