Una historia, en el que el amor se pone en juego de distintas maneras; desde la forma en que se puede encontrar de acuerdo a la actualidad en la que vivimos; poniendo un ejemplo de todo lo que puede pasar en una relación, cuando la sinceridad y la confianza son la base de la misma y como el pasado puede volver a nosotros, pero es decisión de cada uno si lo acepta además de las condiciones en que lo hacemos.
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LOS PREPARATIVOS
Han pasado 9 días desde que el tío de Carlos falleció, su tristeza había disminuido, más no desaparecido, con ayuda de su amada, la aceptación había llegado, y con eso la emoción por preparar todo lo relacionado con la boda había regresado más fuerte que nunca, la pareja decidía todo en conjunto; lo primero fue reservar el lugar.
Carlos:
Amor quiero un lugar amplio, para poder poner un brincolin para los niños y que los adultos puedan bailar y disfrutar de la fiesta sin la interrupción de los niños
Liz:
Si amor es una buena idea, pero en un salón normal no se podría, necesitaríamos contratar un jardín grande, solo que me gustaría que no les dijéramos del área para los niños, ya que no me gustaría que invitaran a más y agarrar la boda como guardería
Carlos:
Estoy de acuerdo amor, no diremos nada del área para niños, para que no traigan a más de los que son, y si hay que ver un salón jardín, me gustaría que fuera en las afueras de la ciudad para que el cielo se vea más limpio y el aire no esté tan viciado.
Liz:
Cariño, pero si lo hacemos fuera de la ciudad a mi mamá se le dificultará más asistir.
Carlos:
Amor, se te olvida que los padres de los novios, viajan con ellos, además como es la ocasión más especial, en nuestras vidas y durará para siempre quiero que todo sea en grande.
Liz:
Hay amor estás loco, todo lo quieres hacer en grande, pero esa misma locura fue la que hizo que me enamorara de ti, bueno que sea en un jardín, y ¿qué serviremos de comer?
Carlos:
Estaba pensado en un tipo bufete de comida mexicana, pozole de puerco, un poco de pollo para los payasos que no coman puerco, barbacoa, carnitas y tacos de parrillada, con arroz, nopales, rábanos, cebolla, tostadas y lechuga como acompañamientos, además de todo con lo que se acompañe la comida.
Liz:
Amor, pero nos saldrá carísimo, la verdura dependiendo de la temporada sube muchísimo, y con todo lo que quieres servir, aparte del salón nos va a salir en un ojo de la cara, si no es que los dos
Carlos:
Mmmm no creo mi amor
Liz:
¿Qué tramas?, te conozco y cuando haces ese sonido, tramas algo, amor no estarás planeando, asaltar un banco o algo así verdad
Carlos:
No mi amor como crees
Liz:
Amor es que lo que quieres suena no caro sino carísimo y no pareces preocupado
Carlos:
Mi amor es que hay algo que no te he comentado, toda la verdura y la carne, no nos costará tanto como crees
Liz:
Amor, pero porque lo dices
Carlos:
Mi vida hermosa, aparte de mi trabajo regular, tengo un pequeño negocio secundario, donde gracias a lo que aprendí de un padre de familia en mi primera escuela, tengo toda la verdura necesaria para la fiesta, a partir de eso es cuando emprendí y poco a poco inicie a criar animales; conforme iba creciendo empecé a aumentar y de ahí que los gastos no serán tan grandes como te imaginas, eso ya está cubierto
Liz:
Ok cariño, la comida está resuelta, pero la bebida que vamos a ofrecer no creo que esté bien, solo agua de sabor
Carlos:
También lo tengo solucionado amor, con mis amigos tenemos una apuesta del último en casarse
Liz:
¿Qué apuesta amor?
Carlos:
El último casarse, se ganará lo que quiera para su boda, en este caso yo y pediré la bebida de la boda, en ese aspecto ya está solucionado, un Diego será encargado de la cerveza, el otro Diego del tequila, Omar en representación de Juan champaña, Julieta whisky y ya solo compraremos los refrescos para que salga un poco más barato se los podemos comprar al camión
Liz:
Cariño, ya tienes listo todo lo de la fiesta, ¿pero dónde vamos a vivir?
Carlos:
Amor ya compré una casa y ya tenemos donde llegar y también hay un cuarto para mi suegra
Liz:
Mi amor ya tienes todo preparado, solo falta que ya tengas listo mi vestido de novia
Carlos:
No mi amor, ese lo elegirás tú con mi suegra, y tus damas de honor
Liz:
A bueno cariño ya me habías espantado
Carlos:
Ja, ja, ja tranquila, mi amor, jamás interferiría con eso; creo firmemente en que no debo ver el vestido antes de la boda
Liz:
Eso sí, cariño, pero lo bueno es que ya solo faltan detalles pequeños
Carlos:
Para mí es lo más importante mi amor y también planear donde iremos de luna de miel
Liz:
Hay amor, te pasas, eso ya lo podemos planear al último
La conversación continua, con los preparativos de la boda, con una felicidad que los recorría a ambos, planeando hasta el último detalle posible, llegando a la decoración del salón y el acomodo de los invitados
Liz:
Amor cuantas personas son de tu familia aproximadamente
Carlos:
200 aproximadamente amor y de tu lado
Liz:
De mi lado serán 100 personas amor
Carlos:
Ok amor y la decoración del salón, ¿cómo será?
Liz:
Mi vida, quiero mesas redondas, los centros de mesa me gustarían jarrones pequeños de cristal con un grabado que diga recuerdo de nuestra boda Carlos y Liz, con rosas blancas y peceras, con peces tornasoles, la decoración con telas lila y colores claros, para que luzcamos más tú y yo, mis damas en rosa palo, el diseño que a ellas les quede mejor, pero que se vean parejas
Los preparativos continúan, planeando cuidadosamente hasta el más mínimo detalle, sin pasar por alto nada, y sin dejar lo más mínimo a la suerte, al tener el salón ya apartado para la fecha que ellos decidieron, asisten para verificar que todo este tal cual se lo imaginan, recorriendo la ciudad en busca de todos los recuerdos y centros de mesa para la boda, mandando a hacer de manera especial aquellos que no son tan comunes y por supuesto sus invitaciones con una cruz al final para incluir a los padres de los dos que en paz descanse.
