Lilith, que trabaja en un club exclusivo como mesera, un día llama la atención de un cliente muy importante, ¿qué pasará ahora?
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CAPITULO 4
No sabía que era lo que quería de mí este hombre, una persona que lo tiene todo, que puede querer de una que no tiene nada, está parada frente a él, no me moví ni un centímetro, después de un corto tiempo, el gerente regreso, me dijo,
- ¿Qué haces aquí?
- Espero órdenes.
- Ve a cambiarte, no escuchaste que tiene que ir con el Señor Sawiris, que espera.
Entonces me miró el hombre en cuestión, y me pregunto,
- ¿Es que no quieres que te lleve a casa?
Audazmente le pregunté,
- ¿Me puedo negar?
- No.
Su respuesta fue rápida, y contundente, no tenía elección entonces, ¿por qué me preguntaba?, de inmediato me fui a cambiar de ropa, pasé por la cocina hacia los vestidos, esta es la prisión de ser impotente, el no poder decir que no, si me niego, me despiden, en este momento en que más necesito dinero, no puedo ser despedía, suspiré mientras me cambiaba, al parecer, había pasado un largo tiempo, que el gerente tocó la puerta.
- ¿Ya estas listas?
- Ya casi.
- Sal por la puerta de atrás, el Señor Sawiris te estará esperando ahí, otra cosa no seas grosera con él.
- Si, señor.
Ese hombre me echo a los lobos sin pensarlo dos veces, a eso se le llama ser indefenso, y no tener nada, salí tan rápido como pude, un auto negro último modelo estaba parada justo en la salida, di varios pasos hacia el auto, y me detuve, entonces la puerta trasera se abrió, y el Señor Sawiris, me hizo una señal para que subiera, me subí, cerré la puerta y el auto arrancó.
Tome toda la distancia que puede, de él, en la parte delantera, está el chófer, y otro hombre que parecía ser guardaespaldas, mi ropa era descuidada y vieja, en comparación con aquel hombre que solo vestía de blanco, parecía uno de esos príncipes del desierto, un jeque o algo así, y es posible que lo sea, su apellido es Sawiris, lo busque por Internet y es un apellido árabe, ahora mismo está en el top uno de apellido de multimillonario, me he sentido como en una prisionera en ese auto, y sin poder salir, incluso si abría la puerta y me lanzaba, yo era la única que perdería la vida, o algo peor,
- ¿Me tienes miedo?
- ¿Eh?
- Pareces tenerme tanto miedo que estás encogida ahí, dime, ¿por qué me tienes miedo?
- Señor, sería ridículo, si en una situación tan extraña como esta yo no tuviera mis reservas.
- Eres extraña, sabes quien soy, sin embargo, quieres salir huyendo de mí, las mujeres en general, quieren subirse sobre mí, y obtener mi favor.
Yo por qué haría eso, tirarme a las llamas, para ser quemada hasta la muerte, entonces fui audaz y le pregunté,
- ¿Y como terminaron esas mujeres?, ¿Al final que obtuvieron?
- Tiene sentido lo que preguntas, al final esas mujeres, no obtuvieron nada más que placeres pasajeros, y cuando me aburrí de ellas, se quedaron sin nada.
Ya me lo imaginaba, un placer pasajero, y nada más, después salieron con las manos vacías, ni dinero, ni amor, sin embargo, este hombre sigue siendo guapo y rico, no ama a nadie, y solo busca su placer, ya que puede obtener lo que quiera, al parecer no es únicamente dinero lo que tiene, también poder, sino fuera así, el gerente, no estaría tan asustado de él.
Mire a través del cristal de la ventanilla del vehículo, y me di cuenta, que íbamos hacia mi casa, en verdad sabía donde yo vivía, que divertido, este hombre parece estar interesado en mí, de alguna manera, pero no soy tan tonta como para vivir de una ilusión, o creer que le gusto, y es mejor terminar rápido con esto.
- ¿Qué quiere de mí?
- Me interesas.
- No soy de su tipo.
- ¿Cómo sabes mi tipo?
- ¿No le gustan las mujeres como Susan?
- Si, pero no es mi tipo, mi tipo ideal es, inteligente, distante, y con olor a virgen.
- ¿Eh?
- Lo puedo ver en tu cara, es lo que más me interesa de ti, como una chica que trabaja en un club como el Blue Moon, puede ser virgen, estoy tan interesado, que incluso le pedí al gerente que te llamara, para que fueras a trabajar, pero no quisiste, así que hice que me diera tu dirección, tan poco imagine que vivieras es un lugar como ese, pero por coincidencia, nos encontramos en el restaurante, fue muy divertido, me esforcé tanto, para encontrarme contigo hoy, y de la nada, apareciste sola.
Todo eso sonaba como si fuera un psicópata, persiguió a su víctima, y no tiene vergüenza en decirlo, porque un hombre así, yo supongo que no necesita tener vergüenza, llegamos al mi ruinoso edificio, entonces quise abrir la puerta, pero estaba cerrada, se acercó a mí, y me dijo,
- No tengas miedo, yo no soy de lo que toman cosas a la fuerza, solamente tiene que decirme tu precio y eso es todo.
- No quiero ser prostituta.
- La definición de esa palabra seria como lo que te estoy ofreciendo, tienes razón, que tal esto, hagamos una relación por contrato, entonces no sería prostitución.
- Quiero pensarlo.
- Yo sé casi, todo de ti, y sé que necesitas mucho dinero en este momento, no lo podrás conseguir en tan corto tiempo, pero si me dices que si, eso y mucho más te lo daré, y una cosa más, esta oferta tiene límite de tiempo, por qué si pierdo el interés, no voy a querer tu cuerpo, aunque me lo ofrezcas gratis.
Todo lo decía con una sonrisa en la cara, estaba jugando con la vida de otra persona, pero él nada más sonreía como si se tratara de un negocio cualquiera, entonces, ¿Qué debía hacer?, necesito mucho el dinero para la operación, pero quizás si le doy un precio muy elevado no acepte, intentaré eso.
- Quiero 500 mil dólares, el 50% después de firmar, el contrato no puede ser superior a 3 meses de vigencia, y después de que termine cada quien coge su camino, y me dará el otro 50% además quiero seguir trabajando.
- Eres más inteligente de lo que esperaba, está bien, solo no volverás a trabajar al Club, pero en el restaurante puedes seguir trabajando ahí.
- Pero tengo un contrato con el Club, no puedo comprarlo.
- Espera.
Saco el teléfono e hizo una llamada, entonces dijo,
- La chica que no quiso ir a atenderme al club, despidela.
Cerró el teléfono, como puede ser, esta gente solo necesita una llamada, y arruinan la vida de cualquiera, mi teléfono comenzó a vibrar, él me hizo una señal para que tomara la llamada, miré la pantalla y era el gerente del club, entonces contesté,
- Hola.
- Lilith, estás despedida, ya no tienes que volver al club, tu liquidación, será puesta en tu cuenta en unas horas, adiós.
Eso fue todo, y mi trabajo en el Club se fue, por qué tenía tanto poder este hombre en ese Club entonces hice la pregunta,
- ¿Es usted dueño del Club?
- Sí. Recientemente lo he comprado.
Entonces algo más aterrador me llegó a la mente, de que más puede ser dueño este hombre en esta ciudad, entonces le pregunté,
- ¿Y del restaurante?
- Esta noche no soy el dueño, pero mañana seguro lo seré, me gusta el ambiente ahí, y todo lo que me gusta yo lo adquiero.
El poder del dinero es a veces aterrador, quería otra vez salir corriendo del vehículo, un hombre guapo con una linda sonrisa y con muchos millones es más peligroso y terrible de lo que se puede imaginar, incluso su sinceridad es más de lo que cualquiera puede soportar.