Roisin

—Si Edward, los accidentes pasan y con mucha frecuencia. Lo que no entiendo es por qué aun no ingresa para que todos pasemos al comedor si llego hace quince minutos.

Siento un tirón en el estómago, y disimuladamente volteo la mirada para buscar a Peter. 

OTRA VEZ.

No esta.

Estamos a punto de entrar al comedor, caminando a pasos lentos para acompañar al anciano cuando una risita femenina se escucha detrás de nosotros. Mi padre y yo nos volteamos a ver la recién llegada y... veo a una mujer hermosa, alta de cabello rubio, tiene puesto un vestido rojo que se le pega perfectamente al cuerpo. La abertura deja ver su muslo derecho y sonríe.

 Le sonríe a Peter. 

Quien la trae del brazo hacia nosotros como si se conocieran de toda la vida. Desvió la mirada y busco la de mi padre.

—Lo siento tanto, Declan. Mi vehículo pincho una rueda a mitad de camino. Y al llegar, me encuentro a Peter en la puerta fumando un cigarrillo y también se me antojo uno. Espero no le moleste que haya retrasado a su hijo unos minutos. Lo he echado mucho de menos.

Suelta el brazo de Peter y va con su abuelo. Le tiende su mano a Declan. Mi padre no le besa el dorso y eso me alegra. Se ve molesto. La expresión en su rostro hace que la sonrisa de la rubia se evapore.

—No me hubiera molestado si te hubieras tomado un tiempo para fumar después de la presentación y no me hubieras hecho esperar junto a mi hija. No tolero las faltas de respeto y ella – Me mira a mí  ahora.- Tampoco.

Su abuelo la fulmina con la mirada y yo sigo sin poder disimular la molestia en mi rostro. No me agrada y si no me agrada, pues que se me note. La rubia no me mira, me ignora como si fuera un poste y carraspeo para que me note de una vez por todas.

—¿Y tú eres? -Pregunto sin un ápice de amabilidad en la voz.

—Oh, lo siento. Mi nombre es Moly, la novia de Peter.

Me tiende su mano y solo miro los cinco dedos que me gustaría quebrar uno por uno. Busco el  familiar rostro de Peter y este niega con la cabeza claramente enfadado, vuelvo a la rubia siliconada y no me molesto en tomar su sucia mano.

—Deja de decirle a las personas que somos pareja, no lo somos ni lo seremos jamás. Te estas comportando de forma equivocada y no estas siendo respetuosa con la heredera del jefe.

Peter regaña a la rubia y ella sonríe como si lo que él le acabara de decir, fuera un chiste. No se que me pasa, siento que la sangre me hierve en las venas y el mal genio intenta dominarme. 

—Aún no lo eres, pero lo serás. No me rendiré contigo. Además mi padrino puede perdonar una tontería de mi parte, como por ejemplo llegar veinte minutos tarde. No va a matarme por eso ¿O sí?

Su voz es molesta, y no me gusta ni un poquito que se sienta tan a gusto bajo el techo de mi padre. Ella busca que Declan diga algo y luego le guiña un ojo a Peter.

—Tal vez él no te mate, pero yo sí. Podrá ser tu padrino, pero mi padre es el líder de la organización, el jefe de tu abuelo y de todos los que esperaban a que llegaras a un maldito horario estipulado y si no eres capaz de respetarlo a él, a mí o a nuestro hogar, terminarás siendo el alimento de los cerdos. ¿Te quedo claro Moly? 

La chica traga grueso y retrocede la mano que aún estaba tendida frente mí y no me tome la molestia de tomar.

-¿Qué demonios fue eso?-

Jamás le había hablado así a nadie y mucho menos había amenazado de muerte a otro ser humano.

—Creo que deberías tranquilizarte, las hormonas del embarazo—¿Como se atreve? — parece que te están afectando, no soy el enemigo aquí.

Mi padre se mueve para verme con una sonrisa de oreja a oreja y Peter, claramente se ve molesto.

—Crees que me conoces como para hablar de las hormonas de mi embarazo, pero no sabes una mierda de mí, ahora ve a llevar a tu abuelo a su puesto si no quieres que te saque a rastras, después de vaciar mi pistola en tu cabeza.

¡Carajo!

Ya son dos veces las que la amenazo en menos de cinco minutos.

— ¡Y es por eso que mi hija será mi sucesora! Vete Moly, no tentemos a la muerte. Mi hija habla muy enserio.

La chica quiere hacer que su abuelo camine más rápido pero no lo logra. Puedo Ver como cada uno de los músculos de su cuerpo se tensan y disfruto ver como el anciano la regaña. Mi padre se detiene y le hace un gesto a Peter para que entre primero al comedor.

—Esa es la cara que debes mostrar con cada uno de los que están aquí. Está bien que muestres amabilidad, pero también tienes que hacerte respetar y mostrar autoridad. Es curioso que te salga natural cuando no te has criado conmigo, supongo que lo llevas en la sangre. Pero, la próxima vez que amenaces a alguien de muerte, asegúrate de tener un arma en la cintura o tomes la mía. Aquí, las declaraciones de guerra o las amenazas de muerte se toman enserio. Asique la próxima vez que te de un ataque de celos por ver a otra mujer del Brazo de Peter y la amenaces, asegúrate de estar armada. – Lleva su mano a la cintura y me tiende una bella 9 mm dorada ¿Es de oro? Tiene un hermoso diseño de rosas en el cañón. Es preciosa.- Iba a dártela como regalo en la mesa, pero como te adelantaste... Mejor tómala y guárdala en tu espalda baja. Ahora no hagamos esperar más a los invitados.

—Declan. pase lo que pase, escuches lo que escuches, no permitas que Peter se vaya a Chicago.

—Hablaremos de eso despues, y deja de decirme Declan, cuando me llamaste fuerte y claro "Padre." No puedo como explicarte lo feliz que me hace escuchar esa palabra.