Mi Frágil Guerrera

Al medio día después de organizar algunos papeles, Brenda llevo a Cristina a su departamento, era un lugar acogedor para Cristina, aunque tenia un poco de vergüenza porque era un lugar desconocido, mostró una sonrisa ante Brenda.

Brenda----: Amor llegué.

Víctor al escuchar a su esposa, se pasó de la cama a la silla de ruedas, tomo un ramo de flores que consiguió a través de la empleada de la casa, Víctor salió con una sonrisa en su rostro, tenía mucho que agradecerle a Cristina especialmente porque salvó la vida de su esposa y sobre todo que ella estará a lado de su esposa cuando él ya no esté en este mundo.

Víctor----: ¡Bienvenida! (entregándole las flores) gracias por salvar al ser que más amo en este mundo ahora nos toca agradecerte.

Brenda----: No pongas nerviosa a Cristina, ven Matilde te mostrará tu habitación, sabes que para traerte a mi casa, tuve que hacer una adopción provisional, por ahora será nuestra hija.

Cristina---: Pero quedamos que yo iba a trabajar con usted, y que yo me ganaría mi propio sustento para mí hijo y para mí.

Víctor---: No estás de arrimada como piensas, nosotros nunca hemos tenido un hijo y tú ahora eres nuestra hija provisionalmente, cuando seas mayor de edad te aseguro que trabajarás para nosotros y además ya estás ganando.

Brenda----: Tienes un hijo que cuidar, hasta que los niños cumplan dos años la madre tiene que estar con ellos de manera permanente, Cristina me salvaste la vida y estoy muy agradecida déjame recompensarte

 Cristina empezó a llorar, ella jamás imaginó que en el mundo había personas buenas, que estén dispuestas a ayudar una mujer desconocida y embarazada, ella llora de felicidad, Brenda la volvió a abrazar para consolarla, solo le dijo que llorara, porque ella ya no estaba desamparada, aunque por alguna razón Brenda sintió un profundo sentimiento era como si algo la atrajera a aquella chica desconocida ordenó a su empleada de confianza que lleve a Cristina a su habitación.

Víctor---: Te pusiste nostálgica.

Brenda----: Esa niña tiene algo especial que me atrae, más bien es como si algo me jalara hacia ella, sabes lo que más me llama la atención de ella. Es que tuvo semanas sobreviviendo en la calle sola y sin ayuda, esa niña es una guerrera.

Víctor---: Si, también me dio ganas de vivir al verla, la vida la ha golpeado fuerte a esa niña y sin embargo ha luchado para sobrevivir, que tengo yo para no sobrevivir unos meses más y además me da esperanza de tener un bebé en mis brazos, amor es mi sueño antes de morir registrar un niño como mi hijo, yo quiero reconocer a ese niño que viene en camino como mío, crees que será posible si ella lo permitirá.

Brenda----: Mi amor, tenemos que cuidarla primero, ella se ha convertido en nuestra hija, y estoy segura de que ella aceptara, vas a cambiar el testamento.

Víctor---: ¿Tú me lo permites?

Brenda----: Por supuesto, yo estoy vieja y necesitas un heredero, que mejor que el hijo de nuestra hija adoptiva, prácticamente nuestro nieto, tenemos que contratar maestros privados, nuestra hija no sabe leer ni escribir.

Víctor---: Contrátalos, ella tiene que ser alguien en la vida, como es posible que no sepa leer a su edad.

Al día siguiente Cristina se despertó muy temprano, todavía no podía creer que estaba viviendo bajo un techo seguro, eran las seis de mañana y ella tenía que agradecerle a Brenda y a su esposo por acogerla, ingreso a la cocina, ella le prepararía el mejor desayuno como agradecimiento.

El agradable olor de panqueques invadió a todo el departamento, aroma que despertó a un Víctor que casi nunca despierta temprano, él llamo a su esposa, pensaba que Matilde, la empleada había llegado temprano.

Brenda----: Que ocurre, es muy temprano.

Víctor---: Vida, Matilde tenía que venir muy temprano hoy.

Brenda----: No, porque preguntas.

Víctor---: No hueles, alguien está en la cocina.

Brenda se levantó, se puso un camisón y se dirigió a la cocina, entre más se acercaba a la cocina más deliciosa era el aroma.

Brenda----: ¡Que rico huele!

Cristina---: Señora Brenda, disculpe que le invada su cocina solo quería hacerle el desayuno para agradecerles.

Brenda----: No necesitas hacer méritos por estar aquí, (sonríe) ahora eres más cercano a ser la señorita de la casa.

Cristina---: Si yo soy la señorita de esta casa, no tendré como pagarle.

Brenda rio a carcajadas, Cristina todavía no entendía lo que significa la palabra adopción, se acercó a ver lo que preparaba, probó y le encantó lo que probaba, iban a hacer las siete de la mañana, y ya se había despertado todos, Víctor salió de la habitación y escucho a su esposa reír a carcajadas, tenía tiempo que no la escuchaba reír de esa manera, su corazón se alegró y supo de inmediato que ahora, Brenda tenía una razón para vivir aunque él no esté.

Víctor---: Huele muy delicioso.

Brenda----: Mi amor está muy temprano.

Víctor---: Creo es hora de desayunar, eso huele tan bien que me despertó el apetito.

Brenda----: (sonríe) está bien desayunemos (mientras arrastra la silla de ruedas al comedor) Está exquisito esos panqueques, y están preparadas sanamente.

Víctor---: (toma su mano) te ves hermosa cuando sonríes, deberías sonreír más amor.

Cristina empezó a poner los platos en mesa, Brenda la ayudo a pasar los utensilios, cuando Matilde llegó, se sorprendió ella trabaja con ellos hace cinco años y era la primera vez que llega y el desayuno está preparado y servido.

Matilde----: ¡Buenos días!

Brenda----: ¡Buenos días, Matilde! Aquí hay algo raro, ¿Cristina donde está tu plato?

Cristina---: Quiere que coma con ustedes.

Víctor---: Eres la señorita de la casa tienes que comer con nosotros, Matilde por favor trae un plato para la señorita.

Cristina----: Matilde puede comer con nosotros.

Víctor---: Y un plato para ti Matilde (sonríe)

Matilde se sorprendió, era la primera vez que sus patrones la invitaban a comer con ellos, el rostro de Brenda era diferente, él sonreía con Naturalidad, Víctor no parecía estar enfermo, la presencia Cristina había cambiado sus lamentos en risas, y ese lugar tenía otros aires, Matilde comió los panqueques con agrado estaban deliciosos, compartir ese momento fue muy agradable para Matilde.

Durante el día Cristina ayudo a Matilde a los quehaceres de la casa, también cocino y su comida encantó a Víctor que a pesar de que su comida es totalmente estricta, para él fue el mejor almuerzo a qué había probado,

Mientras tanto en la casona Muñoz Yolanda recibía con agrado la noticia que su hijo se casaría, Jofre también se puso feliz su único hijo tenía 28 años y todavía no le daba un heredero, él ya estaba poniéndose viejo y necesitaba conocer a su siguiente generación.

Jofré----: Ya era hora que ese muchacho, asiente cabeza.

Yolanda---: Mi muchacho es un buen hombre y se que escogió bien a la mujer para casarse.

Jofré----: Por un momento yo pensé que ese bruto se iba a interesar en Cristina, varias veces me preocupe porque ví como la miraba, temí que le desgracie la vida a esa niña, y respire profundo cuando decidió regresar a España, y la chica dejo de trabajar aquí junto a su tía, me pareció raro pero hoy ví a Maura trabajar para los Ochoa, pero no ví a la sobrina.

Yolanda---: Como puedes decir eso, y desconfiar de nuestro hijo, él jamás se involucraría con una sirvienta, como puedes ofender a mi hijo así, ahora hay que estar contento se casa en seis meses.

Jofré----: No es una ofensa fijarse en una empleada, igual son personas buenas y humildes, y sobre todo tienen más corazón que una mujer criada en cuna de oro, por eso me interese en ti.

Yolanda---: Pero yo no era una sirvienta... Yo era la asistente de tu papá no debes comprarme.

En el centro de la ciudad, Brenda llegó un poco frustrada, ingreso a su habitación, dónde Víctor trabajaba en su computadora.

Víctor---: Amor, te noto estresada.

Brenda----: Estás trabajando, eso me alegra.

Víctor---: Esa niña me inyectó ganas de trabajar.

Brenda----: No me aceptaron la adopción provisional, la única manera de protegerla es una adopción permanente y para que eso suceda tenemos que reconocerla y registrarla como nuestra hija.

Víctor---: Pues no perdamos tiempo, tenemos que proteger la a su bebé.

Cristina---: Disculpen que haya escuchado su conversación, si no hay otra opción de proteger a mi bebé será mejor aceptar la adopción de parte de ustedes.

Brenda sonrió y abrazo a Cristina, una madre es capas de todo por sus hijos y Cristina estaba dispuestas a cambia su apellido para protejer a su hijo y no lo separen de él, el apellido materno no se quedará en el olvido porque siempre lo llevará en su corazón.