Amor Entre Mafias

El viento que entraba por la ventana del auto, hacía que el cabello castaño de la chica revolotea de un lado para otro.

Haciendo una escena divertida para los ojos de César.

Melissa soltó sus manos de mejillas de César, y las llevó a su cabello, evitando que continuaran volando para todas partes.

Una ligera sonrisa apareció en los labios del chico, era inevitable no reírse al ver a Melissa pelear con su cabello, como una niña pequeña.

______ No te rías. ¡No es nada gracioso! _____ Dijo Melissa estirando su mano para subir el cristal del auto.

Antes de que lo hiciera, César agarró la mano de la chica, e impidió que pudiera lograr su objetivo. Le gustaba ver el cabello de Melissa volar por todas partes, y a ella pelear por evitar que continuará volando.

_______ Me gusta el viento cuando entra por la ventana. ______ Murmuró César.

_____ A mí no, quiero subir el cristal. _____ Melissa volvió a intentar subir el cristal, sin embargo, sus dos manos fueron agarradas por una de las manos de César.

Melissa levantó un poco la mirada, parpadeo varias veces continuas, hasta que logró despertar algo extraño dentro del corazón de César.

Para un hombre frío, y despiadado como lo era César, era imposible entender por qué razón actuaba de esa manera involuntario con Melissa.

______ Portate bien. No quiero ser grosero contigo. _____ Dijo César, para luego soltar las manos de la chica.

Melissa se alejó un poco de César, y volteó a ver por la ventana del auto. Mirando pasar rápidamente, los árboles, recordaba su niñez, cuando su padre las llevaba a pasear y pasaba horas con ellas.

César miraba de reojo a la chica. Observó las manos de Melissa apretarse con fuerza, y mantenerse en la misma posición por mucho tiempo.

César no sabía que era lo que le sucedía, ¿Por qué? La chica a su lado despertaba tantas cosas dentro de él, ¿Por qué? No solo podía tratarla como otra mujer más en su vida.

Apretó sus dientes con disgusto. Se negaba a aceptar que una chiquilla despertaba más cosas dentro de él que una mujer con experiencia.

Sin voltear a ver a Melissa, César comenzó a preguntar por qué razón se escapó de su casa, y se puso en peligro de esa manera.

______ ¿Por qué te escapaste de la mansión de tu padre? ¿Estás consiente de lo que te espera si tu padre te encuentra?

Melissa dejó de ver por la ventana, y volteó a ver al hombre frío a su lado.

______ Sí.

_______ Mi padre me quiere obligar a casarme con un hombre feo, viejo; y chimuelo. Es horrible ser subastada por conveniencia a un hombre que ni conozco. _____ Contestó Melissa levantando los hombros.

Al escuchar a la chica hablar de esa manera del hombre con el que se va a casar. César volteó rápidamente.

_______ ¿Cómo sabes que ese hombre es feo, viejo y chimuelo? ¿Lo has visto? _____ Dijo César molestó.

______ No.

_____ Sin embargo, me lo puedo imaginar. Debe ser el hombre más feo que pueda existir en todo el mundo. ¿Por qué? Se quería casar con una chica como yo, que ni siquiera conoce, debe ser un viejo rabo verde.

_____ De esos que solo quieren a una chica joven y hermosa, para tenerla en su casa para que le dé hijos, y pueda presumirla cada vez que va a una fiesta... ______ Terminó de decir, Melissa furiosa.

César fue apretando sus manos con discreción. La chica, a su lado, lo estaba pintando como un viejo horrible, feo, y pervertido.

Ahora entendía por qué se había escapado de la mansión Ghop.

_______ Antes de hablar mal de tu prometido, y escaparte de tu casa. Deberías investigar un poco sobre él, y no ponerte en riesgo como lo has hecho... ¡Solo una mujer tonta, se escapa a la mitad de la noche, y corre al bosque!

______ ¿No sabes cuantos animales salvajes pueden atacarte, en medio del bosque? _____ César regañó a Melissa sin ninguna piedad.

Melissa bajó la cabeza; avergonzada por haber actuado tan impulsivamente, y no pensar en las consecuencias.

_______ Ahora mismo te llevaré de regreso con tu padre, y esperarás a tu boda con tu prometido hasta mañana... No me quiero meter en problemas por ti. ______ Dijo César.

_____ ¡Oye, si no sabes nada de mi vida, no te metas! Quiero bajar ahora mismo de tu auto. ¡No pienso regresar a la mansión Ghop! ______ Gritó Melissa, asustada de regresar a la mansión, que tanto trabajo le costó escapar.

César no tomó en cuanta las palabras de la chica, mientras él no diera la orden, el chofer no iba a detenerse. El auto continuó avanzando. Melissa trató de abrir la puerta en más de una ocasión, para su mala suerte, las puertas tenían seguro, era imposible que ella bajara.

Además, si lo hacía, iba a tener un terrible accidente. Lo único que me quedó a la chica, era ordenarle al chofer que detuviera el auto.

_______ ¡¿Qué no has escuchado?! ¡Órdenes que te detuvieras!

César había llegado a su límite. La rebeldía de Melissa era demasiada.

_____ Él no obedece órdenes de nadie, más que las mías... ¡Ahora cállate o lo vas a lamentarlo!

César agarró a la chica por los hombros y la empujó contra el sillón. Melissa se quedó callada, en ese mismo momento...

La chica apretó sus labios con fuerza. Sabía que si continuando abriendo la boca, César se iba a enojar más con ella y la iba a botar en medio de la nada.

_______ Eso, así me gustas callada, y sin hacer ningún ruido. Por tu bien, más te vale que no vuelvas a hablar.

Durante todo el camino, todo estuvo en completo silencio. César bajó de su auto, y caminó hacia el interior de la empresa, dejando a Melissa sentada ahí.

La chica se quedó sentada, ya que no sabía qué hacer. Al no sentir a la chica seguirlo, César volteó hacia atrás, mirando a Melissa todavía dentro del auto.

_____ ¿Qué esperas para bajar? Olvídate que seré un caballero y te abriré la puerta.

Melissa bajó del auto casi corriendo y siguió a César al interior de la empresa.