Un Infierno Sin Ti 5 Parte De Subastada Al Diablo

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AVISO:

EN ESTE CAPÍTULO SE NARRA SITUACIONES VIOLENTAS QUE PUEDEN DAÑAR TU SENSIBILIDAD.

SI NO DESEAN LEERLO NO SE PERDERÁN DE NADA IMPORTANTE SOLO SALTATE ESA PARTE, GRACIAS.

El grito del hombre retumba por todo el granero mientras que el sonido de sus huesos rompiéndose los acompaña.

Hago un movimiento con mi cabeza al hombre de Alex para que le apartara cuando aflojo la prensa de banco.

El hombre sigue quejándose de dolor comenzando a llorar, de nuevo atrapo su mandíbula para que me mirase a los ojos.

-Mira cómo te quedo la mano – con mi mano libre la atrapo escuchando de nuevo su grito sintiendo sus huesos como estaban rotos. - Ni con todo el puto dinero del mundo podrás volver a tener la mano bien porque te acabo de reventar los nervios y no podrás coger nada en tu vida – muevo mi mano indicándole que le sentara de nuevo en la silla. - Vamos de nuevo – le doy un golpe en su barbilla para que levantara la cabeza que seguía gimoteando. - Vas a decir donde esta los demás porque si sigues sin abrir la boca te terminaré de rematar tu mano para luego hacer lo mismo con la otra – le suelto mortal.

-Puedes reventarme las dos manos que no te voy a decir nada – me suelta entre quejidos.

Sin más me muevo a la mesa abriéndolo la caja metálica donde tenían las herramientas para torturar.

Detengo mi mirada en una herramienta extraña ya que era como un pelador al momento sé que era para arrancar la piel.

Vuelvo a detenerme enfrenta suya.

-Este será tu primer día de sufrimiento, no te creas que te voy a matar vas a estar en los calabozos todo el tiempo que a mí me dé la gana, sin comida, sin agua, estarás durmiendo en un sitio con mucha humedad y lo mejor de todo que cuando no aguantes más tendrás que hacerte las cosas encima – le dejo en claro.

-Ellos vendrán a por mí – me río.

-No eres tan importante lamento que sea yo quien te haga caer de esa nube – me observa. - Todos los días te torturaré hasta que no quede nada de ti, te convertirás en polvo – veo entonces como traga saliva fuerte. - Quítale la camiseta – le ordeno de nuevo.

-¡TENGO OTRAS COSAS QUE TE PUEDEN SERVIR! - comienza a gritar. - ¡TENGO MUCHOS CONTACTOS! - ruge.

-No me importa lo demás que tengas que decir solo donde están los demás - doy un paso hacia él quedando cara a cara. - ¿Vas a decirme donde están sí o no? - alzo mi ceja. - Si no está preciosa herramienta te arrancara la piel – comienza a temblar dudando cuando me mira varias veces.

-Yo... - le corto.

-Respuesta incorrecta – atrapo su cuello cuando me pongo a su lado y sin más comienzo a hacer fuerza en su brazo tirando hacia abajo viendo como la piel comienza a salir.

-¡AAAAAAHHHHH! ¡AAAHHHHHHHHH! - grita temblando removiéndose, pero le tengo bien sujeto además de volver a estar atado.

La sangre comienza a deslizarse por su brazo como cascada.

-¡ERES UNA PUTA PERRAAAAA SADICAAAA! - grita cuando vuelvo a la carga. - ¡AAAAAAHHHHHH! - presiono con más fuerza quitándole trozos de carne.

-Se va a desmayar por el dolor Alessia... - me advierte Alex. - Alessia... - me llama, pero yo no le escucho cuando voy esta vez a la espalda haciendo lo mismo.

-¡TE NE PENTIRAI! ¡STRONZA! - grita el viejo comenzando a insultarme más fuerte.

Recorro su espalda escuchando de nuevo sus gritos temblando cada vez más estando su respiración acelera hasta que entonces deja de moverse y su cabeza cae hacia adelante.

Siento un pequeño empujón haciendo que la herramienta se cayera al suelo, cuando levanto la mirada me encontró de nuevo con los ojos de Alex, se había quitado el pasamontañas.

-¡SE PUEDE SABER QUE HACES! - le rujo. - ¡QUITATE! - le digo cuando me aleja del viejo. - ¡ESTO NO HA TERMINADO AQUI ALEX! - me remuevo apartando sus manos cuando intenta tocarme.

-¡Eh! - consigue atrapar mi rostro con ambas manos. - Tranquila... - tiene su respiración algo acelerada, pero se mantiene calmado. - Estas hiperventilando Alessia calma... entiendo que quieras vengarte, pero míralo – me señala al viejo. - Se a desmayado, no dejes que la ira se apodere por completo de ti – me mira fijamente. - Yo también quiero vengarme, pero si sigues así no nos durara ni una semana... - aparto sus manos bruscamente dándole la espalda llevando mis manos a mi rostro.

-Le voy a quemar con una plancha así que más le vale que despierte y hable – le advierto.

-Si te viera en estos momentos Derek – levanto mi cabeza mirándole por encima de mi hombro viendo como sonríe. - Esa es la diabla que quería - añade.

-Esto acaba de comenzar – le digo viendo como asiente con su cabeza.

-¿Qué hacemos con él? - me doy la vuelta cuando escucho al hombre de Alex.

Alex me mira de reojo.

-Que te lo diga la jefa porque si abro la boca tal vez a mí también me torture – intenta romper el hielo Alex y lo consigue cuando golpeo su brazo escuchando su pequeña carcajada. - Eres una sádica diabla ahora tengo más razones para saber porque el diablo te eligió – pongo mis ojos en blanco acercándome al hombre de Alex.

-No me puedo esperar a que despierte porque puede tardar horas y hay más trabajo que hacer – comienzo a decirle. - Así que déjale en una de las celdas y di a los demás que se acerquen por allí que no le den ni comida ni agua ya verás como hablara cuando siga las torturas y empiece el hambre – cuando se lo digo me vuelve a la mente esos momentos en los que estuve apenas sin comer nada cuando estaba haciendo las pruebas para entrar a la mafia italiana, cada vez era menos comida y estaba rodeada de suciedad llevando mi cuerpo al límite.

-¿Y si no abre la boca? - nos pregunta a Alex y a mí.

-Tenemos a Francesco él también se podrá divertir con él y así se le hará menos su encierro – buena idea...

-Y que limpien esta sangre – observo la sangre en el suelo.

-Tenemos que hacer lo de los caminos... - me dice Alex a mi oído cuando se acerca.

Asiento con mi cabeza saliendo con él del granero.

-Deberías dejar que Francesco le termine matando sabes que si tú le matas y se enteran irán a por ti y ahora no necesitamos más enemigos – me dice Alex cuando estamos algo lejos del granero. - Francesco tiene un motivo porque le traiciono – me detengo observándolo.

-¿Estás diciendo que yo no tengo un motivo? - alzo mi ceja.

-No, Alessia no – me contesta rápido. - Solo que no quiero ponerte más en peligro y si lo puedo evitar mejor – suelta un suspiro pesado pasándose su mano por su pelo. - Le torturaste y eso ya es un motivo para empezar una guerra no los des más - me dice mordaz.

Suelto una respiración rápida dispuesta a contestarle, pero entonces un camión se acerca.

-Llegaron algunas cosas para arreglar la mansión - me dice Alex.

-¿Tan rápido? - observo el camión con sorpresa.

Entonces Alex gira su rostro mirándome.

-Estaban en un almacén grande que compro Derek por si algún día pasaba algo...

De nuevo el italiano pensando en todo...

-Pero no está todo, tendrán que ir a buscar algunas cosas y con mucho cuidado - añade Alex.

-Alex – se gira en cuanto me escucha llamarle. - Leandro estuvo por aquí por si aún no lo sabes – su gesto cambia al momento.

-¿Y qué te dijo? - me pregunta y por la forma de hacerlo parece que sabe cuál va a ser mi respuesta.

-La verdad no se si quería ver a Derek o si solo había ido a la clínica para de nuevo demostrarme que le caigo mal – alza su ceja. - Estaba bastante furioso conmigo no sé qué pensar tal vez por la forma en la que me hablo me culpa de lo de Derek – le suelto sincera. - A sido un gilipollas en otro momento se hubiera llevado una bofetada de mi parte – esta vez suelto un gruñido.

-No es nada personal – me dice Alex negando con su cabeza. - Es que... - hace una pequeña pausa. - Leandro esta cabreado con el mundo entero, él es así, aunque a veces se arrepiente cuando suelta algunas cosas, pero son una de miles – me sonríe.

-Ya... pues sus palabras sí que me han dejado en claro que tiene algo en contra mía y que sus motivos aumentaron por lo que le sucedió a Derek – niego con mi cabeza.

-Pasa de él Alessia, no te dejes llevar por su amargura además nos tenemos que centrar en todo lo que está pasando – asiento con mi cabeza dándole la razón. - Quiero que cuando Derek despierte vea todo como siempre, porque si, tengo esperanzas de que va a salir de esta... - suelto un suspiro.

-¿Y si no? - le pregunto sonando mi voz diferente más rota.

-Despertara, ¿Sabes por qué? - niego.

-¿Por qué?

-Porque el diablo no puede gobernar sin su reina...

[...]

Después de esa conversación en la que salió Leandro nos pusimos a trabajar en los caminos, obviamente Alex tenía como una especie de mapa gigante con más de quince caminos diferentes.

Al principio me confundía con otros, pero Alex se tomó el tiempo de explicármelo y llegamos a un acuerdo para cerrar por el que habían entrado.

No fue nada fácil por supuesto era un trabajo para más de cinco personas, pero los chicos estaban ocupados y solo quedábamos Alex y yo.

Fuimos con una camioneta y se encargó de tirar unos cuantos árboles para impedir que pudieran pasar con otros vehículos además de andando.

Tuvimos que usar cuerdas acordándome de aquella navidad que yo quería un árbol y lo que costo llevarlo hasta la mansión.

También nos dificultaba que fuera de noche por eso nos tuvimos que poner linternas en la cabeza para poder ver los caminos y poner trampas.

Estuvimos horas hasta que por fin terminamos con el trabajo.

Suelto un suspiro apoyándome en uno de los árboles estando solo con un top puesto ya que tenía tanto calor que me quite las prendas que llevaba de más.

Alex también se detiene con su respiración acelerada pasándose su camiseta por sexta vez por su frente sudando como yo.

A pesar de su cansancio suelta una pequeña carcajada cuando escucha mi estomago rugir, si tenía bastante hambre no había comido nada.

-Dime que hemos terminado con los caminos por favor – le suplico.

Vuelve a mostrarme una sonrisa cuando se acerca a mí.

-Si por ahora... te dije que no tenías que hacer esfuerzos Alessia – pongo mis ojos en blanco.

-Por dios Alex aun ni si quiera se si estoy embarazada ni de cuanto no te preocupes por mi estoy bien – niega con su cabeza.

-Yo estoy más acostumbrado porque no es la primera vez que lo hago, Derek y yo siempre nos hemos encargado de los caminos y... - se calla de golpe cuando escuchamos algunas ramas no muy lejos de nosotros.

Miramos a nuestro alrededor poniéndonos alerta.

-Alessia... ven hacía a mi lentamente... - baja su voz.

-¿Podrían ser ellos? - le pregunto llevando mi mano detrás de mi espalda.

Pero entonces algo se desliza desde arriba pillándome de sorpresa apareciendo una silueta enfrente de mí.

-¡BUUU!

-¡AAHHHHH!

Para el próximo capítulo tenemos que llegar a 25K👍

Mi instagram donde podrán estar informadas de todo: @mishistoriascontadasenpapel

Alessia

Derek