Dulce Venganza

Dulce Victoria Adams

Todo en mí vida sigue igual. El contacto del sexo opuesto aún me causa escalofríos aunque ya lo soporto mejor que antes pero eso no significa que confíe en los demás. Con el único hombre que puedo estar abrazada y hasta dormir es con Elías aunque no lo hacemos demasiado.

Elías tiene sus padres separados y sólo su madre sabe de su sexualidad mientras que su padre no está enterado de nada. Él iba a ir a visitar a su padre y eso lo tenía bastante nervioso pero no comprendía el motivo.

-Te quedarás sin uñas- quité su mano de la boca porque ya me estaba poniendo nerviosa

-Cometi un error y no se que hacer- volvió a morder sus uñas

-Si necesitas dinero yo puedo ayudarte, sabes que cuentas conmigo

-Necesito una novia, le dije a mí padre que iría a cenar con mí novia. ¿Me ayudarías?- tomó mis manos entre las suyas y me miró con súplica

-No entiendo por qué no le dices que eres gay, no dependes de él, debe importarte poco lo que él piense- expresé fastidiada mí opinión, la sexualidad no tiene que representar un problema para nadie

-Se que no quieres hablar de ésto pero estás en mí lugar también. ¿Pudiste contarle a tus padres que pasó en Argentina?

-No, es privado y no quiero desilusionarlos

-Sabes lo que siento, ¿Me ayudarás?

-Solo si puedo presentarte a mis padres como algo más que mí amigo así me dejan en paz

-Tenemos un trato Dulzura. El día que tengamos una relación de verdad acabaremos éste teatro ¿Estás de acuerdo?

-Con lo rápido que cambias de novio duraremos menos de tres meses, pero bueno, es mejor eso que nada- sonreí

Es pésimo mentir pero digamos que una mentira blanca no hace daño y que ésto es más que justificado. Es una idea magnífica para que al menos mí madre no moleste más con que tenga alguien para presentar.

Cuando fuimos a la cena fue incómodo porque el padre nos miraba con atención como si no se creyera nada y mí madre por poco y hace una fiesta por mí nueva relación al contarle por videollamada hasta que entendió que me mudaría meses más tarde y que cuando nos viéramos quizás todo cambiaba. Ella interpretó que tal vez en ese momento estaría comprometida mientras que yo pensé que seguramente Elías tendría un novio formal.

Ahora que estoy a poco tiempo de irme se que ellos me acompañarán y no me sentiré tan atormentada por mis padres. Allí la paga es mejor y estamos en un punto de nuestras vidas donde necesitamos seguridad y estabilidad económica. Yo tengo mis ahorros, siempre me guardo casi medio sueldo porque los gastos son compartidos así que trabajar allí me dará mejores ingresos y la posibilidad de tener mí lugar propio.

Mí sueño no es casarme de blanco sino tener una casa, eso dura más que el falso amor y me protege, algo que no pasa con quién jura amor eterno.

No hay felicidad más grande que cumplir sueños y alcanzar metas. Ver vidas desarrollarse y parejas cumplir el sueño de ser padres también me llena de dicha. Con vivir del sueldo de lo que con tanto trabajo y sacrificio logré obtener por tantos estudios ya es un sueño, no necesito más que eso para ser feliz; cuánto quisiera que mis padres comprendieran mí manera de pensar y sentir.