Renata llevaba cinco años esperando por el hombre de su vida, ese que prometió volver a ella sin importar que
cinco años, cinco largos años llevaba esperando para estar entre sus brazos.
no quería perder más tiempo, así que lo atraje a mi, sus besos eran igual de delicioso que hace cinco años, me fui desnudando ante su mirada llena de lujuria y deseo, sus manos me empezaron a tocar viajando a mi zona más íntima.
sus dedos jugaban con mi entrada, la cual ya estaba totalmente mojada, deseando que el entrara en ella. el aún seguía con su pantalón puesto, así que se lo quite rápidamente, su miembro Lucia mucho más grande de lo que recuerdo, palpitaba dándome señal de que el lo deseaba tanto como yo.
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CORAZONADA.
Federico no entendió lo que le quiso decir rodrigo, él se dedicó a sonreír como si fuera el más feliz del lugar, su madre lo observaba desde la distancia, ella se sentía tan mal por no poder hacer nada por su hijo.
La celebración culminó sin ningún contratiempo, al día siguiente los preparativos para boda comenzaron, Emilio no quería perder tiempo.
...
FEDERICO.
La noche fue agotadora, me sentí tan patético ante todas esas personas, deseaba tanto que en cualquier momento entrara mi pequeña por esa puerta.
Mi padre tiene tanta prisa con lo de la boda, que ya hoy debo ir a ver lo de mi traje, desde que me vi con Renata en el apartamento, no salía de la mansión, me imagino que así se siente estar en prisión.
...
Federico iba en el coche en compañía de sus padres, todos estaban en completo silencio, él solo se dedicaba a mirar por la ventana.
_ ni sete ocurra.- le dijo Emilio a Federico al ver las intenciones que tenía de bajar del coche.
Federico miraba con atención, Era Renata quien estaba con su madre y abuela en el puesto de tacos.
_ Que vergüenza, seria que algún conocido te vea con esa gente, así que mantente quieto.
Federico no articuló palabra, únicamente la veía con anhelo desde la ventana. Teresa solamente lo observo que estaba haciendo como madre, como podía permitir que su esposo hiciera algo como esto.
Una vez en la boutique, Federico sé probo vario traje.
_ Emilio.- teresa le hablo a su esposo.
_ dime cariño.
_ acércate, debo hablar contigo.- Emilio dejo lo que estaba haciendo y se sentó al lado de su esposa._ Estás seguro de lo que estás haciendo.- pregunto.
_ de que hablas.- Emilio no entendía a lo que se refería teresa.
_ es evidente lo infeliz que es nuestro hijo y así mismo me estoy sintiendo yo, puedo ver que no darás tu brazo a torcer hasta que no veas la vida de Federico destruida.
_ amor, no lo veas así Federico va a ser feliz, ya lo verás.
_ Emilio, tú fuiste obligado a casarte conmigo.
_ No, como crees, yo me case contigo porque te amo.
_ entonces porque le haces esto a Federico.- Emilio quedó en silencio por un instante.
_ no puedes comparar las cosas, tú eras hoja de una buena familia.
_ y si no lo fuera, me hubieses rechazado.
_ no lo sé, quizás no.- Emilio tomo la mano de teresa._ ya no hablemos de eso sí, sé que Federico será muy feliz.
_ sé que esto terminara muy mal, y de nuestra familia no quedara nada.- teresa se paró y fue a mirar unas corbatas para su hijo. Emilio se quedó pensativo, perder a su familia era uno de sus miedos, Pero su orgullo no lo dejaría aceptar que quizás se estaba equivocando.
...
RENATA.
Después de un par de día buscando donde vivir por fin logramos encontrar, un pequeño apartamento que se acomodaba a nuestras necesidades, es algo costoso, Pero gracias a lo bien que nos está yendo podemos pagarlo, ahora podremos tener cada una nuestra privacidad, con lo poco que habíamos ahorrado compramos unos muebles de segunda, camas y cosas para la cocina. Las pocas cosas que había comprado para mi bebé se quemaron en el incendio, así que no tengo nada.
...
Rogelio andaba muy inquieto, deje el día que vio a la chica que tenía mucho parecido a rosario, no había podido dormir, no sabía si contarle a su hijo.
Rodrigo, quien pasaba más tiempo en la compañía que en su casa, pudo notar que algo pasaba con su padre, así que volvió más temprano a casa para hablar con él.
_ padre, puedo pasar.- pregunto después de tocar la puerta del despacho.
_ claro hijo pasa.- contesto el hombre.
Rodrigo entró y se sentó en el sofá que se encontraba dentro. Rogelio miraba por la ventana, el cielo estaba de color naranja y rojo, señal del atardecer.
_ padre, que pasa contigo.- se cruzó de piernas esperando la respuesta de su padre.
_ no pasa nada.- Rogelio no volteo.
_ no me mientas, sé que algo me ocultas y quiero que me lo digas.- Rogelio se giró para mirar a su hijo, sabía que si esa chica era su nieta estaría perdiendo el tiempo al no decirle nada.
Rogelio se sentó en el escritorio, dudo, Pero luego le hablo a su hijo.
_ he visto a una chica muy parecida a Rosario.- Rogelio observó con atención la reacción de su hijo, el sabía que ese era un tema delicado para el.
_ ¿qué?- Rodrigo se paró y empezó a caminar de un lado a otro._ porque no me habías dicho nada.- cuestiono Rodrigo.
_ lo siento hijo, no quería darte falsas esperanzas.- Rogelio se acercó a su hijo, necesitaba calmarlo.
_ que tal y si sea mi hija.- Rodrigo se volvió a
sentar, llevo sus manos a su rostro con
desesperación.
_ tengo a unos hombres barriendo el lugar, Pero no la han visto.
_ debo ir yo mismo.- Rodrigo se paró dispuesto a ir a buscar a su hija.
_ Rodrigo cálmate, ya es muy tarde mañana saldremos a buscarla temprano.- Rodrigo asintió un poco dudoso, no quería perder más tiempo.
Rodrigo no durmió en toda la noche, los siguientes días fueron lo mismo, se levantaban muy temprano, desayunaban y salían a recorrer el lugar en busca de rosario y su hija, Pero siempre volvían sin encontrar una señal, los días se volvieron semanas, pero no perdían las esperanza, por alguna razón, pueden llamarlo corazonada sentían que no debían parar de buscar en ese lugar.
...
un día más lleno de trabajo para Renata, Carmen y rosario. su día comenzaba desde muy temprano siendo las 3 de la mañana, ellas ya estaban alistando los ingredientes.
_ mi niña, hoy tienes tu control verdad.- le pregunto Carmen a Renata mientras amasaba la harina para las tortillas.
_ si abuela, alcanzó a llegar después de acomodar el puesto.- A Renata ya Sele podía notar un poco su pequeña panza.
_ cuando creces que podamos saber si es Niño o niña.- pregunto rosario.
_ no se, quizás en el próximo mes.- Renata acaricio su vientre abultado, su rostro brillaba de solo pensar en conocer a su bebé.