En un mundo real, dos vidas muy distintas se cruzan. Las tormentas climáticas y de la vida, harán de las suyas en situaciones divertidas, que nos llevarán a soñar que Tal Vez y a preguntarnos ¿Será?
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CAPITULO 8
CAPITULO 8
EMMA
La semana paso tranquila, me meto en la bañera, la sensación de alivio y de tranquilidad es algo de lo que nunca voy a renunciar, mañana es viernes, ultimo dia de la semana de Zoe, asi aprendi a dividir las rutinas, la semana de Zoe es de lunes a viernes, es la escuela y sus actividades, luego venia el fin de semana, sabados con ella todo el dia en el negocio y domingos de compras y luego en el club.
Al dia siguiente, se desarrolló toda la rutina, la noche había llegado y los cliente entraban y salían en cantidad, por suerte el movimiento paró un poco, eso permitio que mientras Homero preparaba comida adentro, Marita y yo estabamos frente al mostrador. Se me dio por mirar hacia arriba de uno de los estantes y veo frascos de conservas.
-Marita, cuanto hace que están esos frascos de allí arriba?
-sinceramente, no lo recuerdo. Estarán vencidos?
-No lo se, pero voy a revisarlos, nos puede traer problemas.
Tomo una silla, la ubico y me subo para alcanzar un frasco, lo miro y si, estaban vencidos.
-Estan vencidos Marita, te los voy alcanzando asi los tiramos.
Ella trae una caja, yo voy alcanzándole los frascos y ella los guardaba, cuando entra alguin que no puedo ver, Marita se endereza y se prepara para atender.
-Buenas noches, en que podemos servirle?.
-Buenas noches, esta Emma?
Esa voz, y sabe mi nombre, me giro despacio para verificar lo que estaba pensando de quien podía ser, cuando de golpe se corre la silla y yo caigo al piso, golpeando mi honor y cayendo con un frasco en la mano, rompiéndose contra el piso y desparramándose todo su contenido. El rostro de Marita no tiene precio, mirándome con expresión de horror y Homero que vino corriendo conmocionado por el ruido. Ambos se quedaron inmóviles, mientras yo estaba allí tirada, tratando de salir del shock, producido por haber escuchado esa voz que había vuelto y por el golpe, de pronto, me encuentro suspendida entre los brazos de ese hombre, nervioso y ansioso, preguntándome si estaba bien.
SEBASTIAN
Hoy era viernes, por supuesto y como había adelantado, hoy volveria a buscar mi cena, entro al negocio y encuentro a otra mujer, no la que quería encontrar, sin darme cuenta de que otra, estaba acomodando cosas en un estante, la mujer, muy simpática me pregunta en que podía servirme y yo le reclamo por Emma, yo había ido por ella, no me interesaba que otra persona me atendiera. Cuando, como si fuese en cámara lenta, veo que la otra persona en los estantes se gira y pude reconocer su rostro, con esos trajes a rayas en negro y amarillo y las cofias para sostener sus cabellos, no la había identificado. Cuando de repente, la veo desaparecer y se escucha un ruido de explosión de un frasco, la mujer que me había atendido, coloco sus manos en la boca, con ojos de terror, viene un hombre de adentro corriendo, que se queda perplejo mirando hacia el piso. Es que acaso ninguno la va a ayudar?, salgo corriendo y me meto por detrás del mostrador y allí la encuentro a ella, que estaba en shock, me mira fijo, sin decir ninguna palabra, yo la levanto entre mis brazos, con temor de que el golpe la haya lastimado y si no lo había hecho, seguramente los vidrios desparramados si lo harian.
-estas bien Emma?
-s…si, lo estoy, puede bajarme.
-estas segura?
-si lo estoy
La bajo y veo a la niña que viene corriendo y el hombre la detiene.
-Le paso algo a mi mamá?
-Nada mi amor, no vengas, por favor Homero, llevala adentro, hay muchos vidrios en el suelo.
Ese Homero lleva a la niña adentro y a mi me vuelve el alma al cuerpo cuando puedo constatar que estaba bien. Veo que ella se frota las nalgas.
-Eso debe haber dolido.
-si, mas en el honor que físicamente.
Y allí pude ver su timida sonrisa.
-Perdon por el espectáculo, que va a llevar?
- no por favor, pero podríamos dejar de lado la formalidad, te tuve en mis brazos
Veo que se pone colorada, empiezo a disfrutar de la situación, mas a sabienda que no le había ocurrido nada.
-Marita, atende al señor, mientras yo limpio todo este desastre.
-ah, no, perdón señorita pero yo vine para ser atendido por la hermosa y muy amable rotisera, que me atendio el viernes pasado.
- usted debe ser Sebastian, verdad?
-Asi es, Marita verdad?
-asi es, un gusto. Atendelo vos Emma, yo limpio los vidrios.
Veo como Emma la mira con ojos de asesina, y esa tal Marita, se rie por lo bajo, mientras va a buscar la escoba, eso me enciende mas, si esa Marita me pregunto por mi nombre, solo quiere decir que ella estuvo hablando de mi. Emma se gira de golpe hacia mi persona, seria…
-Que desea llevar señor Sebastian?
-Creo no merecer ese trato, después de haber actuado cual caballero que salva a su dama.
Esos ojos negros, en los que pienso cada noche, se le abren como platos y veo como una batalla dento de su cabeza se desata, como no sabiendo que decir, lo que me hace reir por dentro, pero manteniendo la seriedad que amerita el momento.
-No entiendo…
-que no entendes Emma?, solo soy un caballero que espera que la dama que salvo, rompa el hielo que los separa, y nos tratemos con un poco de confianza. Ademas que ya soy un cliente declarado.
-Perfecto…entonces… que vas a llevar SEBASTIAN?
-bien, me gustaría con un poco mas de dulzura, pero para empezar, esta mas que bien. Que tenes para ofrecerme esta noche?
-La lista esta sobre aquella pared y al lado de la caja, esta el menú del dia.
-Quisiera esos bocadillos de verdura que me diste la semana pasada y también algo para acompañarlos, no se alguna carne.
-Tenemos pollo al horno recién hecho.
-perfecto, llevare eso, las milanesas, las dejo para el viernes que viene, pensa que me podes ofrecer el próximo viernes para acompañarlas, son exquisitas.
Veo como se gira, sin contestar, y sale apurada hacia la cocina. Esa Marita, me mira, como estudiándome, pero puedo notar que también con aceptación, quizá allí, tenga una futura aliada, yo me sonrio y le guiño un ojo. Emma sale de la cocina.
-Su pedido ya…
- epa! Que paso con la confianza?
-tu pedido esta en camino, en 5 minutos estará listo.
- muy bien, entonces mientras espero, podríamos hablar un poco.
- de que?
-no se… como fue tu dia?
-Normal, hasta hace unos minutos atrás.
-Lo decis por mi?
- Nooo, por favor, como se te puede ocurrir?… lo digo por el golpe…
-Estas siendo ironica?
-Jamas!, menos con un caballero, que salva a la dama y quiere confianza.
Sale ese Homero y le avisa que el pedido esta listo. Ella envuelve todo, muy profesional y prolijo, me lo entrega y yo le doy la tarjeta. Ella pasa la misma por el posnet y me la devuelve, todo sin decir una palabra, yo considero que por ahora es suficiente, no digo y hago nada, me retiro, saludando a todos muy entusiasta y educadamente, sabiendo que la noche aun no termina.