Un Amor Nada Ordinario

Leilani.

Pero que rayos acaba de pasar, no nos vemos en 7 días y este hombre solo me besa de la nada, el cuerpo me quizo traicionar, pero recordé que estaba en mis días, no pensaba pasar una noche incómoda.

En fin, no sé si se molestó, su tono serio me deja en duda. Mañana lo vería y era muy lindo tener un vecino tan guapo, ¡ay no!, yo y mis pensamientos de plano.

Casi olvidó que este hombre es para el pueblo de plano, me di una ducha y me meto a la cama, dormí muy bien, el calefactor y esa cama tan espaciosa eran una maravilla, porque aquí si que hace mucho frío en las noches.

Desperté como a las 7:30, busque en mi closet algo bonito, me doy cuenta que aqui hace frío, espero no enfermarme. Decidí usar un suéter amarillo y unos jeans de mezclilla azul.

Me di un baño, me maquille un poco y me vesti para esperar a Sebastián.

Faltaban 10 minutos para las 9:00 y sonó el timbre, era Sebastián, agarré mi bolso y salí con él, bajamos en el ascensor hasta el subterráneo, ahí subimos a su coche, era un BMW blanco muy lindo.

Llegamos a un restaurante muy bello con un techo como de cristal, desayunamos muy agusto, sentía algo serio a Sebastián, quizá fue por lo de ayer, creo que debería dejar de preocuparme, para el soy un contrato y nada más, quizá en algún momento solo quiera divertirse conmigo y nada más, no debería hacerme ilusiones, al final el es mi jefe y hasta en mi matrimonio lo será ya que el me ofreció un contrato donde será prácticamente mi jefe. Hay Leilani en que momento decidiste firmar esos papeles, no debiste dejar que te dominará el coraje y la desilusión por Alberto y ahora ni como hecharme para atrás porque hay ciertas sanciones si no cumplo con mi parte.

Mientras estoy perdida en mis pensamientos Sebastián me trae de nuevo a la realidad.

-Perdón, me quedé pensando en algunas cosas ¿Podrías repetir lo que dijiste?-Dije apenada

-Te decía que si gustas vamos a comprar primero tu ropa y lo que necesites.-Dijo seriamente

-Esta perfecto, y de paso podrías mostrarme un poco la ciudad para empezar a ubicar tiendas y supermercados.

-Claro, con gusto.- Dijo sin mirarme.

Cuando terminamos el desayuno fuimos a una plaza cerca de ahí y entre a muchas tiendas de ropa, elegí algunos vestidos formales para el trabajo, compré también lencería, en casa me daba pena comprarlos y que en algún momento mis padres lo vieran cuando lo lavara pero ahora estoy sola, veo a lo lejos como Sebastián se sonroja a ver qué entre a Victoria's Secret , también entre a una tienda donde vendían algunos trajes tanto de dama como de caballero, había visto un traje blanco que me encantó, no sabía si lo usaría pero quería comprarlo, yo siento que era algo novedoso, también ví una mosca color azul marino, pensé que le quedaría muy bien a Sebastián en algún evento, dentro de todo el había Sido muy amable conmigo y este detalle era lo mínimo que le podía dar.

Al salir de la tienda decidimos descansar y comer un helado, luego dejamos las cosas en el carro de Sebastián y nos dirigimos a un supermercado, tomamos un carrito y empezamos a comprar una despensa, a veces el quería meter algunos alimentos muy costosos y yo como una ahorradora no quería, estábamos discutiendo por el queso manchego y una señora ya grande que iba con su esposo pasaron cerca nuestro y escuchamos como le dijo ella a él -"Ay, las compras de los recién casados son las más complicadas"- Sebastián y yo nos sonrojamos al por esas palabras, parecíamos recién casados.

Salimos del supermercado y en el camino el me preguntó si yo manejaba, le dije que si, entonces me dijo que la empresa me depositaria lo suficiente para un carro nuevo, todos los empleados tiene uno, pero yo iba a tener cierto privilegio por nuestro contrato.

Yo no sabía que contestar, su tono serio, formal, me hacía sentí rara, pensé que él no era así, en Oaxaca y en Cancún fue todo tan diferente, en fin, yo solo acepte y les dije si en ese caso yo podía elegir solo podía decir que fuera una Jeep, siempre eh soñado con tener un carro de esa marca, el asiente y me indica que mañana me lo llevarian al estacionamiento, yo solo asentí.

El día fue algo largo Sebastián me ayudó a subir las bolsas y dejarlas en mi departamento, yo comencé a arreglar todo y Sebastián salió del departamento, definitivamente no lo entiendo, que paso con el Sebas que yo conocí, que lastima que solo fue una portada para conseguir que yo firmara el acuerdo, ahora siento que estos meses serán eternos y el matrimonio será peor de lo que el prometió.

Al terminar le marqué a mis padres para saber cómo estaban, fue una charla agradable, cuando corte la llamada decidí darme un baño en el jacuzzi y usar las sales de baño que venían en la canasta que me dió Sebastián, había comprado una botella de vino, así que tome una copa para relajarme, esto era gloria antes de empezar con ese empleo que muchos dicen es estresante, ya veremos, yo soy una persona que no le teme a los retos, siempre estoy un paso adelante.

Al salir de la tina decidí poner música, me puse una lencería bonita, gracias a Dios ayer había Sido mi último día de periodo, hoy ya estaba mejor y comencé a bailar sola en mi casa, decidí tomar otra copa de vino, nunca pensé vivir esto, un departamento como de película para mí sola en una nueva ciudad y con un excelente trabajo antes de graduarme oficialmente.

No sentía como bajaban las copas de vino, solo se que de repente casi me termine la botella, tampoco sentí como ya había oscurecido, de repente suena el timbre, quizá vienen a quejarse del ruido, me puse mi suéter rosa ya que andaba en ropa interior y Vi por la mirilla, debo admitir que con las copas de más me costó reconocer quién erá, abrí la puerta y nada más lo ví me lance a abrazarlo.

-Te extraño, ¿por qué eres así de frío conmigo? ¿Que te eh hecho? Dime, porfavor- Dije ya más tomada, creo que al caminar hizo más efecto el alcohol.