Me Enamoré De Mi Hermanastro: VOLVER A TI

Se levantó y su cara estaba enrojecida, me miró y sonrió para después decirme:

–Ahora que me castigaste, yo también tengo un castigo para ti – dibujo una sonrisa en su rostro y miro mi pantalón en donde se encontraba mi sexo duro listo para salir

Me recosté sobre la cama y eche la cabeza hacia atrás esperando que liberara mi erección y me estimulara con sus suaves manos y su boca, pero me quede esperando y cuando levante la cabeza ella agarro su bolso, se terminó de poner gloss y salió del cuarto no sin antes decirme:

–Este será tu castigo, te espero abajo mi amor no tardes– y sin decir nada más se fue dejándome con una gran erección y estaba seguro que con gran dolor de bolas

Mairim

Cuando salí de la habitación no pude evitar reírme por que sabía que eso era algo que le iba a doler más a el que las nalgadas que me había dado a mi, era increíble las sensaciones que le provocaba a mi cuerpo que el hiciera eso, eran juegos que recientemente habíamos empezado a hacer cuando hacíamos el amor, al principio yo era muy ajena a ese tema del masoquismo ya que yo sabía que practicar el masoquismo era algo así como ser humillada, golpeada, atacada y sometida a maltratos para llegar a la excitación plena, pero ese no era nuestro caso nosotros solo jugábamos al grado de solo sentir placer pero sin llegar a los extremos.

Baje las escaleras y llegue a la sala para esperarlo sentada mientras le mandaba un mensaje a mi mamá para preguntarle cómo estaban las cosas por allá y que si todo estaba listo por que nosotros ya no tardamos en llegar, al mandarlo espere unos minutos para que me respondiera diciéndome que todo estaba listo y que ya la mayoría de amigos y familiares habían llegado entre ellos los papás de Leonardo, me puse muy feliz por que todo había salido tal y como lo había planeado, el no sospechaba nada y estaba segura que se llevaría una gran  sorpresa.

De pronto escuché que iba bajando las escaleras y al encontrarme en la sala sonriendo, me miró con ceño fruncido y me dijo:

–Esto no se quedara así mi amor, lo sabes verdad– se acerco a mi y me dio la mano para levantarme del sofá para  acercarme a el y ponerse a escasos centímetros de mis labios

–Eso es una amenaza mi amor– sonreí y con la punta de mi lengua rose sus labios

–Oh, claro que lo es– dijo y se echo para atrás para que no siguiera con mis provocaciones

–Mmm interesante– me eche a reír– pero será después mi amor por que tenemos que ir a mi casa para ver a mis papás

Sabia que Roberto no era mi papá como tal, pero se había ganado ese papel y aunque no fuera su hija de sangre a mi me encantaba llamarlo así, se arregló un poco las mangas de la camisa y sonrió para después decirme:

–Sus deseos son órdenes mi amor– abrió la puerta principal y salimos directo al auto, me abrió la puerta y nos dirigimos a mi casa