EL TRATO DE NUESTROS PADRES

pero qué tipo. le encantaba jugar conmigo. pasaron unos cuantos minutos llegamos a una gran mansión. el auto entró por el sendero pavimentado, un hermoso jardín alrededor que dirigía hacia la entrada principal. el auto frenó frente a la entrada. el tipo que manejaba se bajo con rapidez abriendo la puerta para mí. me quedé sorprendida de la inmensa belleza del lugar. había estado en muchos lugares lujosos pero este era el número uno entre todos ellos.

— te gusta?.

— ¿esta es tu mansión?. es muy hermosa..

— ¿te parece? — pregunto sorprendido.

— dudo que alguien no le pueda gustar.— dije sonriendo.

—por favor.. —dijo poniendo los ojos en blanco.

— ¿ acaso es muy pequeña Pará ti?. — pregunté sarcástica.

— no, no es eso. — respondió con melancolía.— en realidad es demasiado grande para mí. es demasiado solitario. sin alguien a tu lado con quién compartir un hogar así.

escuchaba sus palabras y me sonaban tristes. me conmovió y, lo tomé de la mano. él también estaba solo a pesar de todo el poder y dinero que poseía. En respuesta me correspondió y me guió hacia adentro. las puertas se abrieron de par en par. una fila de empleados masculinos y femeninos ya hacían a lo largo de la entrada. todos inclinando la cabeza mostrándole respeto. todos diciendo las mismas palabras. –bienvenido sea maestro.

— levanten la mirada. — dijo autoritario.

estaba nerviosa, cuando todos levantaron la mirada parecían sorprendidos. pero más que sorpresa en algunas miradas podría percibir enojo, repulsión y odio. esto es más por parte de las las miradas femeninas. sin embargo él no prestó atención a eso. me tomó de la cintura y me presentó ante ellos. caminando hacia adelante.

— Nani. tu trabajo será cuidar de ella. — dijo con firmeza y autoridad seguida con ese tono frío.

— cómo ordene maestro. — dijo mientras daba un paso al frente. Mientras mantenía una postura elegante.

yo aún podía sentir las miradas llenas de odio de las otras empleadas. sin duda estaba a punto de pasarla muy mal en esa mansión. sentí un escalofríos que se extendían por toda mi columna. al volver a mirar a las empleadas, pareciera que podría leer lo que estaban pensando. muerte. esta mujer debe morir, a menos eso es lo que veía reflejado en sus miradas. el hombre plantó y recalcó reglas. pidió a Nani que me llevara a mi habitación. esta respondió con un leve asentimiento, mientras me invitaba a seguirla. el hombre se despidió de mí dándome un beso en la frente. pude notar la cara de sorpresa de todos los empleados. pareciera que era la primera vez que su amo era cariñoso con alguien. tímida me dispuse a seguir a Nani. él aún se había quedado dando instrucciones al resto de empleados.

subimos al segundo piso. había un pasillo lleno de habitaciones. caminamos en línea recta, hasta quedar frente a una puerta. Nani se dispuso a abrirla pidiéndome que ingresara. la mujer parecía tranquila. pareciera que fuese un robot. no mostraba expresión alguna. al menos ella no mostraba esa expresión desaprobativa que tenían las otras.

— esta habitación fue especialmente preparada para usted. — habló mientras caminaba mostrándole la habitación .—por favor echa un vistazo. si algo le hace falta o le molesta, simplemente tiene que decírmelo. estoy a su servicio.

— gracias. todo parece perfecto. espero no ser una molestia. — dije intentando empatizar con ella.

— No es molestia. simplemente estoy haciendo mi trabajo. — hablo en un tono frío.

ya no sabía, si le agradaba o le desagradaba. aunque no mostrará expresión de repudio, su voz fría me hacía entender otra cosa.

—¿ tiene hambre?.

— ¿eh?

— pregunté, que si tenía hambre.

— ah, si, porfavor... — dije con mucho nerviosismo.

— bien. le prepararé algo delicioso, solo espere unos minutos. enseguida vuelvo.— digo mientras giraba sobre su eje, disponiéndose a salir de la habitación.

— gracias

caminé por la habitación observando los hermosos detalles. de pronto entró una empleada parecía descontenta con mi presencia. se cruzó de brazos, mientras me barría el cuerpo completo con esa mirada desaprobatoria. me mantuve inmóvil, aclaré mi garganta y, la comisura de mis labios su arquearon en una pequeña sonrisa nerviosa.

— hola. ¿cómo te llamas?.

— ¡hum!, te ves tan corriente.— gruño, y salio de la habitación.

me quedé un tanto sorprendida. ahí fue cuando comprendí que, ella no sería una amiga sino mi enemiga. me sentía como una pequeña oveja rodeada de lobos.

saqué mi celular había mensajes para revisar. los respondería. pero, antes de eso me dispuse a revisar que no hubiera ninguna cámara oculta dentro de la habitación. después de haber confirmado que no había cámaras ocultas en la habitación, procedí a revisar los mensajes que me habían dejado. era mi padre. presuroso a que le diera resultados. decidí responder.

\=Comandante.\= 💬 ¿ has conseguido algo?. apresúrate. deja de estar perdiendo el tiempo y, da buenos resultados.

\=Ángel.\= 💬 pido una disculpa a mi comandante. le informo que ya estoy bajo el techo del heredero del Estado Z. ahora ya solo es cuestión de tiempo para que pueda infiltrarme en su oficina y conseguir la información necesaria para atraparlos.

\=comandante.\= 💬 más vale que no cometas errores entendiste. — habló en tono firme.

\= Ángel. 💬 enterado mi comandante.