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Traición Y Redención

Traición Y Redención

Status: Terminada
Genre:Completas / Autosuperación / Malentendidos / Elección equivocada / Traiciones y engaños
Popularitas:8k
Nilai: 5
nombre de autor: Giise Flor

Martina, una joven de 18 años, cree haber encontrado el amor en Sebastián, un hombre cinco años mayor que la deslumbra con su encanto en un concierto de rock. Sin embargo, lo que comienza como un romance apasionado pronto se convierte en una pesadilla. Sebastián resulta ser un manipulador y maltratador que, además de humillarla, la traiciona con su mejor amiga, Nora.

Devastada pero con el apoyo incondicional de su familia, Martina emprende un camino de autodescubrimiento y empoderamiento. Mientras Sebastián y Nora se sumergen en una relación tóxica llena de engaños, Martina renace, aprende a amarse y se reconstruye desde las cenizas. Su mayor venganza no será la ira ni el rencor, sino su felicidad y éxito personal.

Cuando la verdad finalmente sale a la luz y Nora queda embarazada de otro hombre, Sebastián recibe su merecido, quedándose solo y derrotado. Martina, en cambio, encuentra un amor verdadero y aprende que la única validación que necesita es la suya.

NovelToon tiene autorización de Giise Flor para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

CAPÍTULO XII

Martina pasó la noche en vela, repasando una y otra vez la imagen en su cabeza. El reflejo de Sebastián en la ventana del departamento de Nora era una prueba irrefutable. Su pecho se llenaba de una mezcla de ira y tristeza. Había sospechado, había notado las señales, pero una parte de ella aún se aferraba a la posibilidad de estar equivocada. Ahora, sin embargo, todo estaba claro.

A la mañana siguiente, con los ojos enrojecidos por la falta de sueño, Martina se sentó en la mesa del desayuno con su familia. Su madre notó de inmediato su semblante apagado.

—¿Estás bien, hija? —preguntó con preocupación.

Martina intentó sonreír, pero fue un intento fallido.

—Sí, mamá, solo dormí mal —respondió en un tono apagado, revolviendo distraídamente el café en su taza.

Su madre no pareció convencida, pero decidió no insistir. En su interior, Martina agradeció que no la presionara. No estaba lista para hablar, pero tampoco podía seguir actuando como si todo estuviera bien.

Ese mismo día, Sebastián la llamó temprano. Su voz sonaba relajada, como si nada hubiera pasado.

—Buenos días, princesa. ¿Nos vemos hoy? Te extraño —dijo con su tono seductor de siempre.

Martina sintió una punzada en el estómago. La hipocresía con la que le hablaba la revolvía por dentro.

—No puedo hoy, tengo cosas que hacer —respondió, con la voz más neutra que pudo.

Hubo un breve silencio al otro lado de la línea.

—¿Todo bien? Te noto rara —preguntó Sebastián, con un tono de fingida preocupación.

Martina suspiró. No iba a confrontarlo todavía. No sin un plan claro.

—Sí, todo bien. Luego hablamos —dijo rápidamente antes de colgar.

Pasó el día intentando distraerse, pero cada vez que cerraba los ojos, la imagen volvía a su mente. Finalmente, decidió que no podía quedarse de brazos cruzados. Si Sebastián jugaba con ella, ella tenía que adelantarse a él.

Revisó nuevamente las redes de Nora y, después de un rato, encontró lo que buscaba. Una publicación de hacía unos días donde Nora escribía: "A veces lo prohibido es lo más tentador" acompañada de una foto en su departamento. Sebastián había dado ‘me gusta’ a la publicación.

Era suficiente para confirmar sus sospechas. Decidió que necesitaba enfrentarlo, pero no ahora. Quería verlo actuar, quería ver hasta dónde llegaba su descaro.

Así que al día siguiente, le envió un mensaje a Sebastián: "Nos vemos esta tarde. Quiero estar contigo".

Él respondió casi al instante: "Por supuesto, mi amor. Paso por ti a las cinco".

Martina sintió una mezcla de rabia y determinación. Se preparó para la cita como si fuera cualquier otro día, pero en su interior, se estaba armando de valor para lo que vendría.

Cuando Sebastián llegó a buscarla, su actitud era la misma de siempre. La besó con ternura, la tomó de la mano y la llevó a pasear como si nada en el mundo estuviera mal. Pero Martina lo observaba con ojos diferentes. Cada palabra, cada gesto, le parecía una actuación cuidadosamente ensayada.

En un momento, mientras caminaban por el parque, Sebastián recibió un mensaje y su expresión cambió por un breve segundo. Fue un detalle casi imperceptible, pero Martina lo notó.

—¿Quién era? —preguntó con aparente curiosidad.

Sebastián sonrió con tranquilidad y guardó el teléfono en su bolsillo.

—Solo un amigo de la facultad. Nada importante —respondió sin inmutarse.

Martina asintió, fingiendo creerle. Pero en su interior, supo que ese mensaje no era de un amigo. Era de Nora.

El paseo continuó, pero Martina estaba cada vez más alerta. En varias ocasiones, Sebastián intentó besarla o abrazarla, pero ella sentía que cada contacto era una mentira más grande que la anterior. Finalmente, después de caminar un rato, se detuvieron en un café. Sebastián pidió un capuccino, mientras que Martina optó por un té de manzanilla. No quería nada pesado en su estómago, pues la ansiedad ya lo tenía revuelto.

Mientras bebían, Sebastián comenzó a hablar de sus planes a futuro.

—He estado pensando en nosotros, en lo que vendrá. Tal vez podamos hacer un viaje pronto, algo solo para los dos. ¿Qué dices? —dijo con una sonrisa encantadora.

Martina sintió un nudo en la garganta. Lo miró a los ojos, tratando de encontrar algún indicio de sinceridad, pero lo único que veía era su capacidad innata para mentir con descaro.

—Suena bien —respondió con una sonrisa falsa.

Él tomó su mano con suavidad.

—Sabes que eres lo más importante para mí, ¿verdad?

Martina tuvo que morderse la lengua para no soltar una carcajada amarga. Asintió sin decir nada, sintiendo que si hablaba, podría explotar en cualquier momento.

Sebastián se inclinó hacia adelante y le acarició el rostro con la yema de los dedos.

—Te amo —susurró.

Martina bajó la mirada y respiró hondo. Ese era el mismo hombre que la había engañado, que la había visto a la cara y le había mentido sin remordimiento. Sintió un escalofrío recorrerle la espalda, pero no iba a darle el gusto de demostrarle lo que realmente sentía.

—Yo también —respondió, con la voz más convincente que pudo.

Cuando terminaron el café, Sebastián la acompañó a casa. Antes de despedirse, la abrazó con fuerza.

—Mañana te veré, ¿verdad? —preguntó con dulzura.

Martina lo miró por un momento antes de responder:

—Sí… mañana.

Entró a su casa y cerró la puerta con un profundo suspiro. Su corazón latía con fuerza, no por amor, sino por la tensión que sentía en todo su cuerpo. Caminó hacia su habitación y se dejó caer en la cama, mirando el techo, repasando todo lo que había ocurrido en el día.

Sebastián no tenía idea de lo que venía. Y Martina estaba lista para enfrentarlo. Sus días de mentiras estaban contados.

1
rosa guerrero
Excelente
Rita Salazar
que te pasa? todas escritores y escritores en todas estas novelas. vuelven a las protagonistas unas perras en celo. Hambrientas a macho. y todas con la misma temática. dame más, dame duro.
Ale Salazar 🇵🇪: No hagas caso, claro que molesta pero por personas frustradas como está loca no te detengas, sigue escribiendo lo que mejor te parezca, es tu creatividad, apuesto que ella no puedo ni articular dos párrafos, Sigue adelante 📚
Florcita: exacto. y agota por qué tratamos de escribir pero no sabemos para donde ir por qué todo les molesta,es una lata de verdad. Ya no sé ni con que género trabajar si total todo van a criticar,si no les gusta pueden leer más historias pero dejar las nuestras en paz! cómo si fuese que por escribir así es xq denigramos o creemos que tiene que ser tal cual 🤦. No saben separar las cosas parecen
total 4 replies
Carmen Mena
Felicitaciones una historia con una mirada distinta, terapeutica..es tan fácil guiarse por el rencor, pero eso significa quedarte pegada en el pasado..lo que hizo Martina fue ir superandose de a poco, y abrazar ese dolor, fortalecerse de él.
Gracias autora por escribir, compartir esta historia
Carmen Mena
gracias autora por el capítulo
Carmen Mena
Excelente
Carmen Mena
Felicitaciones Martina, lograste salir de una relación tóxica y alejarte de personas envidiosas y falsas
Carmen Mena
Tal para cual, ambos tóxicos
juana luisa contreras de chirinos
Excelente
Andrea Pupo
no soy partidaria de los abortos pero el futuro de esa criatura con esa madre dios era preferible que se lo quitara
Emperatriz Reales
El cazador resultó cazado, q bueno por infiel
Eret Lopez
Martina NUNCA CONFÍES EN LA GENTE ENVIDIOSA y NARCISISTA
Eret Lopez
CON ESA GENTE NO OCUPAS ENEMIGOS
Emperatriz Reales
Así es tienes q ser astuta, y alejarte , ese tipo no te merece y esa mal amiga menos , piérdase de ese par de malvados
Emperatriz Reales
A quien se le ocurre acostarse en el primer día, de pasapalo llevarlo a su casa
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